Ricardo Lorenzetti rechazó la acusación de Cristina Kirchner: “No hay proscripción”
El juez de la Corte Suprema contradijo el discurso del oficialismo y afirmó que la vicepresidenta no está inhibida de competir; aseguró que hay “una verdadera grieta” entre la sociedad y las instituciones
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El juez de la Corte de Suprema de Justicia Ricardo Lorenzetti cruzó el discurso oficialista, y afirmó que Cristina Kirchner no está inhibida de competir en las próximas elecciones. “Cada uno puede decir lo que opina, pero no hay proscripción sobre ella”, manifestó el ministro del máximo tribunal en LN+.
Invitado al programa +Entrevistas, conducido por Luis Novaresio, Lorenzetti aludió a la explicación que ha intentado instalar el kirchnerismo después que la vicepresidenta fuera condenada en diciembre a seis años de prisión e inhabilitación para ejercer cargos públicos en la causa Vialidad. La sentencia todavía no está firme y fue apelada por los abogados de la exmandataria.
“Sobre Cristina Fernández de Kirchner no hay proscripción. Legalmente no hay ninguna inhibición de ninguna clase”, expresó Lorenzetti. “Si uno ve las declaraciones de aquellos que han tenidos juicios, todos más o menos dicen lo mismo”, añadió.
Lorenzetti admitió que el argumento, mencionado con frecuencia por Cristina Kirchner en sus actos, “es una defensa razonable desde el punto de vista político”. De todas maneras, consideró que “no hay que exagerarla”. Y lo distinguió del ámbito legal.
“El problema es que el proceso funcione con objetividad e imparcialidad y no se llegue a ese terreno”, amplió Lorenzetti. El juez de la Corte remarcó que la proscripción “es un discurso” desde “un sentido político”, aunque señaló que no está presente ninguna inhibición hasta el momento.
En esa línea, recordó que un antecedente que también choca con la consigna levantada por el dirigente kirchnerismo. En 2017, el máximo tribunal autorizó a competir a Carlos Menem a competir como candidato a senador por La Rioja porque su condena no estaba firmes. “Cuando la Cámara Electoral lo cuestionó por una cuestión ética, en la Corte nosotros lo revocamos”, señaló.
Lorenzetti sostuvo que la misma situación se aplica para el caso de Cristina Kirchner, y por eso mismo recalcó que no existe proscripción. “Es importante respetar los derechos de todos, más allá de que nos gusten o no. Eso es la imparcialidad”, indicó. “Si la ley dice que uno puede competir hasta que haya sentencia firme de condena, es así”, sostuvo.
“Tenemos que madurar”
El juez de la Corte Suprema se refirió a la denuncia de “lawfare”, la presunta persecución judicial, que el kirchnerismo utiliza para cuestionar a jueces y fiscales en relación a los procesos abiertos contra sus figuras, incluida Cristina Kirchner.
“El lawfare es una teoría, la puede sostener quien quiera. Hay libertad para hablar de teorías, y para expresarse. No hay ningún inconveniente”, señaló. No obstante, puso en relieve al sistema judicial argentino.
“Tenemos un sistema constitucional, lo hemos dicho ya en una sentencia que dictamos hace ya varios años, en 2013, casi una década, donde se discutió lo mismo”, amplió. Y cuestionó así la reaparición de los mismos debate en la agenda pública. “Tenemos que madurar y ponernos de acuerdo en cosas básicas para que la gente esté mejor”, sostuvo.
El juez sostuvo que tanto él como sus tres pares en el máximo tribunal deben “tener templanza” ante las críticas y los cuestionamientos del oficialismo. El kirchnerismo promueve un juicio político en la Cámara de Diputados contra los cuatro magistrados.
“Lo importante no es lo que yo sienta ni el agravio personal. Digan lo que digan voy a seguir haciendo lo mismo”, afirmó Lorenzetti. “Si un insulto o un agravio o una presión nos hace cambiar de idea estamos mal”, agregó.
Lorenzetti habló de una “verdadera grieta”, pero no entre los partidos, sino “entre la sociedad y las instituciones” y consideró que hay “una situación de fin de ciclo” respecto de esa relación. “Las instituciones fueron diseñadas hace 200 años y hoy no funcionan. Hay problemas muy nuevos. Las instituciones no han cambiado, el poder está centralizado y cuesta mucho tomar decisiones”, reflexionó.
En este sentido, se refirió a los procesos electorales en San Juan y Tucumán, que fueron frenados en la Corte Suprema debido a los cuestionamientos que se levantaron en torno a las candidaturas de los gobernadores Sergio Uñac y Juan Manzur. A esa situación se sumó un reciente pedido respecto de la reelección de intendentes bonaerenses. “Tenemos un sistema republicano en el que se apunta a la periodicidad de los cargos y la re reelección indefinida es algo que no está bien, aunque después hay que ver cada caso”, dijo.
Diferencias en la Corte
Lorenzetti no esquivó hablar de los cortocircuitos internos en al Corte Suprema. En varias votaciones, su posición quedó en soledad respecto de la nueva mayoría que conforman el presidente Horacio Rosatti y los ministros Carlos Rosenkrantz y Juan Carlos Maqueda. Intentó restarle importancia a las internas y consignó que muchas de las lecturas que hacen foco en esa situación “ven a la Corte como un partido político, cuando no lo es”.
“En la Corte Suprema hay divergencias y es bueno que eso pase”, sostuvo Lorenzetti. Remarcó que hay una “buena relación” entre los ministros. Y subrayó que en materia penal “hubo bastante unanimidad”, aunque admitió diferencias en cuestiones laborales, de mercado o lesa humanidad. “Van cambiando las mayorías, pero no veo ningún problema en eso”, apuntó.
A su vez, procuró dejar atrás la polémica respecto de la votación en la que Rosatti fue elegido presidente del tribunal. Rosatti se “autovotó” en aquella ocasión, situación cuestionada por Lorenzetti. “Yo creo que las cuestiones son de principios. En la elección de presidente hubo un autovoto. Yo ya lo había mencionado como inconveniente cuando lo hizo Julio Nazareno [expresidente de la corte menemista]”, explicó. Y añadió: “Es una disidencia. Terminó eso y seguimos funcionando”.
Asimismo, hizo referencia a la reciente separación del administrador de la Corte, Héctor Marchi, quien se mantuvo en ese lugar durante 15 años. La Corte fundamentó la decisión en un “reacomodamiento interno”, aunque trascendió que se trató de un cuestionamiento a las irregularidades que surgieron respecto del funcionamiento de la obra social. Marchi había llegado a esa posición de la mano de Lorenzetti, y solo él se opuso a su desplazamiento.
“El apartamiento del contador Marchi fue una decisión sancionatoria y yo no estuve de acuerdo. Uno puede desplazar a un funcionario por ser ineficiente, pero no lo puede hacer como sanción. Hay que demostrar coherencia, incluso en cuestiones internas”, manifestó. Y recalcó: “Hace quince años que estoy en la Corte y hoy puedo firmar de nuevo todo lo que hice”, expresó.
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