
Se generaliza el derrape de bonos y vuelve a tomar vuelo el dólar paralelo
Ya no sólo afecta a los títulos en dólares; también alcanza a los emitidos en pesos, por temor a otra devaluación
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Los bonos de la deuda anotaron ayer nuevos y marcados retrocesos, en tanto volvieron a surgir indicios de una renovada presión sobre el dólar, luego de que el juez Griesa se negó ayer a reponer la medida cautelar que le permitiría al país regularizar los pagos de su deuda ya reestructurada y, a la vez, eludir el riesgo de caer en default a fin de mes.
El juez bloqueó el 27 de junio el dinero destinado a cancelar los intereses del bono Discount al recordarle al agente de pago (Bank of New York) que, en caso de hacerlo, estaría violando el fallo que obliga al país a cancelar al mismo tiempo sus obligaciones con NML Capital y otros fondos por una suma que ya ronda los US$ 1500 millones. Pero como por ese banco también pasan los giros de fondos para los tenedores de Discount en euros y yenes, quedó también atrapado por esa decisión el dinero de aquellos bonistas.
La audiencia de ayer apuntaba a tratar esa situación paradójica, que no pocos interpretan como una extralimitación del juez, ya que alcanza a bonistas con bonos radicados fuera de su jurisdicción.
Por ese fino resquicio, y por los reclamos que realizarían los distintos agentes de pago y los representantes de terceros afectados por el congelamiento de los fondos, el mercado presumía que el juez podría dar algún indicio de revisar su decisión.
Sin embargo, Griesa volvió a mostrarse inflexible, con lo que el reloj de arena siguió funcionando y se acrecentó el temor a una nueva cesación de pagos. Fue el momento en que la tendencia bajista que ya mostraban los precios de los activos argentinos se aceleró, provocando caídas que, por entonces, llegaron al 5% entre las acciones y al 7% entre los bonos.
Luego esas caídas se recortarían parcialmente, en especial, tras conocerse que el juez había ordenado una nueva reunión de las partes litigantes con el mediador. Pero el cierre dejaría, por segundo día, un saldo de generalizadas pérdidas entre los bonos, sin reparar en monedas, jurisdicciones ni plazos.
Jugada desconcertante
El mercado ya había tomado con inquietud que el Gobierno hubiera enviado anteayer los comunicados a la Bolsa anticipando y detallando los pagos de bonos que debe honrar de aquí a fin de año en moneda extranjera, lo que forzó toda clase de conjeturas. Lo usual es que ese tipo de comunicaciones se realicen con unos 30 días de antelación. Pero anteayer se comunicaron pagos que corresponden a fin de año, como el próximo servicio de intereses del Discount previsto para el 31 de diciembre.
Algunos especularon que la movida estaba destinada a anticipar esas cancelaciones si Griesa accediera a reponer la cautelar, pero el riesgo sería que el juez tomara eso como un nuevo gesto desafiante.
El mayor pesimismo inversor quedó a la vista por los retrocesos del 2,5% promedio que sufrieron los bonos en dólares más líquidos emitidos bajo ley de Estados Unidos. Pero también en el derrumbe del 3,5% de los bonos en pesos habitualmente más negociados (como el Bocon PR13), ya que, de activarse un nuevo default, se cree que al Gobierno se le hará más complicado defender la paridad del peso frente al dólar.
Esta misma presunción es la que está detrás del salto del 1,4% que mostró ayer el dólar en el mercado paralelo -que ya viene mostrándose muy firme desde hace una semana-, al cerrar para la venta a $ 12,45. O el sostenido aumento que muestra el costo de los seguros contra default a 5 años, que rondaba los 1100 puntos hace diez días y llegó ayer a 1800 puntos.






