
Sigue la discusión sobre el término "aniquilar"
Rubeo: el diputado del PJ defendió al gobierno de la esposa de Perón y reveló, sin querer, otra interpretación de aquel concepto.
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Las disquisiciones semánticas formuladas en torno de la orden dada por el gobierno de María Estela Martínez de Perón a las Fuerzas Armadas y de seguridad de "aniquilar la subversión" han cobrado, a raíz de la detención del ex presidente de facto, Jorge Rafael Videla, un nuevo impulso.
Anteayer fue el ex presidente provisional del Senado Italo Argentino Luder quien le respondió al ex almirante Emilio Eduardo Massera que el decreto de 1976 "de ninguna manera" habilitó a los militares a "violar la ley" y a "cometer las aberraciones que se cometieron" en aquella época.
Según Luder, la norma que "incorporó a las Fuerzas Armadas no dice aniquilar la subversión, sino aniquilar el accionar de la subversión que, en el lenguaje castrense, quiere decir neutralizar la capacidad de combate del enemigo y eso cualquier recluta lo sabe", puntualizó el ex candidato presidencial del PJ, en 1983.
Por su parte, el diputado justicialista Luis Rubeo afirmó ayer que "es importante que las nuevas generaciones conozcan la verdad de los hechos", por lo que explicó que, en 1976, "el Poder Ejecutivo remitió para su tratamiento por el Parlamento un conjunto de leyes por las que se creaban salas especiales de apelación y juzgados federales en todo el país" tendientes a "la preservación de los derechos de quienes fueran acusados con la correspondiente defensa en juicio".
De esta manera, el legislador envió a los medios una copia de los proyectos de leyes firmados por la entonces presidenta María Estela Martínez de Perón, fechados el 11 de marzo de 1976, cuyo fundamento indica que "ante el ataque de la barbarie y de la violencia organizada, sea cual fuere la ideología exhibida, cabe responder con una rápida y eficiente adecuación del sistema jurídico, de manera de garantizar la vigencia plena y efectiva del Estado de Derecho. Se hace indispensable el más pronto juzgamiento de los delitos subversivos y su inmediata represión".
Y, en el cuarto párrafo, agregaba: "Esa lucha no puede parcializarse en el empeño de las fuerzas armadas y de seguridad, pues están comprometidos los principios del ser de la Nación y, por ello mismo, el compromiso de aniquilar la subversión debe ser asumido por todos y cada uno de los argentinos".




