Tras el escándalo en Diputados, el oficialismo suspendió la reunión que iba a tratar el DNU sobre el acuerdo con el FMI
La Comisión Bicameral de Trámite Legislativo se reprogramaría para el martes próximo; acudirían funcionarios del Ministerio de Economía
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De manera sorpresiva, el oficialismo suspendió la reunión prevista para este mediodía de la Comisión Bicameral de Trámite Legislativo, en la que pretendía apurar el dictamen sobre el decreto de necesidad y urgencia (DNU) que habilita al Gobierno a sellar un nuevo acuerdo para renegociar la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
La decisión del oficialismo se produce horas después de las escenas de enfrentamiento que se produjeron anoche en la Cámara de Diputados y que tuvieron como protagonistas, entre otros, al libertario Lisandro Almirón y a Oscar Zago, legislador del MID y aliado del oficialismo. Ambos integran la Comisión Bicameral de Trámite Legislativo e iban a reencontrarse este mediodía para debatir el decreto sobre el acuerdo con el FMI.
Zago es uno de los votos clave que necesita el oficialismo para asegurar el dictamen que necesita el Gobierno; después del escándalo de ayer, en el que el dirigente del MID se sintió agredido por los insultos que le propinaron sus excompañeros de La Libertad Avanza por apoyar la continuidad de Marcela Pagano al frente de la Comisión de Juicio Político, su acompañamiento al dictamen quedó en duda. Éste habría sido uno de los motivos por los cuales el oficialismo decidió, a último momento, suspender la reunión.
“No tenían asegurados los votos para el dictamen a favor del acuerdo”, deslizan, suspicaces, en la oposición.
Previo a los incidentes de ayer en el recinto, Zago había hecho saber que avalaría el acuerdo con el FMI en la Comisión Bicameral aunque, en consonancia con el reclamo de otros bloques opositores, pidió que al menos el ministro de Economía, Luis Caputo, revele cuáles son las condiciones del nuevo programa, información que no está contenida en el decreto. El mismo reclamo partió del bloque Encuentro Federal, que conduce Miguel Pichetto; Nicolás Massot es miembro de la Comisión Bicameral y una de las voces más críticas a que el Gobierno haya vulnerado la ley y apelado a un DNU para sellar su acuerdo con el FMI.
A sabiendas de que el Ministerio de Economía insiste en mantener bajo siete llaves la letra chica del nuevo programa, el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, hizo oídos sordos a los reclamos opositores. El riojano se había trazado como estrategia apurar el dictamen en la Comisión Bicameral esta misma tarde y llevarlo cuanto antes al recinto de la Cámara de Diputados para refrendarlo. Con el apoyo de una sola cámara la vigencia del decreto quedaría garantizada y el kirchnerismo se quedaría sin la instancia de poder voltearlo en el Senado.
Sin embargo, el incidente entre Zago y Almirón trastocó sus planes. Para peor, Zago no le perdona a Menem que lo haya desalojado de la presidencia del bloque libertario justamente por el affaire Pagano, a quien todavía reivindica como presidenta de la Comisión de Juicio Político.

A casi un año de aquella trifulca con Menem, el diputado del MID se cobra ahora viejas facturas. Por de pronto, el oficialismo debió acceder, aunque parcialmente, a los reclamos opositores y reprogramaría para el martes próximo la reunión de la Comisión Bicameral para invitar a funcionarios del Ministerio de Economía a que den cuenta de las negociaciones con el FMI. Sin embargo, en la lista de invitados no figura -ni pretende figurar- el ministro Caputo.
La oposición dura promete dar pelea. “Queremos que venga el número uno (por Caputo) a dar explicaciones”, advierten en el kirchnerismo. El Gobierno, en cambio, enviará funcionarios de segundas líneas: Vladimir Werning, vicepresidente del Banco Central; José Luis Daza, secretario de Política Económica y Leonardo Madcur, representante de la Argentina ante el FMI.
El kirchnerismo no solo insistirá en reclamar la presencia de Caputo sino que, además, propondrá un largo listado de economistas de su propio palo para que sean invitados a la comisión. Además, cuestionarán la continuidad del senador Juan Carlos Pagotto al frente de la Bicameral; sostienen que ese cargo le corresponde, este año, a un representante de la Cámara baja.
En su afán de ganar tiempo, las huestes de Cristina Kirchner buscarán retrasar lo máximo posible la firma del dictamen. Según marca la ley que regula los DNU, la Comisión Bicameral cuenta con diez días hábiles para expedirse; cumplido ese lapso, cualquiera de las dos cámaras está habilitada para discutir en el pleno -es decir, en el recinto- un decreto de necesidad y urgencia, tenga o no dictamen de comisión. El kirchnerismo quiere esperar a que se venza el plazo reglamentario para llevar el DNU sobre la deuda al recinto, pero del Senado. Allí, con mayoría simple, pretende darle un golpe al Gobierno.
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