Un informe analizó el efecto de la devaluación en las finanzas de las provincias

CÓRDOBA.- Mientras el gobierno nacional inició las reuniones con los ministros de Economía de las provincias oficialistas de cara al acuerdo para el presupuesto 2019 , el resto de las provincias se prepara para escuchar las medidas que vendrían para recortar el gasto en unos $300.000 el próximo año.

Un trabajo de los economistas Marcelo Capello y Lucía Iglesias, del Ieral, advierte que la devaluación afecta las finanzas de las provincias por la deuda en moneda extranjera que tienen. Las más impactadas son Chubut, Buenos Aires, Neuquén y Mendoza, jurisdicciones en las que el peso de esos servicios supera el 4% de sus ingresos corrientes netos de coparticipación a municipios.

Otro efecto -en este caso, positivo- de la depreciación del peso alcanza a las regalías hidrocarburíferas o mineras. Solo 16 de 24 jurisdicciones están afectadas y media docena de manera fuerte por el peso de los ingresos por esa vía: Neuquén (17%), Santa Cruz (17%), Chubut (14%), Tierra del Fuego (10%), Río Negro (7%) y Mendoza (5%). En las diez restantes, las regalías representan solo un 1% del total de ingresos, muy por debajo del promedio provincial (5%).

El informe asegura que es "heterogéneo" el impacto de los cambios" en la macro y de las reformas fiscales y apunta que si bien el acuerdo con el FMI no incluye referencias directas a ajustes sobre el gasto provincial, "por vía indirecta" lo habrá ya que el compromiso asumido por la Nación implica, en el caso de las transferencias discrecionales, una reducción de alrededor del 80%, en términos reales, entre 2017 y 2020.

Por un lado, los gobernadores aumentaron los recursos que reciben de la Nación por el recupero del 15% de coparticipación que antes financiaba a Anses (hasta ahora solo tres lo reciben completo, Córdoba, San Luis y Santa Fe) y por los ajustes en el impuesto inmobiliario acordado en el pacto fiscal, pero caen por varios otros motivos: menores transferencias automáticas por la reforma tributaria nacional y provincial, y reducción de las discrecionales por ajuste del gasto público nacional y acuerdo con el Fondo. En términos netos, el Ieral entiende que el resultado sería neutro este año, pero desde el que viene el impacto sería negativo, hasta alcanzar 3,4% del PIB en 2022. Parten de que el consolidado de provincias mostraba un déficit financiero de 0,8% del PIB en 2017, que convergen a cero en 2022.

"Queda claro que las provincias en los próximos años no solo tendrán que cumplir con las restricciones de la ley de responsabilidad fiscal (especialmente, que el gasto no aumente más que la inflación) sino inclusive las más complicadas el año pasado (con déficit corriente), deberán ajustar adicionalmente sus erogaciones para converger al equilibrio fiscal", describe el trabajo.