Uruguay reafirmó su apuesta por la flexibilización del Mercosur y pide negociar acuerdos extra zona

En la previa de la reunión de presidentes del Mercosur, prevista para mañana, los cancilleres del bloque común mantuvieron sus posturas “dialoguistas” y también sus focos de conflicto, centrados en la aplicación del Arancel Externo Común-pedido por Brasil y apoyado por Argentina-y la autorización para acuerdos bilaterales extra zona sin el apoyo de los cuatro socios, que hasta ahora sin éxito reclama Uruguay.

“Hay una profunda e histórica vocación de integración regional a la cual nunca renunciaremos, como tampoco renunciaremos a una vocación histórica de apertura e inserción amplia a nivel internacional”, dijo el canciller uruguayo Francisco Bustillo, dejando en claro que la flexibilización para los acuerdos bilaterales (Montevideo busca un acuerdo comercial con China) sigue siendo prioridad para el gobierno de Luis Lacalle Pou.

En la cancillería que encabeza Santiago Cafiero destacaron especialmente la respuesta de su par de Brasil, Carlos França, quien enfatizó la necesidad de acordar “en bloque” con terceros países, y que nadie “se corte solo”, la frase que usara el presidente Alberto Fernández en la reunión virtual de presidentes que terminó en pelea abierta con Lacalle Pou. “Debemos enfrentar como bloque la pérdida del dinamismo e intercambios comerciales que ha sucedido. Esto resalta la relevancia e importancia del bloque en los sectores productivos y la necesidad de que debemos transmitir a los pueblos que representamos, esta idea de que el bloque es que puede traer beneficios sociales y económicos muy concretos”, dijo Franca.

Luego de que el canciller de Paraguay, Euclides Acevedo, país que asume mañana la presidencia pro témpore de manos de Brasil, afirmara que trabajará por ‘más y mejor Mercosur con un diálogo franco y constructivo”, el canciller Cafiero destacó que “para la Argentina, el Mercosur es el principal instrumento de inserción económica internacional y constituye una verdadera política de Estado. Es el camino elegido por nuestro país para relacionarse con el mundo”, afirmó, marcando sutiles diferencias con su par de Uruguay. Cafiero estuvo acompañado por el ministro de Economía, Martín Guzmán; su par de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas; además dee la secretaria de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería, Cecilia Todesca Bocco.

“El bloque que debemos consolidar en el futuro venidero se hará sobre la base de una clara sinergia entre los temas internos y la agenda externa del bloque. El perfeccionamiento del proyecto de integración regional es el resultado del consenso y debe contemplar una política comercial común que inserte adecuadamente a nuestros países en el mundo”, agregó. “Es importante que esta agenda contemple los intereses exportadores de todos los socios y de nuestros sectores productivos”, agregó el canciller, y elogió los acuerdos para bajar un 10 por ciento los aranceles, medida que Brasil ya comenzó a implementar de modo unilateral aunque con el conocimiento de sus socios. “El AEC es un elemento constitutivo de nuestro proceso de integración (…) Nos encontramos ahora en medio de esta negociación y todos los socios hemos hecho un gran esfuerzo para lograr un acuerdo. Las condiciones están dadas para lograrlo, para contar con un AEC más adecuado a nuestra realidad actual y para consolidar la unión aduanera”. Uruguay amenaza con no dar su consentimiento a esa rebaja, como contrapartida a la decisión de Brasil y Argentina de no aceptar avalar eventuales acuerdos de Montevideo con China u otro país extra zona.

Las expectativas argentinas, de cara al encuentro virtual de mandatarios, siguen siendo las de una relación “armónica” con Brasil, más allá del desagrado que causó al gobierno de Jair Bolsonaro la presencia protagónica del ex presidente de ese país, Luis Inacio Lula da Silva en el acto de celebración del Día de la Democracia, el viernes pasado. Según pudo saber LA NACION, en la cumbre se espera un discurso “moderado” de Bolsonaro, con quien Fernández acordó (vía embajador Daniel Scioli) la rebaja del arancel en la mayoría de los productos, en tanto aún es considerada una “incógnita” lo que pueda expresar el presidente uruguayo. “Uruguay se está oponiendo porque supedita dar consenso a la rebaja del AEC a que se le dé un waiver para negociar unilateralmente con terceros (China)”, afirmaron fuentes oficiales. Agregaron que en torno del AEC se siguen “conversaciones para lograr que Uruguay se sume al consenso”.

Desde la Cancillería de ese país intentaron bajar las expectativas sobre un discurso de “alto voltaje” por parte de Lacalle Pou, aunque la realidad se verá en el terreno.