“Nunca vi algo así antes”: rompió una pared de una casa y lo que encontró lo dejó atónito
Vivir en una casa viene aparejado de un montón de externalidades que no todo el mundo tiene en cuenta
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Si bien el sueño de un jardín con pileta es una de las aspiraciones habitacionales más frecuentes, vivir en un casa tiene sus desventajas como por ejemplo convivir con insectos y todo tipo de animales que pueden aparecer en un espacio verde en algún momento de su estadía.
Las plagas de insectos como cucarachas, hormigas o bichos afines a la humedad son difíciles de eliminar y suelen instalarse en el suelo, las paredes o las rejillas de la propiedad. Hasta que llega un fumigador profesional a deshacerse de ella, las personas que allí viven frecuentemente tienen que lidiar con los mismos por un tiempo.
Sin embargo, no fue una invasión de bichos lo que llenó las paredes de esta casa en California y dejó al controlador de plagas en completo asombro.
Nick Castro, propietario de la empresa especializada en el tema Nick’s Extreme Pest Control, no podía creer lo que veían sus ojos cuando rompió la primera pared de la casa que lo contrató.
Con el caudal de una catarata salieron despedidas un sinfín de bellotas cuando el exterminador hizo su trabajo. “Simplemente siguieron viniendo y viniendo, sin parar”, dijo Castro a The Dodo, un sitio donde se publican historias relacionadas a los animales.
Cómo llegaron las bellotas al interior de la pared
¿El responsable? Un pájaro carpintero que, según el controlador de plagas, había hecho numerosos agujeros en el exterior de la propiedad, a través de los cuales dañó revestimientos y molduras de la casa para almacenar las bellotas que recolectaba.
Cuando recibió el pedido, admitió que “se pensaba que las bellotas estaban solo a una cuarta parte de la altura de la pared pero resultó que estaban apilados a seis metros de altura hasta el altillo de la casa”. Después de abrir más agujeros, Nick recolectó en ocho grandes bolsas de basura aproximadamente 317 kilos del fruto de árboles como el roble y alcornoque.
Nick supone que el pájaro entró inicialmente a poner su comida en la chimenea y luego de agujerear el revestimiento de madera circundante logró acceder por los agujeros de ventilación del altillo.
Dado que la empresa del controlador de plagas busca preservar la vida de los animales en lo posible, el pájaro carpintero fue dejado en libertad con vida y la familia tapó los agujeros para evitar que eventualmente vuelva a dejar su botín.
LA NACION
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