Propiedades: la señal que indicaría que se volvió a enfriar el mercado inmobiliario

Después de cerrar un 2022 récord, en el primer mes de este año se registraron 1848 operaciones de compraventa de propiedades ubicadas en la ciudad de Buenos Aires, un 33,4% más que el mismo mes del año pasado, mientras que el monto total de las transacciones realizadas subió, en pesos, un 142,8%, con $41.527 millones.

De esta manera, el mercado mantiene el impulso del año pasado que cerró con 33.753 escrituras, un 17% más que lo registrado en 2021 y se convirtió en el mejor periodo desde 2018.

El contraste que muestra lo atrasado que está el sector es que en el primer mes de 2018 hubo más escrituras de hipotecas que las totales de compraventa registradas durante enero de este año: en aquel momento fueron 1855 hipotecas de un total de 4500, y este enero el total fueron 1848 total “mientras que con hipoteca fueron apenas 78, lo que representa una baja del 10,3% respecto al mismo mes del año pasado y el menor número de la historia para el mes de enero. Este es el reflejo de un mercado inmobiliario que no tiene crédito actualmente: menos de 1500 hipotecas en un año, cuando en el 2018 en apenas un solo mes hubo casi 2500 compras con crédito.″, afirma Jorge De Bártolo, presidente del Colegio de Escribanos.

El monto medio de las operaciones de enero fue de $22.471.663 (equivalente a US$118.558 según el tipo de cambio oficial promedio), lo que implica un aumento del 82% en un año en pesos y del 5,2% en dólares estadounidenses. Este dato muestra que el precio promedio de los inmuebles aumenta por debajo de la inflación y de la devaluación del peso.

“El mercado se mueve debido a la caída en los precios en dólares de las propiedades que rondó el 40 por ciento en los últimos cuatro años”, afirma José Rozados, director de Reporte Inmobiliario y agrega: “Sólo compra actualmente el ahorrista del dólar billete que necesita un inmueble y ve la oportunidad, si la caída no se hubiera dado estaríamos con las cifras más bajas de toda la historia”. Está comprobado que los años de cepo enfrían la actividad: se comienza a ver desde 2013 a 2015 y desde 2018 a la fecha.

Hay que recordar, por otro lado, que el cambio de ciclo se dio el año pasado cuando entre junio, julio y agosto se registró el primer trimestre en los que por tres periodos consecutivos se generaron más de 3000 firmas mensuales, un fenómeno que no ocurría desde el boom de los créditos UVA en 2018. Desde entonces, las escrituras con hipoteca habían disminuido en los últimos años debido, en parte, a la restricción crediticia que se aplicó en Argentina como consecuencia de la crisis económica y financiera -hasta ahora-.

De cara a futuro y tras un prolongado período de varios años en el que los precios inmobiliarios se han mantenido en una tendencia decreciente, los expertos del sector vislumbran un año 2023 complejo, con desafíos tanto en términos de ventas como de proyectos de desarrollo inmobiliario.

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