
Se recicló el Alpenglow con 11 cuartos, salón y vista al lago Nahuel Huapi. Se invirtieron 150.000 dólares
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San Carlos de Bariloche sigue posicionado entre los centros turísticos que más inversiones captaron en los últimos tiempos en hotelería.
Este año, por el impulso de la inversión privada recuperó un establecimiento en Libertad 195. Se trata del Alpenglow Bariloche Hotel, en una zona privilegiada, a pocos metros del tradicional Centro Cívico de esta ciudad patagónica y a dos cuadras de la calle Mitre, la vía comercial más importante, que a su vez se conjuga con la proximidad y vista hacia el lago Nahuel Huapi. Finalmente está cerca de la calle San Martín, la segunda en importancia, donde está en pleno desarrollo un nuevo polo gastronómico de mayor nivel para la zona.
"Es una propuesta que consideramos que funciona muy bien para el segmento corporativo para aquellos representantes de las empresas que viajan periódicamente a Bariloche (como las vinculadas con telefonía, bancos, prepagas y de entretenimiento, por ejemplo). A su vez está indicada la propuesta para el turismo, que por su ubicación permite que el visitante esté cerca de la vida social en el centro de la ciudad y disfrute de las excursiones clásicas que el mismo hotel se encarga de organizar con operadores locales", explica Paula Abriata, la propietaria.
El Alpenglow tiene una superficie de 800 m2 distribuidos en 4 pisos (incluye salón para eventos). En la planta baja están el lobby, la recepción, los baños, la cocina, el desayunador, el bar y la barra.
En total cuenta con 10 habitaciones (de 25 a 50 m2). En el primer piso tiene 5 (tres clásicas y dos studios), y en el segundo otras tantas (de igual categoría). En tanto que en el tercer piso hay un departamento (de un dormitorio más living).
Cada habitación ofrece un área de trabajo, minibar, cajas de seguridad para notebook, telefonía de última generación, LCD de 32 pulgadas, TV por cable y menú de almohadas, entre otros detalles de confort.
Con historia
De áreas comunes posee el jardín y el lugar para estacionamiento. "La decoración del hotel en tonos tierra rescató el estilo patagónico moderno con predominio de la madera de lenga. En todas sus áreas es muy luminoso por sus grandes ventanales", detalla Abriata.
El hotel fue construido en 1950 por el abuelo de la actual propietaria. Para su remodelación se invirtió lo necesario como para llevar a nuevo todas sus instalaciones de servicios (electricidad, calefacción y agua), y reacondicionar sus habitaciones a las exigencias del turismo actual. "Un cálculo aproximado de la inversión de equipamiento para las habitaciones (LCD, telefonía y mobiliario, que no incluye la decoración) es de 150.000 dólares", indica Abriata.
El hotel ofrece gastronomía regional y Wi-Fi, entre sus variados servicios. "También apostamos al futuro y hay posibilidades de construir un spa y seguir expandiendo el inmueble con nuevas habitaciones en el nivel superior y en el sector de terreno libre", concluye.
Avance
Bariloche crece mucho en la temporada invernal, con mayoría de turistas brasileños. El Alpenglow registró un 95% de ocupación desde su reapertura



