La presentación de una nueva herramienta destinada a mejorar el diseño y la construcción de los edificios llamó la atención del sector del real estate internacional. Se trata de un robot con forma de perro llamado Spot, que fue creado por Boston Dynamics y que es utilizado por la firma Foster + Partners, con sede en Londres. Este robot -que tiene cuatro patas y un torso- es capaz de escanear y analizar los edificios que están en construcción.
Esta herramienta ya se había utilizado -con éxito- en inmuebles industriales, y su función consistía en monitorear el nivel de riesgo de los mismos. Para probar la utilidad del robot en el contexto de la arquitectura, el grupo de Investigación y Desarrollo Aplicado de Foster + Partners lo liberó dentro de Battersea Power Station, un importante proyecto de oficinas que se encuentra en obra, a orillas del Támesis, en Londres.
Spot está programado para seguir una ruta previamente mapeada a través del sitio en construcción, escaneando el progreso del edificio y comparándolo con el diseño original.
Esto ayuda a identificar cualquier error o alteración que surja a medida que el diseño digital se transforma en concreto y acero. Spot garantiza, por ejemplo, que los detalles como las cañerías y los conductos eléctricos estén alineados correctamente. Al monitorear el proceso de construcción cada semana, los arquitectos pueden ver rápidamente si el edificio físico se está alejando del proyecto original y, de esta forma, realizar los cambios pertinentes para cumplir con lo previsto en los planos. “Actualmente, los flujos de trabajo utilizados pueden ser bastante lineales y cualquier diseño o cambio en el sitio puede tener un efecto dominó en el proceso”, dice Martha Tsigkari, socia de Foster + Partners. Y agrega: “Las tecnologías disruptivas como Spot permiten detectar cualquier cambio casi al instante, lo que ahorra tiempo y dinero”.
La firma también ha utilizado el robot en una renovación de su propia sede en Londres, tomando los datos recopilados durante sus escaneos regulares no sólo para monitorear la construcción, sino también para influir en la funcionalidad del edificio. Esta herramienta se puede usar para chequear edificios terminados y ocupados, realizando escaneos regulares para comprender cómo se están utilizando los inmuebles.
Tsigkari sostiene que es probable que Spot se utilice para escanear los edificios de oficinas después de que la gente se haya ido a sus casas. “Por el momento, el robot llama la atención donde quiera que vaya. Para su uso en edificios ocupados presenta un desafío porque lo ideal es capturar la realidad sin alterarla”, comenta Adam Davis, otro de los socios de la firma.
En el futuro, Spot incluso podría llegar a modificar la forma en que se diseñan los edificios. Tsigkari dice que el simple hecho de saber que un escaneo regular podría detectar problemas más adelante puede permitir a los diseñadores más flexibilidad para proponer ideas de diseño. “Las tecnologías disruptivas tienen una forma interesante de afectar los procesos que no anticipamos”, dice Davis.
Por ahora, el potencial de Spot aún se está probando. Davis explica que la mayor innovación que puede aportar a la arquitectura es la comprensión de los edificios en distintas dimensiones: cómo cambia el espacio con el tiempo y también cómo el tiempo modifica la forma en que se utilizan los espacios. “¿Cómo afectan los arreglos espaciales -cambio de mobiliario y las subdivisiones de los espacios, por ejemplo- la cantidad de tiempo que las personas pasan en un lugar y su experiencia de ese lapso? Podemos inferir muchas de estas cualidades del espacio a través de los datos que nos aporte el perro robot. Sin dudas, la capacidad de Spot para recopilar información es una gran pieza en el rompecabezas que es la arquitectura moderna”, concluye Davis.
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