Compraste un montón de semillas de chía y ahí están, mirándote desde ese frasco pipí cucú en tu alacena, como diciendo “acá se come sano y natural” pero no tenés ni idea de cómo hacerlo. A veces le tirás unas cuantas a la ensalada, así como para decorar, porque viste que ahora se usa meterle semillas a las lechugas, pero realmente no le encontrás la diferencia. Te sentís un pajarito comiendo semillas, de dónde habrá salido esta moda y cómo fue que pasamos de las divertidas pipas de girasol que nos comíamos en los recreos del colegio a esto de llenar nuestras cocinas de todas las semillas habidas y por haber. Le encontraste la vuelta a las de sésamo, las de zapallo que al menos tienen sabor, pero con las diminutas y secas semillas de chia todavía no se te ocurre qué hacer pese a que te las indicó el médico como protectoras del corazón, tu coach nutricional te aseguró que son maravillosas para regular la fibra intestinal, para desintoxicar el organismo y vos seguis con el frasco mirándote y diciéndote: Usaaameeee, usaameeee. Bueno, acá tenés una receta que no solo te va a sacar la culpa sino que te va a dar una grata sorpresa: un postre ideal para el desayuno, la merienda o para después de una comida demasiado liviana. Este pudin de chia y avena tiene todo y es riquísimo. Super fácil, además. ¡Y muy vegano!
1 taza de leche vegetal (avena, almendras, coco o soja).
1/4 taza de avena arrollada.
3 cucharadas de semillas de chía.
Miel o cualquier endulzante orgánico.
1 cucharada de frutas frescas cortadas y/o de frutos secos picados (opcional)
Canela o cacao en polvo (opcional).
1 cucharadita de esencia de vainilla.
Preparación
Poner las semillas y la avena en bols distintos cada una, distribuir la leche en ambos recipientes por encima a cada una, de modo que queden humedecidas, pero no totalmente líquidas, si hace falta pueden agregar más o menos cantidad de leche.
Sacar de la heladera y agregar la vainilla al recipiente de la semilla, y la miel a la avena, mezclar cada uno muy bien.
Agregar la miel al gusto a las semillas y mezclar nuevamente. En un vaso, colocar la avena, por encima esparcir canela, luego las rodajas de banano, por encima las semillas y por último los toppings de frutas frescas y/o secas por encima!
Servir y disfrutar.
Sin frutas queda muy bien, es suave y más liviano. ¡Y a los chicos les gusta!
Los pudins o postres blandos van a ser el boom del verano porque son energéticos, nutritivos y muy fáciles de preparar. Andá guardando varios frascos de mermeladas y yogures para presentar este pudin de chia y avena.
