Todo el esplendor. Las mujeres de la familia real sueca brillaron con sus trajes y alhajas en la gala de los Premios Nobel

Con toda la pompa que merece, el sábado 10 se celebró la gala de los Premios Nobel, una de las citas más importantes en la agenda de la familia real sueca, que recuperó su esplendor y glamour después de una edición 2021 más austera tras la crisis sanitaria por el Covid-19. En la Sala de Conciertos de Estocolmo, el rey Carlos Gustavo presidió la ceremonia y entregó los respectivos diplomas a figuras como la escritora francesa Annie Ernaux, ganadora del Premio Nobel de Literatura, el sueco Svante Pääbo, galardonado con el de Medicina, y los norteamericanos Ben S. Bernanke, Douglas W. Diamond y Philip H. Dybvig en Economía, entre otros. Acompañaban a Su Majestad la reina Silvia, la princesa heredera Victoria y la princesa Sofía –que esa misma semana cumplió 36 años–, que también fueron protagonistas al dar cátedra de estilo con sus trajes de fiesta decorados con joyas espectaculares que merecen un capítulo aparte.

UN JOYERO REAL ESPECTACULAR

La Reina llevó su traje a otro nivel con joyas de alto impacto: tiara, collar, brazalete y broche de amatistas conocido como el “conjunto de amatistas de la reina Josefina”, realizado con piedras preciosas de más de doscientos años que fueron usadas por la mujer del emperador Napoleón y que acabó en el joyero real a través de su nieta, Josefina de Suecia.

En el caso de la princesa heredera, eligió la tiara de los seis botones, una joya procedente de la colección de la princesa Margarita de Connaught, nieta de la reina Victoria y princesa de Suecia por su matrimonio con el príncipe Gustavo. Y, aunque pocas veces los usa por su valor incalculable, llevó los pendientes Vasa, de las piezas más antiguas del joyero real (datan del siglo XVIII).

La princesa Sofía, en tanto, usó la tiara Palmette, que sus suegros le regalaron con motivo de su boda con el príncipe Carlos Felipe, pero en esta ocasión, por primera vez, la remató con topacios.

MIENTRAS TANTO, EN OSLO…

Al mismo tiempo, la corona noruega se puso al frente de la ceremonia de entrega de los Nobel de la Paz, celebrada en Oslo. En el Ayuntamiento de esa ciudad se reconoció al Centro por las Libertades Civiles de Ucrania, a la ONG rusa de derechos humanos Memorial (desmantelada por las autoridades de su país) y al activista bielorruso Alés Bialiatski, actualmente en prisión.

El príncipe Haakon y su mujer, la princesa Mette-Marit, dijeron presente de la mano y muy sonrientes, para acompañar a los reyes Harold y Sonia. La capital escandinava fue una auténtica fiesta en el día que se premiaba a aquellas personas e instituciones cuyo trabajo significó un gran aporte a la sociedad.

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