Esta es la cuarta jornada del desafío para ser más feliz; enviar una nota de agradecimiento a alguien puede generar un impacto positivo en los sentimientos de bienestar y conexión

Para el ejercicio de hoy, nos permitiremos ser vulnerables y le diremos a una persona importante en nuestras vidas lo que sentimos por ella. “Piensa en todo lo que han hecho por ti durante tu vida”, dijo Bob Waldinger, profesor de psiquiatría en la Escuela de Medicina de Harvard y autor del nuevo libro The Good Life. “¿Dónde estarías, o quién serías sin esa persona?”.
Cuarto día del Reto de la felicidad: Agradecerle a alguien especial
Piensa en lo que le agradecerías a esa persona si pensaras que nunca la volverías a ver. Tómate unos minutos y escribe lo que le dirías, con tantos ejemplos específicos como sea posible. No lo pienses demasiado: puede ser algo rápido y directo desde el corazón. Piensa en eso como un elogio en vida, un panegírico para alguien que sigue vivo.
Luego envíalo por correo electrónico, mensaje de texto, en una carta escrita a mano o como sea. El medio no importa, pero envíalo.
Las personas más felices se toman el tiempo para apreciar explícitamente a las personas que aman, dijo Waldinger. Las investigaciones han demostrado que escribirle una nota de agradecimiento a alguien tiene un impacto positivo inmediato en los sentimientos de bienestar y conexión, tanto para ti como para el destinatario.
“Algo que impide que muchas personas se comuniquen es que podrían preguntarse: ‘¿Es extraño que me ponga en contacto después de todo este tiempo? ¿Qué van a pensar?’”, dijo Peggy Liu, profesora asociada de la Escuela de Graduados en Negocios Katz de la Universidad de Pittsburgh, quien dirigió un estudio de 2022 en el que los participantes enviaron una breve nota a alguien de su círculo social con quien no habían tenido contacto por un tiempo. “Pero los destinatarios no están pensando en eso. Más bien piensan: ‘Alguien se ha tomado el tiempo para contactarme. Pensaron en mí’”.

Extra: si tienes pareja, prueba hacer una lista de gratitud
Guy Winch, un autor y psicólogo de la ciudad de Nueva York que es coanfitrión del podcast Dear Therapists, recomendó hacer un ejercicio similar para fortalecer los lazos de pareja. Sin mostrárselas a tu pareja, anota 10 cosas específicas que haya hecho, con el mayor detalle posible, y que aprecies mucho. A su vez, tu compañero hará lo mismo.
Cuando termines, busca un momento especial para estar juntos y lee la lista en voz alta. Mira a tu pareja después de leer cada elemento de la lista y di cómo te hace sentir cada gesto. Luego pídele que te lea su lista.
Centrarte en los gestos en vez de, por ejemplo, catalogar sus buenas cualidades, “resalta las formas reales y concretas en las que tu pareja se esmera”, dijo Winch. “Y muchos de estos pequeños momentos se pierden y olvidan cuando estamos en el piloto automático emocional de la vida diaria, por lo que seleccionar una lista de esos gestos es una forma de destacarlos”.
Mi esposo Tom y yo hicimos esto una vez. Cuando me preparaba para leer mi lista en voz alta, me invadió una timidez repentina e inusual. Al enumerar sus gestos considerados (llevarme a todas partes porque soy temerosa detrás del volante, arreglar alegremente todos mis problemas con la computadora), me detuve abruptamente en el número 7.
“Pintar la casa nueva de mis padres el verano pasado, fin de semana tras fin de semana en el calor”. Le había dado las gracias superficialmente por su ayuda, pero la magnitud de su gesto me abrumó. Todos los fines de semana estaba allí arriba, tambaleándose en la desvencijada escalera de mis padres. Con una humedad terrible y cerca de un nido de avispas. Las lágrimas comenzaron a correr por mi rostro. Ayudar a mis padres ancianos fue un acto directo de bondad para mí.
Winch dijo que ha visto que los beneficios de este ejercicio pueden durar meses o incluso años.
Siempre que puedas, enumera esos gestos y señálalos, dijo Waldinger. Esa es una manera fácil y continua de reforzar la conexión con tu pareja. “Yo lo llamo ‘atrapar’ a tu pareja siendo amable”, dijo. “Acostúmbrate a hacerlo cada vez que puedas”.
De los archivos de la amistad: Emma y Elizabeth
En cada entrega del Desafío de siete días para la felicidad se compartirán historias de amistades significativas que han sido recopiladas a partir de los testimonios de lectores de todo Estados Unidos.
Emma, de 32 años, se encuentra en una etapa de su vida en la que muchos de sus amigos se están emparejando y formando familias. Pero su amiga más íntima, la mujer con la que vive y pasa la mayor parte de su tiempo, es Elizabeth, de 31 años.
“Muchos amigos bromean diciendo que somos como una pareja casada”, dijo Emma, una señal de que muchas personas no saben cómo hablar sobre las relaciones platónicas profundas. “Pero Elizabeth es mejor que una pareja romántica: es mi mejor amiga, una compañera estable y como una hermana para mí”.

Ambas se conocieron en su dormitorio durante el primer año de universidad en Tennessee. Emma no recuerda el momento exacto, pero sí recuerda la sensación de conexión y, que de repente, supo que Elizabeth estaría en su vida durante mucho tiempo.
En 2019, unos años después de graduarse, se mudaron a Brooklyn. Casi no conocían a nadie en la ciudad, y Emma aún no tenía trabajo. (Elizabeth sí estaba trabajando). Sin embargo, sintió una sensación de seguridad al mudarse con su amiga.
“En realidad vivimos nuestras vidas en pareja”, dijo Emma. Cocinan juntas todas las noches, hacen algo que un amigo de ellas describe como un baile silencioso en la cocina, y anticipan el próximo movimiento de la otra. Los tacos, con tortillas caseras, son sus platos favoritos.
Al principio de la pandemia, cuando Nueva York era el epicentro, Emma, gestora de casos de una organización que brinda viviendas de apoyo, continuó yendo a Manhattan para trabajar. Era consciente de que eso significaba que Elizabeth estaba asumiendo un riesgo adicional. “Fue una experiencia muy intensa”, recordó Emma.
En casa, su mundo se redujo a estar juntas. Veían las noticias y mantenían un diario compartido de cómo era su vida. (“Se trataba principalmente de comida”, dijo Emma). Se hicieron tan cercanas que Emma bromeó diciendo que podían comunicarse telepáticamente.
Sin embargo, ella es consciente de que es poco probable que eso sea una “situación para siempre”. En algún momento, los amigos pueden mudarse y formar familia. “Tenemos un departamento con alquiler estabilizado y bromeamos diciendo que nunca lo dejaremos y envejeceremos en él, pero eso no es lo que sucederá”.
“Siento que estoy en un momento muy precioso de mi vida”, dijo Emma. “Y voy a vivirlo con mi mejor amiga”.