Armado con un revólver. Detuvieron durante un robo al adolescente que estaba prófugo por el asesinato de Andrés Blaquier

Hace un mes y ocho días que se había escapado y estaba prófugo. Está sindicado como uno de los autores del homicidio del empresario Andrés Blaquier, asesinado durante un robo en la ruta Panamericana en Pilar, en octubre pasado. En las últimas horas, el sospechoso, de tan solo 17 años, fue detenido cuando, armado con un revólver cargado, sustraía un automóvil en Escobar.

Así lo informaron a LA NACION calificadas fuentes judiciales. El sospechoso, cuya identidad no se publica por tratarse de un menor de edad, está alojado el destacamento policial de Loma Verde, en Escobar. Interviene en el fuero penal juvenil del Departamento Judicial de Zárate-Campana.

“El sospechoso fue detenido cuando robaba un automóvil. En su poder se secuestró un revólver calibre 38, cargado”, sostuvieron fuentes judiciales.

Fue procesado como coautor del homicidio de Blaquier, ocurrido el 29 de octubre pasado. Los investigadores determinaron que conducía la moto usada en el ataque contra el empresario. Su cómplice, de 16 años, fue el autor del disparo y está detenido. El juicio por ese homicidio se realizaría en octubre próximo.

El empresario, de 62 años, fue asesinado el 29 de octubre pasado. Lo mataron de un tiro en el pecho cuando le robaron la moto BMW en la que circulaba por la ruta Panamericana. El crimen ocurrió a la altura del kilómetro 50, en Pilar.

Durante la investigación se estableció que los responsables del homicidio del empresario usaban como base de operaciones el barrio Cri Cri, en Garín, en Malvinas Argentinas. Además, a partir de una serie de testimonios se determinó que se dedicaban a robar motos de alta gama, que entregaban en una casa de la localidad de Grand Bourg, donde les pagaban $100.000 por cada vehículo.

Hasta el 6 de junio pasado estaba alojado denominado Centro de Referencia de Lomas de Zamora, un Instituto de Menores, situado en 12 de Octubre 1298, a 200 metros del cruce Camino Negro y Larroque.

Ese día, a la noche, junto con otros tres internos, se escapó. Tras la fuga, el juez Alejandro Flori, a cargo del Juzgado de Responsabilidad Penal Juvenil 1 de San Isidro con asiento en Pilar, dispuso su captura y la policía inició un operativo de búsqueda.

Las autoridades del mencionado centro de detención informaron a la Justicia que los cuatro jóvenes limaron tres barras de una reja, saltaron por la ventana, escalaron una pared y llegaron a la calle.

En el momento de la fuga no estaba el efectivo de la policía bonaerense asignado a la vigilancia del perímetro externo. Tampoco advirtieron que los cuatro jóvenes huían, los uniformados apostados en el destacamento móvil de la fuerza de seguridad provincial, instalado en la esquina de 12 de Octubre y Larroque.

“Esto fue la crónica de una fuga anunciada; él dijo que le sería muy fácil escaparse, y lo hizo. Y el Estado no hizo nada para evitarlo”, había señalado a LA NACION Ramiro Salaber, el abogado de la familia Blaquier, tras conocer la fuga del sospechoso.

Según las estadísticas oficiales, durante 2022 creció la cantidad de menores punibles, de entre 16 y 17 años, acusados de delitos. El año pasado, 22.100 adolescentes de esa edad fueron procesados por cometer diversos delitos en territorio bonaerense. Durante 2022, se registraron 3600 hechos delictivos más que en 2021.

Las estadísticas del Ministerio Público bonaerense indicaron que durante 2022 aumentó 19% la cantidad de jóvenes de 16 y 17 años sometidos a procesos en el Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil de la provincia de Buenos Aires. La cifra no incluye a los menores de 16 años, porque no son punibles por la legislación argentina.

Eso ocurre, por ejemplo, en el crimen del que fue víctima Joaquín Sperani, el chico de 14 años asesinado por su mejor amigo y compañero de una escuela de la ciudad de Laboulaye. La Justicia cerró ayer la investigación por el homicidio registrado el 29 de junio pasado en esa localidad cordobesa al establecerse con peritajes que el asesino fue el menor de 13 años que había reconocido en una comisaría su responsablidad en el hecho. Fue una muerte premeditada y el homicida actúo solo, pero es inimputable por su edad.