Drogas: el Rengo, el capo narco que estuvo diez años prófugo, vivía a todo lujo y era visitado por barrabravas

Javier Alejandro Pacheco, alias el Rengo, está acusado de ser un importante capo narco que dominó durante años el negocio de las drogas en San Martín. Hasta su detención, concretada en las últimas horas, vivía entre lujos y comodidades en una casaquinta de Parque Leloir, Ituzaingó. Estuvo prófugo una década, investigado por, al menos, cinco homicidios.

En su lugar de residencia, el Rengo era visitado por conocidos barrabravas. La mansión en la que vivía Pacheco tenía parque, piscina, un baño con jacuzzi y un sauna y hasta una sala especialmente acondicionada para jugar al póker, con una mesa profesional.

“Esta organización estaba en retirada para esconderse. Este narcocriminal estuvo prófugo más de diez años por cinco homicidios, hasta que las causas prescribieron y comenzó a montar todo su imperio. Cuando allanamos el lugar había una camioneta Toyota llena de pertenencias para darse a la fuga”, sostuvo el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, al presentar el resultado del procedimiento que terminó con la captura del Rengo y otras siete personas, acusadas de comercializar estupefacientes y de haber lavado, solo el último año, unos 54 millones de pesos provenientes del narcotráfico.

Una vez que le inmovilizaron las manos a la espalda, sujetas con precintos, lo sentaron en una cama y le preguntaron si se pensaba escapar. Con voz altanera, les dijo a los policías que sabía “desde temprano” que lo iban a buscar. “¿Ah, sí? ¿Quién te avisó?”, le preguntó uno de los detectives. En ese momento advirtió que lo estaban filmando con un celular y, desde entonces, se encerró en un prudente silencio.

Según informaron fuentes policiales, la detención de Pacheco, ordenada por el juez federal de Morón Jorge Rodríguez, se concretó en una casaquinta situada en Gauchos de Güemes al 1900, en Parque Leloir. Allí se secuestraron más de dos kilos de marihuana, casi uno de cocaína, 29 teléfonos celulares, un handy, balanzas digitales, 15 municiones de distintos calibres, 219.000 pesos, 3600 dólares, comprobantes de créditos por 600 millones de pesos y pagarés por 100.000 dólares.

Según informó Berni, el Rengo Pacheco tomó el control de la venta de drogas en San Martín luego de que fuera detenido y condenado por ese delito el capo narco Miguel Ángel Villalba, alias Mameluco. Durante años había sido ladero de otros “pesos pesados” del negocio de las drogas en la villa 9 de Julio: los hermanos Gerardo y Gastón Goncebat. El Rengo y otros dos Pacheco, Ezequiel y Diego, heredaron el poder cuando los Goncebat salieron de escena.

Los investigadores que le seguían los pasos a Pacheco especulan que contaba con una aceitada estructura de diversas células y distintos escalones organizativos que le permitían obtener unos 200.000 pesos por día con la venta minorista de estupefacientes.

“Después de Mameluco Villalba, el que tomó el negocio y regenteo de la droga en San Martín es Pacheco. Es un sicario que llegó a la cúspide de la organización sobre la base de ir eliminando a uno por uno a aquellos que se le ponían en el camino”, afirmó Berni.

La investigación del juez federal Rodríguez y de la policía bonaerense comenzó hace nueve meses y tuvo más de 3000 intervenciones telefónicas. La organización se dedicaba a la venta de marihuana y cocaína y el lavado de dineros.

“Incautamos más de 600 millones de pesos en préstamos, una modalidad que ahora el narcotráfico está utilizando, que son microcréditos que dan a personas de los barrios vulnerables que, cuando no pueden pagar, quedan como rehenes para que sean vendedores de droga”, afirmó Berni.

Según fuentes policiales citadas por la agencia de noticias Télam, la banda narco operaba con la venta de drogas en Billinghurst, partido de San Martín, y en Moreno. También tenía parte de su red en Pinamar.

Sobre la vinculación con barrabravas el ministro Berni afirmó: “Dicen que a esta casa venían varios conocidos”.

En los 20 allanamientos ordenados por el juez federal Rodríguez se secuestraron seis vehículos de alta gama –un BMW dorado, una Toyota Hilux, dos Volkswagen, un Peugeot 308 y dos vehículos areneros valuados en 20.000 dólares cada uno–, una motocicleta. Se individualizó una propiedad en el country La Herradura, de Pinamar, y comprobantes de viaje a países limítrofes, Emiratos Árabes Unidos y Qatar.

Los procedimientos estuvieron a cargo de la Delegación San Isidro de la Superintendencia de Investigaciones del Tráfico de Drogas Ilícitas, con el apoyo del grupo táctico Halcón, el Grupo de Apoyo Departamental (GAD) y la Unidad Táctica de Operaciones Inmediatas (UTOI) de la policía bonaerense.