Ejecutado a sangre fría: detuvieron a un sospechoso por el homicidio de un policía asesinado delante de su hija de 11 años

A Leoncio Bermúdez lo ejecutaron delante de su hija de 11 años. El subinspector de la Policía de Santa Fe fue asesinado a balazos cuando hacía guardia en el hospital Provincial, en la ciudad de Rosario. Los delincuentes habían irrumpido en el centro de salud para rescatar a un preso que había sido trasladado desde la cárcel de Piñero al centro de salud. En las últimas horas, fue detenido uno de los supuestos partícipes del crimen, un sicario de 22 años.

Así lo informaron a LA NACION fuentes oficiales. “En las últimas horas, la Policía de Investigaciones (PDI) en trabajo conjunto con el Ministerio Público de la Acusación, detuvo a un joven de 22 años por el asesinato del subinspector Leoncio Bermúdez, ocurrido en el Hospital Provincial el 14 de noviembre. De momento se siguen otras diligencias sobre el caso. El sospechoso, de 22 años, será llevado a audiencia imputativa por la fiscal de Homicidios Dolosos, Gisela Paolicelli”, explicaron los voceros consultados.

Bermúdez murió cerca de las 22 del 14 de noviembre pasado, minutos después de recibir dos balazos en la cabeza. El policía hacía tareas de adicionales en la guardia del hospital Provincial, que se encuentra en Alem y 9 de Julio, cuando cuatro sicarios entraron al centro asistencial y se dirigieron a la sala de internación Nº2, donde Gabriel Lencina estaba internado con un cuadro de tuberculosis. El recluso está acusado de tres homicidios y pertenece al clan Romero, cuyos miembros estuvieron detrás del asesinato de Mauricio Cordara, el chofer del dirigente de UATRE Pablo Ansaloni.

El caso tuvo condimentos que lo hacen aún más dramático: a metros de Bermúdez estaba su hija, de 11 años, que lo acompañaba en momento en que él hacía un servicio adicional de seguridad.

El homicidio fue captado por las cámaras de seguridad del hospital, que registraron a los sicarios cuando mataron a Bermúdez en la puerta del hospital, cuando salían corriendo y el policía se topó con ellos.

Según las imágenes, uno de los atacantes pareció sorprenderse ante la aparición del efectivo y le dispara en la cabeza mientras sale corriendo hacia el auto que los esperaban y huyen por calle Zevallos. En la puerta del hospital, cuando se produjo el crimen, había una mujer en silla de ruedas que esperaba ingresar junto a una ambulancia.

Según relató el por entonces ministro de Seguridad de Santa Fe, Claudio Brilloni, los sicarios ingresaron al hospital y se dirigieron a la sala de internación donde estaba internado el integrante del clan Romero. Los atacantes no lograron su cometido porque se “trenzaron” con los efectivos del Servicio Penitenciario.

“Unos minutos antes, mi hija me mandó una foto con él, contenta porque conoció el lugar donde tantas horas pasa su papá. A mi marido lo mataron como a un perro”, dijo Romina, la esposa de la víctima, cuando despedía el cuerpo de su marido.