El caso del rugbier mendocino: Julieta Silva, a la cárcel: la Corte dejó firme la condena y le revocó la domiciliaria
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Julieta Silva Macagno ya está en la cárcel. La mujer, de 30 años, condenada por atropellar y matar a su novio en 2017, perdió el beneficio del arresto domiciliario, luego de que la Corte dejara firme la sentencia en su contra y desestimara apelaciones de la defensa.
De esta manera, la joven sanrafaelina, quien cumple una pena de 3 años y 9 meses de prisión por acabar con la vida de Genaro Fortunato (25) en setiembre de ese año, volvió al penal de mujeres del sur provincial, tras presentarse ayer de manera espontánea ante la Justicia provincial.
Silva, condenada por homicidio culposo agravado por conducción antirreglamentaria, por el trágico episodio ocurrido a la salida del boliche La Mona, cumplía la detención en su domicilio familiar, en el distrito Las Paredes. Sin embargo, el beneficio que había conseguido en la etapa de instrucción de la causa, quedó revocado una vez que se confirmó la decisión del máximo tribunal mendocino sobre la condena impuesta el año pasado por un tribunal penal, compuesto por los magistrados Rodolfo Luque, Julio Bittar y María Eugenia Laigle.
Presentación
Fue junto a su abogado, Alejandro Cazabán, que Silva se presentó ante los tribunales para ponerse a disposición. En ese instante se le comunicó que debía regresar al complejo penitenciario sanrafaelino. De hecho, el letrado tiene pensado hacer una presentación en las próximas horas para que la joven vuelva a acceder al beneficio, el cual deberá ser analizado por otro tribunal penal colegiado.
De todas maneras, de acuerdo con los plazos de la pena, pasado el primer trimestre del año próximo, Silva estaría en condiciones de comenzar a acceder a disposiciones del sistema penitenciario, como son las salidas transitorias, ya que habría cumplido la mitad de la condena.
Esta semana, se conoció que la Corte rechazó el recurso federal interpuesto por el defensor de la mujer, por lo que el expediente regresó a los tribunales penales, quedando firme la sentencia en su contra. Durante el debate realizado en setiembre del año pasado, la mujer se mostró convencida, con lágrimas en los ojos, de que sus problemas de visión le impidieron darse cuenta de que su novio estaba tirado en la calle mientras ella conducía. Con su auto, lo arrolló y le aplastó el cráneo.
El caso
El fatídico hecho se produjo en la lluviosa madrugada del 9 de setiembre de 2017, luego de que la pareja saliera de la discoteca, tras una supuesta discusión por celos. Ella decidió volverse a su casa en su Fiat Idea; en tanto Fortunato, quiso impedir que esto sucediera y cayó al piso, en estado de ebriedad. De acuerdo con la pericia y los testigos, segundos después, la mujer realizó una "U" y al volver pasó por encima del cuerpo del joven de 25 años, quien murió en el acto.
Los magistrados, en base a la condena que impusieron de 3 años y 9 meses, le creyeron a la mujer, quien durante el juicio repitió reiteradamente la frase: "No lo vi". Para ellos, Silva no tuvo intención de matar al chico. Es más, no pusieron reparos al beneficio de la prisión domiciliaria que la joven venía gozando.
Los jueces basaron su fallo en el artículo 84 bis del Código Penal, el cual dispone esa pena para "el que por la conducción imprudente, negligente o antirreglamentaria de un vehículo con motor causare a otro la muerte".
La Fiscalía había solicitado 14 años de cárcel efectiva por homicidio agravado bajo emoción violenta, mientras que la querella apuntó a la perpetua por considerar que se trató de un "homicidio con dolo eventual agravado por el vínculo". En tanto, la defensa insistió con la "absolución lisa y llana".
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