El crimen de Lucía Pérez. Condenan a prisión perpetua a uno de los dos acusados

MAR DEL PLATA.- La Justicia dispuso por unanimidad condenar a prisión perpetua a Matías Farías por la violación y femicidio de Lucía Pérez, hecho por el que hace cinco años ya habían sido absueltos de esos cargos en un juicio oral y público que luego fue anulado por un tribunal superior debido a que aquel fallo había carecido de “perspectiva de género”. Al otro acusado, Juan Pablo Offidani, le aplicaron 8 años de cárcel como partícipe secundario del femicidio de la chica, que tenía 16 años y fue abusada y drogada hasta la muerte en octubre de 2016. La pena de Offidani quedó unificada en 15 años, ya que se sumó la condena que ya había recibido en el primero juicio, al igual que Farías, por el suministro doloso de drogas a la víctima.

Tanto Farías, acusado de ser autor material, como Offidani, señalado como su cómplice, recibieron la novedad en las cárceles donde están detenidos, condenados en 2018 por comercialización de estupefacientes en el marco de esta misma causa.

Marta Montero y Guillermo Pérez, padres de Lucía Pérez, escucharon el veredicto dentro de la sala de audiencias. Juntos habían avanzado con su lucha para que se anulara aquel primer juicio e insistían con esta nueva oportunidad para que “haya justicia”.

Los dos acusados habían llegado a esta instancia con pedido de absolución por parte de sus respectivas defensas y de prisión perpetua de parte de las abogadas que representan a la familia de la víctima y del fiscal Leandro Arévalo, que había contemplado la situación de Offidani como partícipe secundario y en tan sentido había sugerido para él una pena de 20 años de cárcel.

De lo entonces resuelto por el Tribunal Oral en lo Criminal N°1 en 2018, a partir del reclamo ante el Tribunal de Casación Penal bonaerense, se anuló la absolución dispuesta sobre Farías y Offidani, se ordenó realización de este nuevo juicio que concluyó hoy y el enjuiciamiento de aquellos magistrados, que todavía está en trámite.

Esta lectura de lo resuelto por el Tribunal Oral en lo Criminal N°2, que integran Gustavo Fissore, Alexis Simaz y Roberto Falcone, sufrió postergación de casi diez días debido a la participación que el presidente de la Nación, Alberto Fernández, tuvo con opiniones sobre la causa. En vísperas de esta instancia final recibió a los padres de Lucía Pérez y en sus redes sociales opinó sin medias tintas: dijo que se trataba de un femicidio, que no permitiría que no haya justicia y que el desempeño de los jueces durante el primer juicio oral y público que tuvo este caso “fue escandaloso”.

En razón de estas afirmaciones del máximo responsable del Ejecutivo llegaron presentaciones de la defensora oficial que asiste a Farías, Laura Solari, que pidió nulidad del juicio y recusación del tribunal, medidas rechazadas por los mismos magistrados.

La audiencia de hoy, como también había ocurrido durante el inicio del debate, tuvo una importante concentración frente a tribunales de funcionarios y organizaciones vinculadas a la defensa de los derechos humanos, violencia de género y diversidades que desde entonces habían exigido condenas “ejemplares”.

“Justicia, justicia”, se cantó desde temprano en la esquina de Falucho y Tucumán, donde se estableció el vallado que limitaba el acceso a tribunales, con paso habilitado solo para quienes estaban vinculados de manera directa al juicio.

Farías y Offidani están presos por comercialización de estupefacientes. Esa condena a ocho años de cárcel quedó en pie de aquel primer juicio, ya que no fue cuestionada por la querella. Alcanzaba también a Alejandro Maciel, tercer involucrado en el caso, que falleció hace dos años.

Lucía Pérez llegó muerta el 8 de octubre de 2016 a la sala de salud municipal de Playa Serena, Farías, Offidani y Maciel la trasladaron en un vehículo. La versión que dieron es que había estado con el primero en una casa de barrio Alfar, donde mantuvieron relaciones sexuales y ella había consumido drogas.

Los peritos forenses determinarían luego que, sin ser contundentes, pero como causa más probable, la menor de 16 años murió como consecuencia de una asfixia tóxica derivada del consumo excesivo de cocaína.

La causa tuvo en aquellos días un elemento que distorsionó el arranque de la investigación. La fiscal original del caso, María Isabel Sánchez, dijo en conferencia de prensa que, según un informe preliminar de autopsia, la víctima había sufrido “empalamiento” en el marco de un “brutal” abuso sexual que derivó en su muerte. Esa circunstancia extrema luego sería descartada por los forenses.