El “monstruo” de Constitución: con un “reloj espía” filmaba a estudiantes, distribuía videos y cobraba “cafecitos” por el material
El sospechoso, de 34 años y que trabajaba como cajero en un supermercado, fue procesado con prisión preventiva; le secuestraron más de 1000 archivos con contenido fílmico y fotográfico de situaciones de abuso de menores
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Cuando allanaron su casa en Constitución, además de descubrir 1063 archivos con contenido de explotación y abuso sexual infantil, los detectives de la Policía de la Ciudad a cargo del operativo secuestraron un cuaderno en el cual había anotaciones hechas a mano y en una de ellas, con el título “Fin del juego”, el sospechoso se autodenominaba “monstruo, psicópata y pedófilo” y describía cómo había engañado a un adolescente, con la que interactuó de forma virtual, para grabarla mientras se bañaba. Se trataba solo de unas de sus víctimas. A otras las filmaba con un “reloj espía” después de seguirlas cuando salían del colegio. Ahora, Alejandro Rodríguez, un cajero de supermercado de 38 años, está procesado con prisión preventiva.
Así lo informaron a LA NACION fuentes judiciales. La resolución del juez en lo criminal y correccional porteño Martín Yadarola que procesó al sospechoso, conocido como “el sátiro del reloj”, por los delitos de “producción de representación de un menor de 18 años dedicado a actividades sexuales explícitas o toda representación de sus partes genitales con fines predominantemente sexuales” y “tenencia de representaciones de personas menores de edad dedicadas a actividades sexuales explícitas o a la exhibición de sus partes genitales con fines predominantemente explícitas, agravado por tratarse de menores de 13 años”, fue confirmada por la Sala VII de la Cámara del Crimen, integrada por los magistrados Mariano Scotto y Rodolfo Pociello Argerich.
“Habida cuenta el volumen de material secuestrado, no se descarta que en un futuro pueda extenderse la imputación en relación con otras personas menores de edad que puedan surgir, o que haya distribuido el material pornográfico que tenía en su poder, teniendo en cuenta que la investigación está en curso y que aún no se ha terminado de analizar la totalidad de la evidencia”, sostuvo el juez Yadarola en su resolución, a la que tuvo acceso LA NACION.
La investigación, según consta en el expediente, comenzó tras una denuncia ante lo que “parecía, en principio, un caso vinculado a maniobras de acoso callejero con motivo de la publicación y distribución de fotografías y videos de las partes pudendas de menores de edad que luego eran vendidas, pero culminó con el secuestro en el domicilio de Rodríguez de una gran cantidad de archivos de pornografía infantil [sic], acreditándose que durante un tiempo prolongado Rodríguez efectivamente produjo representaciones sexuales explícitas de al menos una menor de edad y en su domicilio tuvo a disposición material fílmico y fotográfico en el que aparecían personas menores de edad involucradas en comportamientos de contenido sexual explícito”.
El sospechoso, según explicó el juez Yadarola en su resolución, cobraba por el material. “Entre el 5 de enero y el 3 de febrero pasados se recibieron 177 cobros por videos subidos a la web titulados ´Colegiala y apurada´, ´La alumna calienta p...´ y ´El trío colegial´”. Los pagos se hacían por medio de la app conocida como “cafecito” o “matecito”.
“Rodríguez tenía instalada en su teléfono celular, móvil que fue secuestrado, la aplicación Telegram en la que se detectaron grupos de chat relacionados con pornografía infantil [sic], alguno de los cuales requerían para compartir material de ese tipo para poder ser parte”, se consta en el expediente judicial.
En el allanamiento en la casa del sospechoso, el personal de la División Investigaciones Especiales de la Dirección Investigación y Prevención de Delitos Tecnológicos de la Policía de la Ciudad, entre otros elementos, archivos guardados en carpetas con diferentes nombres, uno de ello está titulado como “Reloj”: se trataban de videos e imágenes “obtenidos de forma casera similares a los publicados en un sitio web [tipo blog] relativos a mujeres que aparentan ser menores de edad filmadas de manera subrepticia en sus partes íntimas mientras caminan por la vía pública”.
“Me están filmando”
En la denuncia que dio origen a la investigación se incorporaron capturas de pantalla de diferentes publicaciones. Una estaba titulada “Me está filmando blda [sic] jaja”, en la que se sostuvo: “Una caza [sic] de las [que] más recuerdo, no porque se trataba de algo espectacular, sino por el momento de adrenalina. Una teen saliendo del colegio, la empece a custodiar unas cuadras, hasta que se aviva y se da cuenta de mi cámara, y empieza a relojear. Justo se encuentra con una compañera y se ve que algo le dice como: ‘Mira ese hdp me está filmando’ o ´ahí lleva una cámara, algo así jaja, traté de que la tensión no suba jaa [sic]”. En unos días se podrá descargar en ´matecito´”.
El juez Yadarola explicó: “Puede advertirse en las publicaciones la presencia de menores de edad en uniforme escolar en las que se observan sus partes pudendas y ropa interior debajo de la pollera, sumado al relato vertido por el propio autor en el que hace referencia a la aplicación ´matecito´, donde recibiría dinero a través de donaciones o suscripciones para continuar subiendo este tipo de material. La hipótesis trazada en la denuncia fue comprobada por la investigación llevada a cabo por la División Investigaciones Especiales de la Policía de la Ciudad”.
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