Escalofriante. Arrojaron un cadáver desde un auto, detrás de un hipermercado de Villa Pueyrredón

El cadáver de un carnicero peruano fue arrojado desde un auto en el barrio porteño de Villa Pueyrredón y la Justicia, junto con la Policía de la Ciudad, intenta develar cuándo, cómo y quién lo mató y desechó el cuerpo a un centenar de metros del paredón trasero del hipermercado Walmart, de Constituyentes y casi General Paz.

Fuentes policiales señalaron que el hecho se produjo ayer a la tarde, cuando desde un auto fue arrojado el cadáver de José Rivera Ponte en Condarco y Ezeiza, junto al complejo de monoblocks Barrio General San Martín.

Rivera Ponte vestía remera gris de manga larga, pantalón blanco, zapatillas grises y llevaba puesto un barbijo negro con el logo de la marca deportiva del basquetbolista Michael Jordan. Según se explicó, presentaba cortes en el cuero cabelludo y ambos pómulos ensangrentados. Cuando los paramédicos le sacaron el tapabocas oscuro que aún llevaba puesto descubrieron el motivo de la profusa cantidad de líquido hemático en el rostro, que no se condecía con la profundidad de los tajos: el carnicero peruano había recibido un disparo en la cara.

Las primeras averiguaciones sobre el hecho indicaban que habría sido arrojado desde un Renault Megane blanco o gris, en el que iban dos hombres. El cadáver fue depositado cerca del cordón, entre dos autos -uno de ellos, un taxi-, sobre la mano derecha de Condarco, según se informó.

Los investigadores, en este estadio inicial de la pesquisa, tendrían descartado el robo como móvil del crimen, dado que Rivera Ponte tenía entre sus ropas el celular y dinero.

Fueron vecinos del lugar los que, frente al hecho, dieron el alerta a efectivos que se encontraban en el puesto fijo de la Policía de la Ciudad ubicado en Condarco y Bazurco, a cinco cuadras del lugar del hecho y a una de la estación Villa Pueyrredón, del ramal José León Suárez del ferrocarril Mitre.

Los policías convocaron al SAME, y los emergentólogos que llegaron en la ambulancia constataron el deceso, detectaron el corte en la cabeza y detallaron que la víctima había perdido mucha sangre producto de un impacto de proyectil de arma de fuego en el rostro, a la altura del pómulo, sin orificio de salida.

El caso quedó en manos de la fiscal en lo criminal y correccional Laura Belloqui, con auxilio de la división Homicidios y de la Unidad Criminalística, además de las brigadas de la Comisaría Vecinal 12B, que buscaban rastros en la zona.