Fueron a detener a un hombre y los balearon: un policía muerto y otros tres en grave estado

El oficial Víctor Hugo Díaz se retorcía del dolor causado por la herida que le provocó en la mano derecha el balazo que le disparó el prófugo por un caso de violencia de género al que había ido a capturar con un grupo de compañeros. En el mismo shock room del hospital Nuestra Señora de Luján y separado solo por un biombo, los médicos trataban de salvar la vida de Hugo Jorge Castro, de 35 años, el agresor que minutos antes se resistió a los tiros cuando Díaz, con el sargento Hernán Coll y otros tres camaradas irrumpieron en la habitación donde el sospechoso se había atrincherado.

En ese momento, Díaz todavía no sabía que el agresor sobreviviría y que uno de sus compañeros había perdido la vida en el galpón al que había ido con sus colegas después de recibir el dato que el prófugo se había refugiado en la zona. También ignoraban los policías que ese hombre al que procuraban detener no era un simple acusado en un hecho de violencia de género. No sabían que se trataba de un asesino que no dudaba en disparar. Según fuentes judiciales, en 2009 habría matado a un familiar en medio de una riña.

Estuvo preso por ese crimen entre 2011 y 2015. Luego, fue detenido nuevamente por balear a un hombre, de 70 años, dueño de un establecimiento rural. Cuando la policía allanó su casa, hallaron armas y drogas. Quedó detenido entre 2017 y 2021

Ayer, por la mañana, los policías que se desempeñaban en la comisaría de Open Door recibieron el dato de que el prófugo Castro, que tenía pedido de captura dictado por el juzgado de Garantías N° 2, de Campana por abuso sexual, lesiones graves, privación ilegal de la libertad y amenazas. se había refugiado en un galpón situado en Blas Pascal al 900.

Pocos minutos después de las 9.30 Coll, Díaz, Santiago Carrere, Gonzalo Núñez y Marcos Nery Churquina, abordaron dos móviles. Media hora después, los policías observaron al sospechoso en el predio que vigilaban. Antes que impartieran la voz de alto, el prófugo abrió fuego contra los efectivos.

En ese momento, el agresor ingresó en el galpón y se refugió en una habitación. Los policías lo siguieron e intentaron convencerlo para que se entregara. Ante la falta de respuestas, los uniformados patearon la puerta de la oficina. No llegaron a ingresar cuando el agresor disparó, con furia asesina, la pistola Bersa 9 mm plateada.

Coll recibió dos balazos en el cuello, en la parte del cuerpo en la que no lo cubre el chaleco antibalas. Otro de los balazos hirió a Núñez en el pecho. Anoche este policía que se desempeña como jefe del destacamento de Torres estaba internado en grave estado en la clínica privada de Luján.

Díaz fue herido en la mano derecha y Churquina sufrió una lesión en el pecho por la fuerza del balazo que le pegó en el chaleco antibalas. En tanto que Carrere resultó ileso..

Por su parte, el acusado de atacar a los policías también fue herido a balazos y trasladado al hospital de Luján en estado crítico.

Allí lo operaron y le salvaron la vida. A las 15, fue retirado del quirófano y lo llevaron a una habitación en la que era custodiado por personal de la Gendarmería.

Denuncia de la expareja

Castro era buscado desde el 5 de mayo pasado. Tres meses antes su expareja y madre de sus seis hijos, lo denunció por violar la restricción perimetral que le impuso la Justicia. Según la mujer, el agresor ingresaba a menudo en su casa y con un arma de fuego, con la que la golpeaba y amenazaba.

El último ataque ocurrió el 21 de abril pasado. Castro la golpeó y la sometió sexualmente. Luego de escuchar a la víctima la representante del Ministerio Público de Zárate - Campana solicitó la detención Castro. El juez Garantías convalidó la solicitud y se realizaron allanamientos en viviendas situada en Rawson al 600 y Pueyrredón al 1500 de Campana. Ese caso derivó en el tiroteo y la muerte del sargento Coll.

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