Juicio por Dalmasso. “No quiero ensuciar a nadie”, dijo una de las “congresistas” amiga de la víctima
Paula Fitte de Ruiz, que compartió con Nora la última cena grupal antes del crimen, dijo que “solo pide justicia”; es la esposa de uno de los amigos de Miguel Rohrer, alias El Francés, el empresario al que los hijos del viudo, Marcelo Macarrón, señalan como principal sospechoso del crimen de su madre
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Dos horas declaró. Pero lo esencial quedó graficado en una frase: “No quiero ensuciar a nadie, solo pido justicia por Nora”. Así, Paula Fitte intentó quedar plantada, como está, entre dos aguas. Por un lado, la fidelidad a la víctima del crimen, con la que compartía el autodenominado grupo de “las congresistas”, con las que Dalmasso compartió su última cena. Y, por el otro, la fidelidad a su esposo, Daniel Ruiz, que aún es amigo de Miguel Rohrer, alias El Francés, el empresario al que los hijos de Marcelo Macarrón, único acusado en el juicio como presunto instigador del homicidio, intentan instalar como el verdadero sospechoso.
Polly Fitte de Ruiz se refirió, especialmente, al encuentro de las amigas en el Resto Bar Alvear, de Río Cuarto, la noche del 24 de noviembre de 2006, es decir, pocas horas antes del conmocionante asesinato en el country Villa Golf. Y recordó el hecho singular -y sospechoso- al que las “congresistas” debieron enfrentarse en esa ocasión, cuando al llegar les dijeron que alguien había llamado por teléfono para cancelar la reserva. “Nunca pude saber quién fue”, dijo la testigo.
Lo que el fiscal Luis Pizarro enfatizó, durante la instrucción de la causa, es que ese llamado se produjo minutos después de que Nora Dalmasso se comunicara con su esposo, que estaba en Punta del Este -donde ese último fin de semana de noviembre jugó un torneo de golf, que ganó- y le dijera que iba a reunirse con sus amigas.
Fitte de Ruiz también reconoció el vínculo de amistad que une a su familia y a la del Francés Rohrer. Él y su esposo aún son amigos.
Daniel Ruiz, que había acompañado a su esposa a los Tribunales de Río Cuarto, habló con la prensa en un pasillo. Y defendió a su amigo. “Me parece ridículo lo que se dice. Está comprobado que Michel estaba en Buenos Aires”, señaló, según publicó El Puntal.
También reconoció que hace tiempo que no ve a Rohrer en persona, pero que le contesta los mensajes. “Me dice que está tranquilo”, señaló.
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