No hubo sicarios ni veneno en el caso de Natacha Jaitt

Ni amenazas ni veneno en la droga ni un sicario en Xanadú, el salón de fiestas de Benavídez en el que planeaba realizar una serie de shows. A un año de la muerte de Natacha Jaitt, la certeza más importante entre los investigadores se fundó en una prueba científica que indicó que la modelo y vedette falleció a raíz de una falla multiorgánica después del consumo de cocaína, en un corazón colapsado.

Entre los investigadores del caso Jaitt persiste solo una incógnita que, según el resultado de un peritaje, permitiría cerrar el caso o mantenerlo abierto y dirigirlo hacia un abanico que puede tener tantos móviles distintos como potenciales sospechosos.

Si el caso todavía no se cerró, a pesar de que pasó un año de la muerte de Jaitt, fue debido a que los responsables de la pesquisa no pudieron obtener la información del contenido de la iPad de la vedette.

Aunque en el último intento realizado hace una semana los técnicos de la Policía Judicial, que depende del Ministerio Público bonaerense, no pudieron desbloquear el dispositivo, fuentes de la investigación indicaron que todavía existe una posibilidad concreta de abrir ese aparato.

En las últimas horas se intensificaron las gestiones con una empresa brasileña que tiene el software para poder desbloquear el dispositivo y que estaría dispuesta a colaborar con la investigación.

Durante los primeros meses de la pesquisa, los investigadores intentaron acceder a la información contenida en el dispositivo con las contraseñas aportadas por dos familiares de Jaitt, pero no pudieron acceder al contenido debido a que las claves eran antiguas.

Según fuentes oficiales, los fiscales Cosme Iribarren, Diego Callegari y Sebastián Fittipaldi ordenaron, en agosto pasado, la apertura de los archivos de la iPad de la víctima.

Hasta el momento los responsables de la pesquisa revisaron más de 20.000 imágenes, 400 videos y 300 conversaciones realizadas por WhatsApp que los peritos hallaron al revisar el celular de la modelo. Uno de esos 400 videos corresponde a la grabación que Jaitt realizó pocos minutos después de las 22, para registrar su llegada al salón de fiestas, donde tenía prevista una reunión con el propietario para coordinar una serie de presentaciones. Tampoco se hallaron elementos que indiquen que el 23 de febrero pasado hubiera irrumpido algún sospechoso en el salón de fiestas Xanadú, donde falleció Jaitt.

A un año del fallecimiento de Jaitt, no hay ningún sospechoso procesado ni detenido por la muerte de la modelo. Raúl Velastiqui, representante de artistas y conocido de la actriz, fue procesado por presunto falso testimonio y fue condenado a un año y nueve meses de prisión en un juicio abreviado. Aunque se dejó sin efecto la condena por supuesta inexistencia del delito y la fiscalía presentó un recurso ante la Cámara de Apelaciones y Garantías de San Isidro para que se confirme la sentencia.

Al explicar el nivel de colapso del corazón de Jaitt, los forenses concluyeron que la víctima sufría "patologías pulmonar y cardíaca crónicas".

Los estudios realizados en la Superintendencia de la Policía Científica descartaron que Jaitt hubiera sido envenenada. Las sustancias halladas en el cuerpo de la víctima fueron comparadas con una base de datos que tiene 330.000 agentes químicos tóxicos, con resultado negativo.