“Ponémelo boca abajo”: Los secretos de Cata y Naty, La Guapa, las “viudas negras” de Tinder y You Love

“¿Sabes cuál es el problema? ¿Mira si sos una viuda negra?”, soltó en medio de la conversación el hombre. La joven, del otro lado del teléfono, hizo como si no supiera a lo que se refería. “¿Una qué? ¿Cómo sería?”, preguntó haciéndose la inocente. Él, entonces, le explicó: “Sí, de esas que drogan a los hombres y después...”. Rápida de reflejos, ella respondió: “Ay, no”. Cambiaron de tema y arreglaron encontrarse para el domingo siguiente.

Al final no hubo cita y Juan Z., un vecino de Avellaneda, se salvó de caer en la trampa. La joven con la que había hablado por teléfono, después de haberla conocido como Cata en la app de citas You Love, era una viuda negra, modalidad delictiva protagonizada por mujeres que duermen con somníferos a sus víctimas para sustraerles dinero y otros objetos de valor.

Cata, en realidad es Yamila Paola Javiera A., una joven de 29 años, que estaba siendo investigada por dos robos de la modalidad “viuda negra”, uno ocurrido entre la noche del 15 de y la madrugada del 16 de enero pasado en Barracas, y el otro, sucedido a mediados de septiembre pasado en el barrio Don Orione, en Almirante Brown.

En las últimas horas, Cata y su cómplice Natalia M., conocida como Nati, la Guapa, y otros dos sospechosos, fueron procesados con prisión preventiva en una resolución firmada por el juez en lo criminal y correccional porteño Martín Yadarola.

“La agrupación presentaría un alto grado de organización y coordinación para concretar las acciones delictivas en cuestión (más allá de la puntual intervención individual de cada miembro en los episodios desplegados en ese contexto), verificándose en la mayoría de los casos un actuar conjunto y con distribución de roles en los desapoderamientos con un mínimo de cuatro integrantes. Se comprobó entonces que los delitos cometidos en el marco asociativo aludido se vincularían, fundamentalmente, con el desapoderamiento ilegítimo de bienes y dinero de terceros, la mayoría de veces llevada a cabo dentro de viviendas mediante el montaje de una operatoria compleja y coordinada que involucraría la utilización de sustancias psicotrópicas para dejar inconscientes a las víctimas y sustraerle todos sus bienes, como así también la obtención de las llaves para ingresar en las propiedades una vez que se encontraren vacías”, afirmó el magistrado en su resolución, a la que tuvo acceso LA NACION.

La investigación comenzó el 16 de enero pasado, tras la denuncia efectuada por una víctima de las “viudas negras”, a la que le robaron en el departamento de su hijo, situado en Barracas. El hombre, que vive en Europa, había conocido a una de las sospechosas por la app de citas Tinder y pactó un encuentro con las dos.

“Luego de beber unos tragos que habían llevado ambas mujeres, se dirigieron hacia la habitación, momento en el cual el damnificado refirió no tener más recuerdos de lo sucedido. Le habría colocado en la bebida una sustancia estupefaciente, [podría tratarse de Clonagil], lo que ocasionó que el denunciante perdiese la conciencia, situación que fue aprovechada por las sospechosas para hacerse de, al menos, un teléfono celular marca iPhone moelo 13pro, una consola marca Xbox, una camiseta del Club Atlético River Plate firmada por los jugadores del plantel profesional, una Tablet de 10 pulgadas marca Samsung, una notebook marca HP, unos auriculares marca iPhone, una máquina de juego Pacman y nueve perfumes importados”, según se desprende del expediente judicial.

Las víctimas se retiraron del edificio a las 2.17 del 16 de enero pasado con mochilas y bolsas. Y, a los pocos metros, se encontraron con dos cómplices que las ayudaron a cargar el botín.

Todo quedó registrado por filmaciones de cámaras de seguridad púbicas y privadas. Las imágenes fueron analizadas por la Brigada de Sumarios y Prevención de la Comuna 4 de la Policía de la Ciudad.

Los detectives policiales determinaron, a partir de las imágenes, que las sospechosas habían llegado al encuentro con la víctima en un colectivo de la línea 70 desde la zona de la villa 21-24 en el límite de Barracas y Nueva Pompeya.

“Se compulsaron perfiles de Facebook de entidades reconocidas de la zona, a fin de dar con usuarios cuyos rasgos físicos se pudieren condecir con las mujeres identificadas a través de las imágenes antes detalladas. A partir de ello, dentro del usuario Barracas Central Prensa, se dio con un perfil cuya fotografía de perfil y demás imágenes indexadas presentaban notorias similitudes con una de las mujeres observadas en el hecho investigado”, según el expediente judicial.

Al analizar las fotografías del perfil de Facebook de la sospechosa, se determinó que tenía como contacto a una joven de similares características a la otra “viuda negra” que había participado del robo, Naty, la Guapa.

Fue cuestión de tiempo para que los investigadores le pudieran poner nombre y apellido a las sospechosas e identificar una línea telefónica que fue intervenida por orden judicial.

A partir de las escuchas telefónicas se obtuvieron pruebas para reconstruir el modus operandi utilizado por las “viudas negras” y hasta la droga que utilizaron para dormir a sus víctimas.

“Los diálogos interceptados entre los integrantes de la banda dan cuenta de la preparación de los golpes. Se escucharon frases tales como ´lo engatusa, lo gotea, lo duerme´ y como uno de los delincuentes recomienda a una de las mujeres cómo dejar a la víctima lista para ser precintado: ´ponémelo boca abajo´, le pidió”, dijeron fuentes policiales.

El juez Yadarola, además de dictar la prisión preventiva de Cata, Naty la Guapa y de sus dos cómplices, fijó un embargo sobre los bienes de cada uno de los imputados de 5.000.000 de pesos.

En una comunicación interceptada por orden judicial, uno de los cómplices de las “viudas negras” le contó a un conocido: “Es estoy laburando refino estoy ´viudando´ [sic]. La traigo a mi casa, se cambia, la llevo a lo del damnificado, la dejo dos cuadras antes, baja, lo engatuza, lo gotea [sic], lo duerme , me manda la ubi [por ubicación] y voy”.

El juez Yadarola no descartó que la banda haya cometido otros delitos de la misma modalidad con anterioridad al comienzo de la investigación.

“De los delitos hasta aquí individualizados apuntan a una clara y precisa modalidad, conocida como ´viudas negras´, el tenor de las conversaciones captadas permitió presumir sobre la existencia de múltiples hechos delictivos similares a los individualizados, pero así también notoriamente disimiles, en los que también habrían intervenido los aquí encausados”, sostuvo el magistrado.

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