Tiene prohibido venir al país, pero el autor del Robo del siglo publicó intrigantes fotos de la cancha de Central

“Tranqui aquí en Rosario. Disfrutando del encuentro”, escribió en su perfil de la red social X Luis Mario Vitette Sellanes. El texto estaba acompañado de una fotografía del Gigante de Arroyito, donde ayer Rosario Central le ganó a Peñarol por la primera fecha de la Copa Libertadores. Marito o el Uruguyo, como se conoce a uno de los ladrones del denominado Robo del Siglo, el millonario asalto al Banco Río de Acassuso, en San Isidro, ocurrido el 13 de enero de 2006, después de su expulsión en 2013 a Uruguay, tiene prohibido ingresar en la Argentina. ¿Los posteos fueron hechos desde el país o solo fue una puesta en escena para provocar?

“Fue solo una muestra de cómo se puede manipular la información”, dijeron fuentes que conocen a Vitette Sellanes después de ver la repercusión que tuvieron los posteos de Marito en varios medios de comunicación.

En las imágenes subidas a X en ninguna se lo puede ver a Vitette Sellanes, hincha de Peñarol y simpatizante de Racing Club en la Argentina, en la cancha de Rosario Central, solo se observa el césped, las tribunas populares colmadas de hinchas y simpatizantes en las plateas del estadio.

“Las fronteras argentinas son como un ‘pan de manteca’ para mí que soy como un ‘cuchillo caliente’”, escribió, a modo de provocación, hoy en X Vitette Sellanes, nacido en agosto de 1955 en San José de Mayo, a 90 kilómetros de Montevideo.

En agosto de 2013, Marito fue expulsado de la Argentina. Según la legislación migratoria argentina, pueden acogerse a la ley de extrañamiento los ciudadanos extranjeros que cumplieron la mitad de las condenas impuestas por la Justicia.

En un juicio abreviado, tras admitir su participación en el Robo del Siglo y otros hurtos, Vitette Sellane recibió una pena única de 21 años y seis meses de prisión.

Como se dijo, el denominado Robo del Siglo ocurrió el 13 de enero de 2006. Un grupo de ladrones vació 145 cajas de seguridad y se llevó un botín millonario, estimado en 19 millones de dólares, entre dinero en efectivo y joyas. Actuaron con planificación y precisión quirúrgica, mientras en la calle la policía rodeaba la sucursal y trabajaba sobre la hipótesis de un supuesto intento de robo exprés que había derivado en una toma de rehenes. Los uniformados también fueron víctimas de un asalto guionado: ellos cubrían el perímetro cuando los ladrones escapaban en gomones motorizados, a través de un túnel que desembocó en la red del desagüe pluvial.

Cinco días después del millonario robo, Marito estuvo en San José de Mayo, su lugar en el mundo, donde en la Dirección de Tránsito de la Municipalidad local patentó una cupé deportiva Hyundai negra que había comprado horas antes por 39.000 dólares en Montevideo.

A Marito se lo conoció, en el momento del hecho, como “el hombre del traje gris”. Fue el encargado de negociar con el especialista en situaciones con toma de rehenes de la policía bonaerense mientras sus cómplices abrían y vaciaban las cajas de seguridad. Histriónico, con “chamuyo”, supo llevar adelante el plan para que los uniformados no sospecharan que, en realidad, todo era una puesta en escena para ganar tiempo.

Un año después del cinematográfico robo, en una entrevista con LA NACION en la cárcel de Magdalena, donde cumplía la prisión preventiva, Vitette Sellanes negaba ser el famoso “hombre de gris”.

Años después reveló que había tomado clases de teatro para poder interpretar sin fisuras el guion que le habían asignado.