Un amigo, el detenido. A un mes del crimen de un hombre de 95 años, la Justicia apunta contra un allegado de la víctima

Ángel Varchetti, de 73 años, quedó detenido por la Policía de la Ciudad. El hombre estaba imputado por el homicidio de David Argentino Ojalvo, un juez canino jubilado de 95 años que apareció muerto en su departamento en el barrio de Balvanera hace un mes.

El asesino y su víctima no solo se conocían, sino que eran amigos y miembros de la Federación Cinológica Argentina (FCA). Allí ambos eran jueces para la premiación de perros de raza. Pero un problema entre ellos derivó en que Varchatti acabara con la vida de su colega. Al menos esa es la hipótesis más firme que manejan los fiscales.

Para dar con el asesino, se hizo una investigación de la División Homicidios de la fuerza porteña, donde se analizaron cámaras de seguridad y se utilizó el Anillo Digital para dar con el auto en el que se escapó Varchatti tras cometer el hecho. En el operativo se secuestró una barreta que habría sido la que utilizó el homicida para matar de varios golpes a su “amigo”. Además, se le incautó un cuchillo y la suma de 400.000 pesos.

El pasado 25 de marzo una mujer llegó al departamento de su tío, Ojalvo, en la calle Ayacucho al 500 en Balvanera, tras haber intentado comunicarse con él y no obtener respuestas. Al ingresar se encontró con una horrible escena. El hombre de 95 años estaba tendido en el piso del living con el cuerpo cubierto con una sábana y el interior del domicilio se encontraba revuelto. El anciano presentaba lesiones tanto en la cara como en el cráneo.

Los investigadores realizaron un relevamiento de cámaras de la zona y tomaron declaración tanto a familiares como allegados. Además, se analizó el material fílmico del interior del edificio, se llevó a cabo una minuciosa inspección ocular dentro del departamento donde ocurrió el hecho y como resultado se identificó a Varchetti como el posible autor material.

Según lo investigado, pasadas las 15 del 26 de marzo, la víctima le permitió el acceso al edificio donde vivía al asesino, que antes de ingresar se colocó un barbijo color negro. Se estima que habían pactado previamente un encuentro.

Varchetti, una vez que logró su objetivo, bajó por el ascensor. Las cámaras probaron que tenía puestos guantes de látex oscuros. Al salir del edificio caminó por la vereda hasta un vehículo Peugeot 308 de color blanco, al cual se subió del lado del conductor y se fue.

Los investigadores establecieron una línea de tiempo anterior y posterior al crimen con la ayuda de las cámaras de seguridad y la geolocalización del celular del fallecido. También identificaron la patente del rodado en el que se dio a la fuga el victimario y se determinó que la titular era una mujer, quien junto a su expareja, eran conocidos de Ojalvo.

Con la evidencia, se le solicitó al juez Alfredo Godoy, a cargo del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Nº 17, la autorización para secuestrar el automóvil y detener al implicado.

Una semana después del hecho, el acusado fue aprehendido tras un seguimiento realizado desde el Casino Flotante de Puerto Madero hasta al peaje de Parque Avellaneda, donde finalmente fue detenido.

Quién era el hombre asesinado

Ojalvo era el fundador y actual presidente del “Shih Tzu Can Club Argentino”, que reúne a propietarios de esa curiosa raza de perro originaria del Tíbet. Además de ser uno de los criadores más importantes del país, fue juez de competencias caninas, en donde se convirtió en una figura relevante de la cinofilia mundial.

Gracias a este trabajo, participó de prestigiosas exposiciones en todo el mundo, en donde logró reconocimientos nacionales e internacionales, como el ranking nacional del mejor perro del año de todas las razas.

“Supo ganarse el respeto y admiración de la cinofilia mundial. Gran embajador Argentino, representaba a nuestro país con su cálida e inigualable personalidad. Desde el club enviamos nuestras condolencias a su familia y amigos. Te vamos a extrañar querido David, que descanses en paz”, lo despidieron desde la organización.

“Con su simpatía y don de gente, logró ser una persona muy querida en todos los ambientes cinófilos del mundo. Hoy nos deja para reunirse con sus personas más queridas, dejando en todos nosotros un vacío muy grande. La próxima exposición de la Federación Cinológica Argentina, llevará su nombre como homenaje a este hombre que nos brindo su amistad y su alegría”, agregaron desde la Federación Cinológica Argentina (FCA) -una entidad argentina con reconocimiento internacional que se encarga de registrar a los perros de raza en todo el país- en donde desde hace dos años era miembro del Comité Ejecutivo.