A un mes del brutal incendio: creciente inquietud de los empresarios damnificados y un silencio llamativo en Spegazzini
Mientras la investigación judicial avanza con cautela y sin imputados, advierten que persisten focos de riesgo en el Polígono Industrial y se acumula el malestar
6 minutos de lectura'

A un mes de la brutal explosión en el Polígono Industrial de Spegazzini, a la altura del kilómetro 45 de la autopista Ezeiza-Cañuelas, las empresas damnificadas siguen atrapadas en un escenario de destrucción congelado en el tiempo. Mientras la investigación judicial avanza con extrema cautela y sin responsables imputados, advierten que persisten focos de riesgo en el predio y se acumula el malestar por el silencio de Logischem SA, la firma donde se originó el incidente. La hipótesis central apunta a un desperfecto operativo vinculado con barriles de fósforo rojo, así como también a un misterioso complejo adjunto que esa compañía de productos químicos alquilaba para almacenamiento y donde hasta hace pocos días persistía un foco de combustión.
La causa está a cargo de la fiscal Florencia Belloc, titular de la UFI N°1 de Ezeiza, quien confirmó que la investigación aún se encuentra en una fase inicial. “Todavía continuamos con la recolección de evidencia. Estas tareas van a demandar una o dos semanas más porque el escenario es muy complejo y los peritos están trabajando de manera muy prolija”, explicó a LA NACION. Según detalló, en paralelo comenzará el análisis de evidencia digital ya recolectada –incluidas filmaciones y varios sistemas DVR– en mesas de trabajo intersectoriales. “Tenemos por delante al menos un bimestre de actividad probatoria para poder puntualizar responsabilidades a partir de lo que surja de esas tareas”, señaló, en un marco sin definiciones penales por el momento.
Del otro lado, los empresarios afectados describen una realidad marcada por la parálisis, la incertidumbre y el temor a nuevos incidentes. Evalúan iniciar acciones legales conjuntas si la cobertura del seguro de la compañía de productos químicos apuntada no responde por los perjuicios millonarios ocasionados en las instalaciones vecinas. Así lo reveló a este medio el propietario de una de las firmas más castigadas por el avance del fuego, que en su caso –contó– aglutina “una pérdida de 4 millones de dólares”. Según relató, los dueños de la casi decena de compañías damnificadas formaron un grupo de WhatsApp para coordinar reclamos, compartir información y analizar en conjunto los próximos pasos. “Logischem está borrada”, criticó, además de mostrar una creciente impaciencia sobre el avance del caso.

Durante las últimas semanas, la mayoría de las 48 empresas que forman el Polígono retomaron su actividad y los camiones volvieron a circular entre la devastación que dejó el estallido ocurrido el viernes 14 de diciembre. Pero el predio sigue lejos de la normalidad: en varios sectores persisten puntos de combustión que mantienen un clima de tensión y riesgo permanente. De hecho, el riesgo latente de que se reavive el fuego fue una constante todo este tiempo en el galpón vinculado a Logischem, empresa cuyo presidente y vicepresidente son respectivamente Pablo Martín Celhabe y Horacio Héctor Fiz, que renovaron sus cargos a comienzos de mayo de 2024, según consta en el Boletín Oficial Nº 35.414 firmado por la Secretaría Legal y Técnica y la Dirección Nacional del Registro Oficial del Ejecutivo Nacional. “Hasta hace una semana todavía había humo saliendo de ahí y en reiteradas ocasiones pasó que los bomberos y Defensa Civil, que siempre se han presentado de inmediato y vienen portándose increíble, tuvieron que esperar en la puerta porque no llegaba la autorización para entrar a apagarlo”, relataron los damnificados.
La nave industrial apuntada se encuentra a unos 600 metros del ingreso principal. Los propietarios confirmaron que “es alquilada por Logischem para guardar sus productos” y, a partir de la información que lograron recolectar, sostienen que carece de estándares básicos. “Hay que sacar la mercadería que está ahí porque ese galpón no tiene ni siquiera sistema contra incendios”, cuestionaron.
La crisis institucional en el Polígono
Con destrucciones por encima del 70% de sus estructuras, las compañías más dañadas son Plásticos Lago (fabricación de envases), Larroca Minería (suministro de neumáticos), el de Almacén de Frío (refrigeración de mercadería en tránsito), Iron Mountain (almacenamiento de documentos públicos) y El Bahiense (aditivos de alimentos). Esta última es la más próxima al señalado segundo galpón de acopio de Logischem. El listado de plantas que sufrieron daños de consideración incluye también a Marblock (bloques y adoquines de hormigón), Transcont (cargas y servicio de transporte), Molino Cañuelas (producción de alimentos), Salón (distribuidora) y Flamia (productos de aluminio).
“El paisaje es el mismo que hace un mes –lamentaron–. Remover la mercadería derretida y la chatarra sale mucha guita y seguimos bajo peritaje”. Por otro lado, contaron que, a diferencia del resto, “desde Iron Mountain no se han presentado a las reuniones” y su posición frente al conflicto “es un enigma”. La empresa dedicada al almacenamiento de documentos públicos había generado suspicacias por haber quedado nuevamente involucrada en un incidente industrial de alto impacto, tras la tragedia de Barracas del 5 de febrero de 2014, cuando un incendio intencional en su anterior depósito causó la muerte de diez personas, entre bomberos y rescatistas. Tampoco había sido parte de la reunión de los empresarios en el municipio de Ezeiza, convocada por el intendente Gastón Granados, pocos días después del estallido.
La incertidumbre, en paralelo, se extiende al plano institucional en torno del funcionamiento del Polígono. “No hay intendencia ni reglamento interno. Nada que garantice que esto no vuelva a pasar. Nos estamos organizando para elevar los controles de funcionamiento de todo el polo industrial”, advierten. Algunos circuitos lograron ponerse en marcha, pero las plantas de la mayoría de las firmas mencionadas continúan sin gas ni energía suficiente para testear los equipos sobrevivientes o iniciar tareas de restauración de la producción. A ese cuadro se suma un problema crítico: la antena que provee internet a parte del polo industrial está dentro del predio de Logischem. “Somos empresas con sistemas globales y varias sucursales; sin conexión, volvimos a funcionar como si estuviéramos en los 80”, grafican.
1La nueva longevidad: el cuidado de los padres mayores pone a prueba el vínculo entre hermanos
2Senasa y Anmat frenaron la producción de un queso de una marca reconocida porque se detectó una bacteria
3Una pyme de Junín tiene tres empleados y la Justicia le ordenó pagar $190 millones por un juicio laboral
- 4
Hito histórico. Por primera vez, dos mujeres son elegidas para conducir una universidad pública más que centenaria





