Alertan sobre el riesgo de muerte para los sin techo por la ola de frío

La llegada de la ola de frío polar muestra su costado más crudo y voluntarios de distintas organizaciones se enfrentan con una realidad que no se revierte y demanda, año tras año, cada vez más atención: los sin techo.

Según estimaciones arrojadas por Red Solidaria, en lo que va del año ya se produjeron 31 muertes relacionadas con el frío y se duplicó en la ciudad de Buenos Aires la cifra de personas que se encuentran a diario en situación de calle: en la actualidad, más de 2500 hombres, mujeres y niños habitan en condiciones extremas y se ven afectados por las bajas temperaturas propias del invierno.

En diálogo con lanacion.com, responsables de distintas organizaciones focalizadas en el combate de esta problemática subrayaron la importancia de brindar soluciones más palpables a la hora de paliar el flagelo. Además, insistieron en la necesidad de tomar conciencia de la gravedad de la situación y alertar a centros de salud cada vez que se detectan cuadros de hipotermia en plazas o espacios públicos.

"En estos días de frío hay que pensar que la muerte en la calle es inminente. Pedimos a la gente que mire a su alrededor y avise. Es importante que la gente que reside en la calle no se convierta en algo normal o en parte del paisaje para la población. Tenemos que hacer algo para evitar que esta gente se muera", advirtió el titular de Red Solidaria, Juan Carr.

Y agregó: "No pedimos a la población que se acerque o les hable, porque esto muchas veces origina miedo, sólo que colabore con un simple llamado a un hospital o centro de asistencia".

En el marco de la campaña invernal Abrazando Corazones, que promueve la organización, decenas de voluntarios encabezaron anoche un recorrido por las calles de la ciudad y distribuyeron, con la colaboración del club de Racing, frazadas, ropa de abrigo y chocolate en barra a cientos de personas que se encontraban bajo la lluvia y el frío sin tener más refugio que la entrada de un edificio o el techo de un comercio.

Los primeros resultados del relevamiento señalaron que durante este último año proliferó la cantidad de mujeres y niños que pasan sus días en medio del hacinamiento y la pobreza, algo que, según informaron desde Red Solidaria, estuvo en gran parte motivado por desalojos registrados meses atrás. "Tradicionalmente, las estadísticas indicaban que se trataba principalmente de hombres de entre 35 a 50 años", especificaron desde la organización.

También trascendió que en los últimos meses creció significativamente el número de jóvenes, que oscilan entre los 25 y 30 años, en situación de calle.

Contención. Bajo una mirada similar, la ONG internacional Médicos del Mundo Argentina promueve a diario, desde su programa Salud en la Calle, tareas de atención primaria y contención psicológica destinadas a acercar servicios de esta naturaleza a las personas sin hogar.

Griselda Pasares, coordinadora de la iniciativa, explicó que todos los martes, jueves y sábados, un equipo interdisciplinario, integrado por médicos, psicólogos y trabajadores sociales, se traslada en un móvil sanitario a Plaza de Mayo, Parque Lezama, Plaza Congreso, Plaza Flores, Liniers, Recoleta y Barrancas de Belgrano, entre otras zonas, para realizar una atención integral y actuar de nexo con la comunidad.

"Nuestra mayor felicidad es que nuestro trabajo se transformó en un espacio de pertenencia porque contenemos mucho más que la salud biológica. Son personas que tienen como única propiedad a su propio cuerpo, con sus alegrías y tristezas, y saben que aquí son bienvenidos", destacó.

Pasares reconoció que muchos de los casos que tratan con frecuencia se refieren a problemáticas familiares muy complejas. "Trabajamos desde la mirada de los derechos vulnerados, que no tienen una fácil resolución porque la demanda desborda lo existente. Nuestra labor intenta dar una respuesta diferente ante la fragmentación que sufren estas personas", expresó.

Las organizaciones consultadas no se resisten y redoblan sus apuestas para luchar contra este panorama, aunque a veces parezca desalentador. Basan su prédica en que todas las muertes por el frío son evitables y que es necesaria la colaboración de todos para erradicar el problema.

"Nos encontramos con una señora en Congreso, tapada con una frazada y un nylon, que se resistía a irse pese a la temperatura. No quería moverse de ahí y temimos una hipotermia. Decidimos quedarnos hasta pasada la medianoche con ella y ahora nos vamos turnando para cuidarla", ejemplificó Carr.

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