Calles y viviendas anegadas: el feroz temporal que se desató en la costa

MAR DEL PLATA.- La tormenta amenazó durante el cierre del fin de semana largo. Y recién a primera hora de esta tarde llegó con fuerza a Mar del Plata y a localidades balnearias vecinas, con descargas eléctricas y un volumen importante de lluvias que provocó anegamientos en varios barrios, algunos no muy alejados del casco céntrico.

Durante casi dos horas se vivió esta versión que trajo mucha agua y por suerte poco viento, con lo cual se redujo mucho el saldo de daños.

Personal de Defensa Civil realizaba una recorrida por las zonas más afectadas con intención de dar respuesta y asistencia a vecinos que tenían inundadas sus viviendas. Hasta el momento no se confirmaron evacuaciones, aunque se seguía de cerca la situación de algunos casos críticos por filtraciones de techos y riesgo por instalaciones eléctricas.

En zona sur, donde predominan los barrios por debajo del nivel de la avenida Edison, se vieron las situaciones más graves con automóviles que primero quedaron varados, por la presencia de humedad en sus conexiones eléctricas. Y que con el correr de los minutos, sin posibilidad de retirarlos rápido, quedaron semicubiertos por el agua de lluvia acumulada.

Mar del Plata tiene varios lugares críticos, con complicaciones para los desagües pluviales cuando las precipitaciones son intensas y en un breve lapso de tiempo. Uno de los sectores muy complicados para circular se advirtió en el paseo comercial de avenida Juan B. Justo, una zona de locales textiles y outlets. Esa arteria se convirtió en una verdadera laguna que cubría por completo las veredas y ganaba mayor profundidad hacia las calles paralelas inmediatas.

La tormenta también dejó sus marcas en Miramar, donde no solo quedaron calles y balnearios inundados. Conmocionó a residentes y turistas un rayo que, poco después de las 16, tuvo su descarga sobre el casco urbano, en calles 33 entre 8 y 10. Algunas imágenes lograron tomar el fenómeno, que provocó algunos destrozos en la vivienda pero no dejó personas afectadas.

“Sentimos una explosión en la puerta y como una burbuja de luz en el frente”, contó Marisa Curuchet, propietaria de esa vivienda, una de las dos alcanzadas por rayos en un radio de 500 metros. “Estábamos con los chicos adentro, por suerte no nos pasó nada y solo sufrimos daño en un televisor, que creemos que se quemó”, describió a LA NACION sobre este episodio que cuenta más relajada y con un detalle particular: “La descarga fue sobre el pilar de conexión que está en el frente, pero la caja del medidor desapareció”. En la otra casa hubo destrozos en mampostería e instalaciones.

Este literal diluvio se extendió desde las 15 hasta las 18. Las dos primeras horas con extrema intensidad. La alerta meteorológico que daba cuenta de una situación de esta magnitud llegó apenas una hora antes de los primeros truenos.

Este es el segundo gran episodio de estas características que se da en poco menos de dos semanas. El anterior llegó en una tarde de viernes, con chaparrones pero por sobre todo con granizo de gran tamaño. El impacto mayor se sufrió en el frente sur de la ciudad, entre el corredor lineal que se extiende desde el faro a Chapadmalal. Combina zonas rurales con gran cantidad de barrios privados. Hubo daños muy importantes en techos, cultivos y, por sobre todo, vehículos, repletos de abollones.

Por Darío Palavecino

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