Carlos Beraldi, un hombre de confianza en un puesto clave
Respaldo: el nuevo secretario de Seguridad bonaerense sabe que tendrá obstáculos en su función, pero cuenta con el suficiente apoyo político.
A doce años de haber participado, como uno de los fiscales federales más jóvenes de la historia judicial argentina, en el juicio de extradición de José López Rega, el abogado porteño Carlos Alberto Beraldi, de 38 años, probablemente hoy asuma funciones formales como nuevo secretario de Seguridad bonaerense.
Casado, con dos hijas de 2 y 6 años, con domicilio en el barrio de Palermo, luego de haber ocupado el sillón de la antigua sede de la ex jefatura policial de la calle 2, este profesional, egresado en marzo de 1984 con un promedio distinguido en la Universidad de Buenos Aires, confesó que no es afiliado a ningún partido político.
Con una esposa ama de casa, voraz lector de diarios y de buenas pastas y afecto a los programas políticos e informativos de la televisión (cuando el tiempo se lo permite), manifestó ser un obsesionado del trabajo, de las reuniones en familia y de la lectura de novelas históricas o biográficas.
Va a la cancha a alentar a Boca Juniors, pero la dedicación a full de la misión que debe encarar ahora en el ambicioso plan de seguridad le ha quitado alguna hora que dedicaba a practicar tenis o gimnasia aeróbica.
Con puntillosidad, recordó que comenzó su actuación judicial como "pinche" de los tribunales porteños, hasta que en 1979 fue designado secretario letrado de la justicia federal en el juicio a las ex juntas militares. Justamente, allí conoció a su jefe de hoy, León Carlos Arslanian, entonces presidente del tribunal.
A los 26 años, en 1986 asumió como fiscal federal criminal y correccional N¼ 4, por lo que integró el equipo que, como se apuntó, condujo el juicio de extradición del ex ministro de Bienestar Social del gobierno de Isabel Perón.
De esa época, evocó visitas que efectuó a la ex sede policial provincial, vinculada con las denuncias de familiares de desaparecidos en tiempos de los sucesivos gobiernos militares.
Un hombre de confianza
En 1988 renunció como fiscal, al ser convocado por Arslanian -en ese entonces ministro de Justicia de la Nación- para trabajar en la reforma del sistema de enjuiciamiento penal. Hasta ahora, se había dedicado al ejercicio pleno de la abogacía en el ámbito privado y, por momentos, también había compartido un estudio jurídico con el hoy ministro, quien siempre lo ha considerado un hombre de su confianza.
Es, desde 1989, profesor adjunto por concurso en el Departamento de Derecho Penal y Criminalística de la UBA. El director es Joaquín Da Rocha y el titular, Eugenio Zaffaroni, otro de los juristas que trabajaron codo a codo con el nuevo ministro de Justicia y Seguridad en la reforma impulsada por Eduardo Duhalde.
Ha sido contratado por el Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas para efectuar trabajos vinculados con su especialidad, los delitos contra la administración pública y el control de la corrupción, por lo que efectuó un informe a dicho organismo internacional.
En abril de 1982, Beraldi ejerció la dirección del Programa de Lucha contra la Corrupción, en el que comprobó una serie de gravísimas irregularidades en áreas como Migraciones. Compaginó un dictamen, pero las conclusiones quedaron pendientes, pues debió dejar su puesto junto con el ministro Arslanian.
Reconoció que su gestión puede ser resistida, pero no le preocupa, porque cuenta con el respaldo del poder político y sus espaldas están cubiertas por el "enorme prestigio" del hoy ministro de Justicia y Seguridad de la provincia.