Con más de 2200 afectados y 48 muertos, en Estados Unidos continúa la investigación epidemiológica de lo que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de ese país (CDC, por su nombre en inglés) considera una epidemia de lesiones pulmonares asociadas con el uso del cigarrillo electrónico o el vapeo. La nicotina, el tetrahidrocannabinol (sustancia psicoactiva de la marihuana) y el acetato de vitamina E para "diluir" el THC en los líquidos de esos productos son los primeros "sospechosos" del brote.
"Estamos viendo los efectos inmediatos y todavía desconocemos los efectos en el largo plazo", comenta Sebastián Fernández-Bussy, que dirige el Servicio de Neumologia Intervencionista de la Clínica Mayo de Jacksonville, Estados Unidos.
Y agrega: "Esta epidemia generó una alarma en el mundo: las autoridades gubernamentales van a empezar a controlar más de cerca el uso de esos productos y tendrán que aplicar las mismas estrategias con las que disminuyeron el consumo del cigarrillo tradicional: la prohibición de consumo en lugares públicos, la política de precios más caros, la restricción del marketing y la publicidad, y la prohibición del uso de los saborizantes (para atraer nuevos consumidores)".
El especialista volvió al país para participar del V Congreso Internacional de Clínica y Medicina Interna, en esta ciudad, con la participación de más de seis mil especialistas. Fue uno de los cien invitados internacionales.
En diálogo con LA NACION, Fernández-Bussy habló sobre los resultados que está obteniendo con la broncoscopía robótica, que permite estudiar y, en el futuro cercano, tratar tumores pulmonares en el momento. También, aceptó dialogar sobre los efectos del uso del cigarrillo electrónico y los productos para vapear para la salud de los pulmones.
El 94% de los pacientes con lesiones pulmonares asociadas queda internado porque la afección pulmonar es grave y un tercio de ellos son casos muy graves y necesitan asistencia respiratoria mecánica.
"Estamos a meses del comienzo de esta epidemia y en los pacientes que se recuperan se logra la desinflamación de los pulmones. Lo que todavía se desconoce es si tendrán una capacidad pulmonar disminuida y si tendrán secuelas, como la fibrosis pulmonar", explica el especialista.
Ya hubo un caso de un paciente joven que necesitó un transplante bipulmonar.
"El cigarrillo común tiene 4000 sustancias químicas y 43 causan cáncer. Sus consecuencias, como el cáncer pulmonar, enfermedades cardiovasculares o la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), las vemos en el largo plazo. Con el cigarrillo electrónico estamos viendo consecuencias importantes en un plazo inmediato, pero lo que no sabemos es cuáles serán en el largo plazo", advierte.
Tras el primer caso detectado en el país de una enfermedad pulmonar asociada con el consumo del cigarrillo electrónico, la Secretaría de Salud de la Nación incorporó al sistema nacional de vigilancia epidemiológica la notificación de las las lesiones por el uso de ese dispositivo
En la Argentina, la comercialización del cigarrillo electrónico está prohibida. Aun así, lo consumen seis veces más adolescentes que adultos de acuerdo con los resultados de la edición argentina de la 5ª Encuesta Mundial de Tabaquismo en Jóvenes (EMTJ) que se conocieron este año.
Poder adictivo
En Estados Unidos, ese dispositivo electrónico apareció hace 12 años. A partir de 2014 se convirtió en el dispositivo más usado para inhalar tabaco. Actualmente, se está comercializando la cuarta generación de estos dispositivos, con 288 modelos y más de 15.500 saborizantes distintos. "Si además de nicotina se le agrega THC, el poder adictivo se potencia", explica Fernández-Bussy.
El líquido que se comercializa incluye nicotina, saborizantes y glicerina o formaldehído, que es una sustancia diluyente. "En los últimos 40 años de monitoreo de sustancias [nocivas para la salud] que hacen los CDC, esa es la que más incrementó su consumo en tan corto tiempo", señala.
Cuando el líquido se calienta, se transforma en una sustancia nueva combinada en forma de aerosol que el usuario inhala. Y los pulmones de pronto reciben a una combinación de partículas ultrafinas, metales pesados, como zinc, plomo o manganeso, y sustancias orgánicas volátiles.
Al inhalar esas sustancias calentadas, se produce una neumonitis química, no infecciosa, por mecanismos que aún se están investigando. Son el daño químico, la reacción inmunológica (una alergia que hace que el pulmón se inflame), la inhalación de ciertos aceites y la quemadura de los tejidos.
Robotizado
Fernández-Bussy se recibió de médico en la Facultad de Medicina de la Universidad del Salvador (USAL) y se especializó en el uso de procedimientos mínimamente invasivos para el estudio y el tratamiento de los problemas de salud pulmonar en la Clínica del Tórax de la Universidad de Heidelberg Alemania, y la Universidad de Florida, Estados Unidos.
En 2013, creó el Servicio de Neumonología Intervencionista en la Clínica Mayo de Jacksonville. Ya en 2011 lo habían convocaron de Chile para organizar el primer servicio de esa especialidad del país. Hace un año y medio, volvió a Jacksonville para dirigir el servicio de Mayo.
Ahí utiliza la broncoscopía robótica, un estudio ambulatorio que, con ayuda de un brazo mecánico, permite ingresar por la boca del paciente y navegar las ramas pulmonares como si se usara un GPS para el diagnóstico de una lesión pulmonar, incluida la toma de una muestra para la biopsia. Un patólogo observa en un microscopio y determina la presencia o no de células malignas. Con esto, que demanda unos 40 minutos, se podría iniciar el tratamiento más adecuado en el momento.
"El cáncer empieza con un nódulo muy pequeño que se va agrandando. Es común que a los fumadores o exfumadores se les indique una tomografía de tórax. Cuando descubrimos uno de esos nódulos, se necesita una biopsia para saber si es maligno o benigno. La broncoscopía robótica evita la biopsia quirúrgica porque la muestra a analizar se puede tomar durante el estudio", comenta.
De acuerdo con los resultados que presentó en el país, los pacientes que más se benefician son aquellos con un daño pulmonar de alto riesgo para una cirugía. Con su equipo lidera el primer estudio prospectivo sobre 360 pacientes en cinco centros de Estados Unidos que terminará el mes que viene. Pero, en 2020, su equipo también empezará a utilizar de manera experimental el tratamiento.
"El uso diagnóstico de la broncoscopía robótica ya está disponible y, entre finales del año que viene y comienzos de 2021, lo estará el tratamiento", finaliza Fernández-Bussy.
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