Compraron sus departamentos y ahora los quieren desalojar

De los balcones del lujoso edificio de Amenábar 1866, en Belgrano, cuelgan decenas de sábanas pintadas con aerosol. La puerta de entrada fue empapelada. Todo fue idea de los propios habitantes de los departamentos. Son 42 familias que compraron las viviendas, se mudaron y luego se enteraron de que el inmueble está embargado, que pesa sobre él una hipoteca y que, de no ocurrir un milagro, serán desalojados.

Los vecinos denuncian que fueron estafados por la empresa constructora y una empresa intermediaria. Los habitantes del edificio son querellantes y denunciantes en la causa número 52.087/98, que se tramita en el juzgado penal Nº 7.

Entre 1994 y 1997, esas familias cuentan que pagaron entre 60.000 y 150.000 pesos (lo que cuestan los departamentos), recibieron su boleto de compraventa y se mudaron a la nueva casa. Pero los vecinos comenzaron a preocuparse porque no les daban las escrituras de las propiedades que habían adquirido. Al consultar en el Registro de la Propiedad Inmueble, supieron que el edificio había sido hipotecado sin su consentimiento.

El número de damnificados podría ser aún mayor, según una solicitada publicada ayer en los principales diarios porteños, en la que se convoca a iniciar una acción penal conjunta a los propietarios de departamentos de al menos seis edificios, construidos por la misma empresa que el de Amenábar 1866. Rossana Codas firma la solicitada como perjudicada por estas maniobras.

Más casos

Los otros cinco edificios (en Las Heras 3054, Alsina 976/998, Oro 2845, Avenida del Libertador 2257 y 5116) aún no están terminados, según pudo comprobar ayer La Nación . Los vecinos apuntan en su querella a las firmas Serafini y Cía. (constructora) y La Cité de BuenosAires (intermediaria).

El apoderado de La Cité, Daniel Pereyra Collman, afirmó: "Nosotros estamos del lado de los consorcistas. El trabajo de nuestra empresa termina cuando se firma el boleto de compra, después es responsabilidad de la constructora. De todos modos, estamos tratando de solucionar el conflicto".

La Nación intentó comunicarse con autoridades de la firma Serafini y Cía., pero allí se disculparon de hacer declaraciones hasta que regresaran de sus vacaciones los abogados de la empresa.

"Nos estafaron"

"Nosotros compramos con anterioridad a la hipoteca y nadie nos dijo nada acerca de ella. En nuestros boletos de compraventa no figura ningún gravamen. Además, la empresa constructora puso como garantía al edificio, cuando ya había departamentos vendidos", espetó María Fiorenza, una de las damnificadas del edificio de la calle Amenábar.

"De aquí nos van sacar solamente muertos. Los vecinos estamos unidos en esta situación difícil", expresó Viviana Milloner, con su bebita recién nacida en brazos, y concluyó: "Nos estafaron en nuestra buena fe con los ahorros de toda una vida".

Los habitantes del edificio esperan con ansiedad el día en que se levante la feria judicial, ya que el pedido de desalojo puede reactivarse, y no ocultaron la preocupación que los embarga al respecto.

"Cada vez que suena el timbre pienso que nos vienen a desalojar. Muchos sufrieron cuadros depresivos por este tema, y lamentablemente nuestros hijos también sufren porque, sin quererlo, les transmitimos ese dolor enorme que llevamos", dijo un vecino.

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