Covid-19. Los psicólogos piden ser declarados personal esencial de salud

La Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires (UBA) pidió aún sin éxito a los gobiernos nacional y porteño que los psicólogos sean declarados personal esencial de la salud para poder sortear las restricciones impuestas por la cuarentena obligatoria para intentar evitar la difusión del nuevo coronavirus Covid-19 y atender a sus pacientes.

"En momentos en que el riesgo psicológico, producto del aislamiento, en nuestra sociedad, mantener a los psicólogos impedidos de ejercer su profesión de modo presencial en los casos que lo requieran es muy peligroso para la salud mental de nuestra población", planteó Jorge Biglieri, el decano de esa facultad en las notas que les envió al presidente Alberto Fernández, al jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y al jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, hace casi tres semanas.

Según pudo saber LA NACION, solo el gobierno porteño respondió que era un tema que debía plantearse con las autoridades nacionales. Hasta anoche, no había ninguna novedad sobre la posibilidad de que se estudiara la cuestión planteada.

En su mensaje a las autoridades, Biglieri fue contundente: "Hasta el momento, y pese a los pedidos de diferentes sectores y de la propia población que se siente afectada por la situación actual, vemos que las medidas tomadas tanto por el gobierno nacional como por los gobiernos de la provincia y la ciudad de Buenos Aires no hacen lugar a esta realidad poniendo de manifiesto una visión de la salud restringida a evitar el contagio del virus, sin tener en cuenta una concepción de la salud en términos biopsicosociales. Este reduccionismo biologicista produce una peligrosa subestimación de los efectos psicológicos y sociales del Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO)".

Mantener a los psicólogos impedidos de ejercer su profesión de modo presencial en los casos que lo requieran es muy peligroso para la salud mental de nuestra población""

Protocolo y consentimiento

Biglieri envió además propuestas de protocolo de atención en consultorios y un modelo de consentimiento para ser completado por el paciente. En ambos casos, esos instrumentos fueron elaborados por la facultad de la UBA.

Para fundamentar el pedido, se adjuntó el informe del Observatorio de Psicología Social Aplicada (OPSA) de esa casa de estudios sobre los efectos psicológicos de la pandemia y el ASPO, en el que plantea que "se puede observar con claridad, y a partir del análisis de datos objetivos, la asociación entre distintos indicadores psicológicos y las medidas de aislamiento ocasionadas por la pandemia. La duración de la cuarentena se asocia con el aumento en el riesgo de padecer trastornos mentales y malestar psicológico de la población. Al igual que en otras experiencias, en nuestro país se han incrementado estos indicadores a medida que se fue prolongando el aislamiento social preventivo y obligatorio".

En su mensaje, el decano de Psicología de la UBA también planteó que "si bien se han podido adaptar ciertos tratamientos a la modalidad virtual o telefónica, esto no es posible en una gran cantidad de casos, es decir, que muchos pacientes han tenido que suspender sus tratamientos en medio de un contexto nocivo para la salud mental mientras otros no logran iniciarlo".