Daniel Lagostena fue condenado a 22 años de prisión por el asesinato y desaparición de Érica Soriano
Después de casi ocho años de acumular dolor y de denunciar que a Érica Soriano la asesinó Daniel Lagostena, la familia de la víctima hoy escuchó la sentencia. Lagostena, de 58 años, fue condenado a la pena de 22 años de prisión al ser encontrado culpable de la la muerte y desaparición de la mujer de 30 años, que fue vista por última ve el 20 de agosto del 2010.
No se aplicó a este caso la figura legal de "femicidio" porque no existía al momento de cometerse el crimen, hace ocho años.
"Estoy maravillada y emocionada. Más allá de lo que sucediera al final hasta acá llegamos y que lo hayan condenado ya para mi era un estímulo importante Se hizo justicia por Érica", afirmó María Ester Romero, madre de la víctima.
Al terminar la sesión la familia junto a la gente que los acompañó armó una ronda, se tomaron de las manos y entre lágrimas gritaron: "Érica Soriano presente. Ahora y siempre"
"Lagostena se sorprendió, 22 años es una cifra importante. Ya estaba sorprendido -con el veredicto condenatorio. Él niega todo y está convencido de lo que dice. Yo tengo la obligación profesional de creerle y en lo personal también le creo. Hay muchas cosas que no sé investigaron y otras que se hicieron mal", sostuvo el abogado del acusado, Gustavo Della Maggiore.
Anteayer, el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°9 de Lomas de Zamora ya había dado a conocer el veredicto. "El fallo es condenatorio por unanimidad", dijeron los jueces.
El 4 del mes pasado comenzó el juicio oral en Lomas de Zamora, en el que declararon unos 40 testigos. En la última audiencia, Lagostena dijo: "Como lo vengo sosteniendo desde hace ocho años, soy inocente". Su defensa pidió que sea absuelto por el beneficio de la duda dado que no hay cuerpo del delito.
En los alegatos, los fiscales Marina Rocovich y Gerardo Loureyro, y el abogado Marcelo Mazzeo, quien representa a la familia de la víctima, habían solicitado que Lagostena sea condenado a 25 años de prisión por asesinar a Érica, en el contexto de violencia de género, y causar el aborto al interrumpir el embarazo de dos meses.
Soriano fue vista con vida por última vez el 20 de agosto de 2010, cuando visitó a un obstetra junto a Lagostena. Soriano estaba embarazada de dos meses y medio. En la hipótesis que elaboraron los investigadores, Lagostena asesinó a su pareja después de una discusión dentro de la casa en la que convivían. Allí le pegó y la mujer murió en el acto por la caída del golpe que le dio y él utilizó su contacto con casas velatorias para hacer desaparecer el cadáver incinerándolo en el crematorio de Lanús
Durante el juicio, tres testigos indicaron que Lagostena habría recurrido al empresario que le compró el fondo de comercio de la funeraria que pertenecía a su familia para llevar el cuerpo de la víctima al horno del cementerio de Lanús. Verónica, la hermana de la víctima, pidió que se investigue a los cómplices del acusado.
Las pericias determinaron que la medianoche del 20 de agosto de 2010, Lagostena intercambió mensajes con su sobrino Brian Poublán, con quien no tenía un trato cotidiano, y a la madrugada, un teléfono a nombre de la madre de Poublán registró llamadas que tampoco eran habituales. Los investigadores suponen que en ese lapso se hizo desaparecer el cuerpo de Erica. Además, los peritos que buscaron rastros en la casa cuando la mujer fue reportada desaparecida, descubrieron que la chimenea estaba caliente, aunque hacía 24 grados, y dentro de ella, algunos restos de ropa interior. Se presume que Lagostena quemó la ropa de su pareja.
"Acá hubo involucrados y una mafia increíble metida en los crematorios y en los velatorios. Es una falta de respeto, esto le puede pasar de golpe a cualquiera; hay que tomar conciencia, esto lo tiene que saber todo el mundo. El familiar espera los restos de su familia y no puede pasar que pueda entrar cualquiera y llevarse los cajones o las cenizas", había dicho Veronica, una de las hermana de la víctima el miércoles en el tribunales de la zona sur de Buenos Aires.
Aunque el cuerpo de la víctima nunca fue encontrado, el Tribunal Oral N° 9, integrado por los jueces Victoria Ballvé, Darío Bellucci y Juan Manuel Rial, concluyó por unanimidad que Lagostena mató a Érica. En los alegatos, la defensa de Lagostena sostuvo que no se podía condenar a la pareja de la víctima porque nunca se pudo establecer cómo fue asesinada Érica.
Pero el artículo 79 del Código Penal, que establece la condena de 8 a 25 años de prisión para la persona que "matare a otro", no especifica que, para la aplicación de la pena, sea necesario determinar la forma en la que se concretó el homicidio.