Estafa al tramitar pensiones a italianos residentes en el país
Un estudio jurídico habría engañado a miles de personas
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La carta llevaba el logotipo del Ministerio del Tesoro y de la Guerra de Roma y le comunicaba a la mujer -una italiana residente en nuestro país- que tenía derecho a recibir la pensión de guerra de su abuelo, que había sido militar durante la Primera Guerra Mundial y luego había emigrado a la Argentina.
Pero el documento resultó ser falso y formaba parte de una estafa mayor perpetrada por un estudio jurídico porteño contra miles de italianos instalados aquí, pues cartas semejantes habían llegado a otras personas en igual situación.
La existencia del fraude -descubierto mediante el portal en Internet de la administración pública italiana- fue confirmada a LA NACION por el cónsul general de Italia en nuestro país, Plácido Vigo. El diplomático explicó que conocía las denuncias, pero no pudo estimar la dimensión del fenómeno.
Originalmente, la estafa fue descubierta por el ministro para la Innovación y las Tecnologías italiano, Lucio Stanca, según informó la agencia de noticias ANSA.
Las acusaciones apuntan a un estudio legal con domicilio en la ciudad de Buenos Aires, cuya titular fue identificada por los denunciantes como María Graciela Boluntieri.
La abogada prometía a los clientes ocuparse de tramitar en Italia las pensiones de guerra o ancianidad, trámite por el que cobraba entre 150 y 300 pesos. Pero, en realidad, sólo se trataba de un engaño.
Ayer, LA NACION intentó comunicarse con el teléfono registrado a nombre de la mujer, pero nadie atendió las llamadas.
La maniobra salió a la luz cuando una de las afectadas escribió un correo electrónico al servicio "Escríbeme" del portal estatal italiano www.italia.gov.it , en el que nombraba la misiva recibida.
Consultas oficiales
Oficialmente, la página recibió once consultas más que hacían referencia a otras cartas semejantes, pero se supone que muchos otros italianos que viven en la Argentina fueron víctimas de la estafa, aunque no consultaron al sitio de las autoridades de aquel país.
"Recibimos denuncias de parte de conciudadanos y las informamos inmediatamente a nuestro Ministerio de Relaciones Internacionales", dijo el cónsul Vigo a LA NACION y agregó que "en Italia se habla de miles de estafados, pero no tenemos un número".
Por su parte, el Ministerio del Tesoro y de la Guerra italiano abrió una instrucción al respecto a partir de los mensajes recibidos: descubrió que las cartas eran falsas, escritas en italiano precario, y habían sido enviadas desde el aeropuerto romano de Fiumicino.
Por tal motivo, el ministerio y el Instituto Estatal para Pensionados denunciaron los hechos ante la Fiscalía de Roma y la de Buenos Aires, a mediados de este mes.
Estos datos fueron confirmados por Vigo: "El nivel del pedido escrito era en un italiano tan espantoso que se delataba".
El cónsul general de Italia -que ocupa el cargo desde hace 5 meses- lamentó que el fraude haya sido cometido "contra la gente que más necesita". Luego, destacó que los 351.000 residentes italianos en la Argentina pueden tener acceso a información fidedigna sobre ayudas sociales en oficinas oficiales, llamadas patronatos (ver infografía). Allí se encargan de asesorar sobre los trámites necesarios.





