“Facilitador de la conexión humana”. La IA y el boom de las herramientas tecnológicas que escriben obituarios
Las familias y los servicios fúnebres ya la usan para redactar mejores y más completos homenajes; qué pasa cuando la herramienta se equivoca
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WASHINGTON.– Dos días después de la muerte de su madre, Jeff Fargo estaba llorando, tirado en la cama de su casa de Nevada.
Los amigos de su madre le habían pedido que escribiera su obituario, así que en su laptop abrió ChatGPT y se puso a ingresar datos sobre ella durante más de una hora: que había sido madre soltera en un mundo dominado por los hombres, que nunca recibió el reconocimiento que se le debía, que era muy querida por todos... y apretó “enter”.
Después de unos segundos, el bot conversacional le dio las condolencias y un breve pasaje recordando a su madre como una entusiasta del golf conocida por su “amabilidad y amor por los perros”. Tras la publicación del obituario en el diario local, todos le dijeron que sus palabras habían captado maravillosamente la esencia de su madre.
“Vacié simplemente mi alma en el chatbot –dice Jeff, de 55 años–. No estaba en condiciones psíquicas de hacerle honor a la memoria de mi madre. Y esta herramienta lo logró por mí”.
Las herramientas de inteligencia artificial (IA) no solo están transformando nuestra forma de trabajar, de aprender y de vivir: también están cambiando lo que pasa después de morir, ya que las familias y las casas de sepelios buscan ayuda para crear panegíricos y homenajes que definan la vida de un ser querido.
Son cada vez más los encargados de las funerarias que les preguntan a los deudos si prefieren que el obituario lo escriba la IA, en lugar de encargarse ellos mismos de la tarea. Josh McQueen, vicepresidente de marketing y productos de Passare, un software de gestión funeraria, asegura que en los últimos dos años la herramienta de IA de su empresa ha escrito decenas de miles de obituarios en todo Estados Unidos.
Las startups tecnológicas también están trabajando para crear generadores de obituarios que, por una pequeña tarifa, estén disponibles para todos los que atraviesan un duelo. Sonali George, fundadora de una de esas herramientas, llamada CelebrateAlly, asegura que la IA funciona como un “facilitador de la conexión humana” porque ayuda a los deudos a evitar una tarea que los abruma y al mismo tiempo les brinda algo que puede unir a la familia.
“Imagínense a la persona que acaba de fallecer: ¿No querría que su mejor amigo le rindiera un homenaje sincero, que hiciera reír a todos y que sacara lo mejor de sí, con ayuda de IA?”, pregunta George. “Si tuvieras una herramienta capaz de escribir las ‘25 razones por las que te quiero, mamá’, ¿no seguiría teniendo sentido, por más que lo haya escrito una máquina?”.
Populares
La velocidad de las herramientas de IA las ha vuelto muy populares en el sector de servicios fúnebres, donde tradicionalmente era el personal el que recopilaba detalles sensibles sobre el linaje y los logros de una persona, para luego escribir ellos mismos los obituarios y homenajes.
Skip Phelps, ejecutivo de ventas del Cementerio Parque Spring Grove de Cincinnati, dejó un testimonio en el sitio web de Passare donde dice que su redactor de obituarios de IA es “realmente increíble”, con “excelentes adjetivos y descripciones”. Ryan Lynch, jefe de producto de PlotBox, desarrolladora de software para cementerios con sede en Irlanda, dice que estas nuevas herramientas fueron el gran tema de conversación durante la conferencia de la Asociación Nacional de Directores de Funerarias del año pasado en Las Vegas.
“Alguien se levantó y dijo que lo consideraba el mayor avance en la tecnología funeraria desde que se inventaron algunas formas de embalsamamiento”, recuerda Lynch. “Me pareció un poco exagerado”, suma.
Sin embargo, fuera del sector funerario, los generadores de obituarios inquietan a quienes los consideran atajos despiadados que reducen la vida de una persona a texto automatizado. Pero estas herramientas también profundizan la inquietante sensación de que la IA está degradando la forma en que nos relacionamos y recordamos, convirtiendo elementos básicos de la existencia humana, como el duelo, en una tarea más a optimizar.
Irina Raicu, directora del Programa de Ética de Internet en la Universidad de Santa Clara, dice que su mayor preocupación es el “efecto aplanador” que podría derivarse de que las personas deleguen sus momentos de mayor emoción en máquinas insensibles. Un “simulacro genérico” de obituario o recordatorio, apunta Raicu, no puede capturar la esencia de las relaciones y experiencias de una persona, ni compartir con los deudos ese dolor verdadero que hace posible un cierre.
En un obituario tradicional, “se ve a la persona fallecida a través de los ojos de quien escribe, y por eso es tan potente”, señala Raicu. “Escucho la voz de mi amigo describiendo a un ser querido. Eso es lo que se pierde: esa sensación de ver realmente lo que ellos vieron”.
Gestiones
Para McQueen, el ejecutivo de software funerario, el valor de esta tecnología es evidente. Para un ser humano, dice McQueen, la tarea de resumir en palabras y con estilo la vida de un ser querido mientras enfrenta la tristeza y la logística de su fallecimiento, suele ser estresante y emocionalmente irremontable. Para la IA, por otro lado, todo es nada más que texto.
“Te encargan escribir 500 palabras y querés ser cariñoso y profundo, pero al mismo tiempo estás atravesado por ese dolor, así que te sentás frente a la computadora para escribir, y te quedás paralizado”, describe McQueen. “Si esta herramienta puede ayudarte a plasmar algunas de tus ideas en papel, para mí, es todo un logro”.
El ejecutivo señala que ya son miles las casas de sepelios que utilizan el software de su compañía, y muchas de ellas permiten a las familias acceder a la herramienta de IA a través de sus portales online. Además de eliminar “el horror de la página en blanco”, la IA tiene la inigualable capacidad de ajustar rápidamente la extensión o el tono de un obituario o de cualquier texto.
“¿Lo querés más festivo? ¿Tradicional? ¿Más poético? ¿Directamente gracioso?”, apunta McQueen. “Le puede dar en enfoque y el tono que vos quieras”, complementa.
La posibilidad de agilizar la redacción de obituarios y panegíricos les cayó como regalo del cielo a los profesionales de las casas de sepelios, a quienes suelen ser las propias familias las que les encargan esa tarea, señala Walker Posey, embalsamador de cuarta generación y director de una funeraria en Carolina del Sur, que también es vocero de la Asociación Nacional de Directores de Funerarias de Estados Unidos.
Los directores de casas de sepelios, agrega Posey, siempre necesitan optimizar sus procedimientos, porque manejan márgenes de tiempo muy estrechos: cada servicio puede requerir hasta tres horas de reuniones con la familia y otras tres horas de gestión del papeleo. Y el principal servicio que ofrecen muchos de los programas de software que utiliza la industria para la gestión de casos, como Afterword y Tribute, son los redactores de obituarios de IA como una función principal.
“Desde una perspectiva empresarial, cuando tenés un flujo de familias muy alto -dice Posey- querés atender al mayor número posible sin perder de vista la importancia de la conexión humana”.
Cambio y divisiones
Pero este cambio ha generado divisiones en el sector: a algunos veteranos de la industria les molesta la frialdad del asunto, y otros temen quedarse sin trabajo. Posey, por ejemplo, sigue siendo reacio a usar IA para escribir el obituario completo, aunque ha tomado algunas frases que le propuso. “Recuerden que este es un negocio que no cambia desde hace mucho tiempo”. señala.
La herramienta Tribute está disponible, por ejemplo, en el sitio web de una casa de sepelios de Florida y permite que el familiar elija el tono y el “nivel de creatividad” del obituario, así como las tres palabras que mejor describan a su ser querido, como “generoso”, “sabio” y otros calificativos. También hay una casilla de verificación por si el firmante desea incluir “una cita memorable”.
Con instrucciones para que escriba un obituario “divertido” para una persona ficticia a la que se describe como “vivaz, graciosa y llena de esperanza”, la herramienta de IA afirmó que esa persona había “nacido en un día frío”, que “vivió según las palabras del gran Groucho Marx”, que fue “una inspiración para los demás” y murió “en un abrazo soleado”, aunque no se le habían ingresado ninguno de esos datos.
Con otras directivas, inventó apodos, preferencias y sucesos de vida falsos, llegando a decir que la persona en cuestión había fundado un teatro comunitario y había sido mentor “de un joven comediante que hizo giras por todo el país”.
James, trabajador de una funeraria de Filadelfia y que prefirió no dar su apellido por no estar autorizado a hablar sobre procedimientos internos de la empresa, comentó que las casas de sepelios como la suya usan constantemente ChatGPT para escribir los obituarios sin informárselo a sus clientes.
La IA, dice James, los ha ayudado a dedicar más tiempo a gestionar el trabajo logístico, legal y litúrgico que entrañan la mayoría de los sepelios, que pueden ir desde la presentación de la documentación para el entierro hasta la coordinación de los honores militares o la planificación de una suelta de palomas.
Pero las herramientas de IA no están exentas de riesgos. Su tendencia a inventar cosas, conocida como “alucinación”, arrastra un historial de momentos incómodos, como arrojar obituarios en los que confunden a los familiares de una persona.
James explica que cuando usa ChatGPT para crear un obituario le indica a la IA que no use un lenguaje florido ni haga suposiciones sobre cómo murió una persona, como por ejemplo que “falleció en paz” o que “murió rodeada de sus seres queridos”, como escribió la herramienta en uno de sus primeros intentos. “No sabemos si fue una muerte pacífica, por más que nos guste pensar que sí”.
Los directores de la funeraria donde trabaja, comenta James, ofrecen gratuitamente el servicio y justifican no divulgárselo a la familia para evitar que tengan que lidiar con otra decisión delicada en un momento difícil. “Como tampoco se les explica detalladamente cada paso de una cremación”, agrega James.
Una forma más rápida de recordar
Para las familias que quieren encargarse ellas mismas de los obituarios, algunos desarrolladores han creado generadores de obituarios con IA para el público en general, y los promocionan como una forma más especializada de anunciar un fallecimiento en redes sociales o en el periódico local que simplemente pedírselo a ChatGPT.
Sonali George, fundadora de CelebrateAlly y exgerente de programas en Microsoft, lanzó su creador de obituarios después del éxito que tuvo el discurso que pronunció en la boda de un amigo: lo había generado con IA. Además de obituarios, la startup de George ofrece generadores de IA para prácticamente cualquier texto relacionado con un acontecimiento importante de la vida, incluyendo cartas de amor, propuestas de matrimonio, mensajes de condolencia y votos matrimoniales.
Desde marzo, la función de obituarios con IA de CelebrateAlly —que incluye un breve cuestionario sobre la vida de la persona, los familiares que lo sobreviven, cómo falleció y opciones sobre su tipo de personalidad—, ya ha generado más de 250 obituarios, según un desglose recopilado para The Washington Post. La mayoría de los solicitantes pidieron a la IA que usara un tono “sincero” (52%), aunque un 17% también buscó algo “reflexivo/emotivo”. George comenta que 10 de los obituarios fueron para mascotas.
Como parte de su análisis, George le pidió a Cursor, una herramienta de codificación de IA, que le entregara un resumen anónimo de las solicitudes de obituario de los usuarios. “Lo que más impacta son los recuerdos divertidos y las peculiaridades sumamente personales”, apunta George. “En la memoria, las cosas cotidianas, como la buena mano para la jardinería, los almuerzos de los domingos o los hábitos más tontos, se vuelven sagrados”.
El sitio cobra US$5 por 100 créditos, cada generación de texto cuesta 10 créditos, y alterna entre diferentes herramientas de IA, según el tono. Para un texto más creativo, George entrenó al sistema para que use GPT4 Turbo de OpenAI, que le resulta más ingenioso. Para mensajes más tradicionales, como “100 razones por las que amo a mi esposa”, el sistema usa Claude, el modelo de IA de Anthropic.
No todos entienden cómo funcionan estos sistemas. El año pasado, Michael Worden, diseñador y redactor de Seattle, desarrolló un generador de obituarios con IA tras enterarse de que su madre, que vivía en una comunidad de personas retiradas, estaba dando un curso para que los adultos mayores aprendieran a escribir su propio panegírico.
Worden creó un formulario de 27 páginas con 110 preguntas —no solo sobre hitos de la vida, sino también sobre los gestos característicos de la persona, sus celebridades favoritas y cómo habría sido para ella un día perfecto— y lo conectó a Claude Sonnet de Anthropic, el modelo de lenguaje de IA que prefiere para la escritura creativa.
Hasta ahora, dice Worden, el sitio fue utilizado para escribir obituarios por más de 500 personas, pero su madre no quiere saber nada, y sostiene que a las personas mayores con las que vive les parecerá triste y desalentador que “alguien haya encontrado una manera más rápida de recordarte y seguir adelante con su vida”. Worden sospecha que ese tipo de resistencia se desvanecerá a medida que la tecnología mejore. Si bien los adultos mayores podrían sentir que un obituario con IA es falso o reduccionista, señala Warden, las generaciones más jóvenes podrían verlo como una forma de demostrar que les importa lo suficiente como para querer hacerlo bien.
Los jóvenes “sienten una enorme presión por crear la despedida perfecta, pero les preocupa que su capacidad de redacción no le haga justicia a alguien a quien aman profundamente”, le escribió Warden para esta nota al periodista de The Washington Post, con la ayuda, según explicó después, de la IA.
Mary McGreevy, una mujer de Minnesota que lee y comenta obituarios en su popular cuenta de TikTok, “Tips from Dead People” (“Consejos de los muertos”), dice que valora la forma en que estas herramientas pueden ayudar a las personas en momentos de estrés y cero creatividad.
Recuerda a un par de hermanas que comentaban: “Llorábamos tanto que se nos cerraban los ojos, pero teníamos los datos, así que los introdujimos en ChatGPT y nos hizo el 75% de la tarea”.
Pero a McGreevy también le preocupa que la IA dé lugar a más homenajes que parezcan “de plantilla” o “retocados”, algo así como currículums póstumos. Los mejores obituarios, dice, no son una lista de logros, sino historias de personas con defectos “que reflejen lo que pensamos sobre nuestras propias vidas”.
Para explicar el valor de esas falencias, McGreevy menciona el principio estético japonés del “wabi-sabi”, según el cual las imperfecciones de una obra de arte, como las grietas en una cerámica, se exhiben, “porque sin ellas la obra no estaría completa”.
“Los obituarios que se viralizan no son los de escritores talentosos, sino los de quienes simplemente lo exponen todo, para llegar a la esencia imperfecta de esa persona”, dice McGreevy. “Creo que esos son los obituarios que realmente ayudan a las personas en su duelo. Y no son necesariamente profesionales ni pulidos en absoluto”, añade.
“Ideas creativas para un sepelio”
Bob Treadway, consultor legal de 65 años de Lexington, Kentucky, comentó que en los últimos meses ha notado, o al menos sospechado, un creciente número de obituarios escritos con IA: frases hechas, oraciones torpes.
Treadway lee regularmente la sección de obituarios de su periódico local para “hacerme una idea de quién sigue vivo” y enterarse si falleció algún viejo amigo o conocido, pero lo entristece ver tantos obituarios reemplazados por mensajes forzados que parecen sacados de LinkedIn.
“Uno empieza a envejecer, también tus amigos se empiezan a morir... y una esperaría una reflexión personal”, dice Treadway. “Pero leí algunos que ponían dónde habían estudiado, que había tenido tal o cual negocio, y todo parecía sacado de un CV”.
El uso de herramientas de redacción con IA se está expandiendo más allá de las familias y las empresas funerarias. El mes pasado, cuando el ejecutivo de Blackstone, Wesley LePatner, murió en un asesinato en masa en Manhattan, el sitio web de noticias económicas Fortune afirmó haber utilizado IA para “ayudarse con el borrador inicial” de un artículo que resumía su vida.
Sin embargo, la transición hacia la escritura automatizada también ha generado una ola de confusión en la web. Algunos spammers y estafadores recurren a chatbots para crear obituarios de personas recientemente fallecidas con la esperanza de sacar provecho del tráfico de búsqueda o de recomendaciones para flores o regalos.
Sin embargo, para el sector empresario de los servicios fúnebres la IA es la tendencia del futuro. La empresa creadora de Passare está preparando un asistente de IA para que un director de funeraria pueda pedirle, por ejemplo, “ideas originales para el momento del entierro”, apunta McQueen. Batesville, empresa fabricante de ataúdes y urnas de cremación con sede en Indiana, ofrece una herramienta de IA llamada Meaningful Selections que evalúa los hobbies, carrera profesional o las creencias religiosas de una persona para filtrar o sugerir diferentes colores para el interior del ataúd, accesorios y papelería conmemorativa, medallones personalizados y otras “soluciones funerarias”.
Y la ganadora del segundo premio a la innovación de la Asociación Nacional de Directores de Funerarias del año pasado fue una aplicación llamada Nemu, que utiliza un analizador de imágenes de IA para catalogar y evaluar todos los objetos que quedan en el hogar de una persona “para que las familias puedan celebrar esos recuerdos que tienen de un ser querido, en vez de pelearse por ellos”, como dice en su video promocional.
Fargo, el hombre de Nevada que usó ChatGPT para escribir el obituario de su madre, sigue recordando el alivio que sintió cuando la IA le devolvió algo que, según él, había captado la esencia de su madre. “Ella habría estado muy contenta con el resultado final”, dice Fargo, y que espera que sus tres hijos lo usen cuando él fallezca.
También estuvo pensado en las nuevas funciones de ChatGPT que podría usar para el obituario de su padre cuando llegue el momento. “Voy a usar el modo Investigación Profunda”, dice Fargo. “Va a ser todo un éxito”.
(Traducción de Jaime Arrambide)
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