
Gato Dumas, un maestro de la cocina
El sábado último, los ganadores del sorteo por una clase en el Colegio de Cocineros del Gato Dumas, que organizó LA NACION LINE con motivo del Día de la Madre, disfrutaron de una tarde muy especial
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Treinta y cinco lectores de LA NACION LINE participaron de una clase teórica-práctica en el Colegio de Cocineros del Gato Dumas, en Belgrano. En una tarde soleada, los flamantes cocineros compartieron los secretos junto con uno de los más importantes cocineros argentinos.
En el aula, donde el pizarrón y el escritorio del profesor estaban reemplazados por una cocina, una mesada y elementos para preparar distintos menúes, Dumas brindó la clase téorica, acompañados por dos chefs. Desde los pupitres, los alumnos siguieron con atención los consejos del maestro y tomaron apuntes para luego trasladarlos a la clase práctica en el aula-cocina.
Los alumnos cocinaron un exquisito menú seleccionado por la Escuela, compuesto por pollitos bb “trufados” con perejil, omelettes varios y peras en almíbar de jengibre. Al término de la clase, los participantes saborearon lo que cocinaron e intercambiaron consejos culinarios.
Los afortunados ganadores del sorteo aprovecharon al máximo el encuentro con el Gato Dumas. Todos demostraron mucho interés en cada explicación y siguieron con atención todos sus consejos.
Dumas, explicó, entre otras cosas, que para preparar un omelette, se deben mezclar todos los ingredientes al mismo tiempo, inclusive el jamón y el queso, también aclaró que los huevos no deben estar muy batidos si se quiere lograr una buena consistencia. Por otra parte, contó que si se desea agregar salsa a la comida, ésta debe colocarse debajo de la presa y no vertirla sobre la misma; el objetivo de la salsa es darle brillo al plato y no esconder lo que se ha cocinado. Por último, aconsejó acompañar el plato principal con un puré “kenelle”, que consiste en “moldear el puré en tres pasos, con dos cucharas”.
En diálogo con LA NACION LINE, el Gato Dumas contó que el colegio ya tiene mil alumnos realizando los distintos cursos, que se dictan de lunes a sábado durante todo el día. “Siempre le digo a quienes se deciden por compartir con nosotros horas de sus vidas: mientras lo demás se divierten, nosotros debemos trabajar duramente en la cocina”, sentenció.
Orgulloso por la cantidad de personas atraídas por los secretos de la cocina, define a su actividad “como un arte” y destacó que es una profesión que requiere mucho trabajo, esfuerzo y dedicación.
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