
Hace 20 años nacía junto al río el barrio porteño más exclusivo
En 1989 se creó la corporación encargada de revalorizar el deteriorado Puerto Madero
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De lugar abandonado a barrio pujante. De moda inmobiliaria a realidad de inversión. De calles donde se escribió gran parte de la historia argentina al barrio más nuevo y moderno de Buenos Aires. De puerta de entrada para inmigrantes a lugar obligado de visita de turistas extranjeros.
La transformación de la zona portuaria a partir de la urbanización de las 170 hectáreas que dio vida al barrio de Puerto Madero es notable. El proceso, que comenzó hace 20 años con la ley de reforma del Estado y la creación de la Corporación Antiguo Puerto Madero, la desarrolladora que tuvo como objetivo revalorizar el área central de la ciudad, comenzó el 15 de noviembre de 1989. Hoy, tras dos décadas de vida, el balance es positivo.
"Puerto Madero había sufrido el abandono progresivo, pero rápido, de su actividad portuaria, quedando calles, vías, depósitos y servicios en mal estado y mal ubicados. Si a ello le sumamos su cercanía con la zona de alto tráfico portuario, este predio se había transformado en territorio marginal de la ciudad y no gozaba de las mejores condiciones para su explotación", recordó el presidente de la Corporación Antiguo Puerto Madero, Eugenio Breard.
A priori, el desafío urbanístico era enorme: "Transformar un área histórica y virtualmente abandonada en un área de inversión y producción y, a la vez, aproximar la ciudad al río fue el mayor reto. El factor primordial para el desarrollo de Puerto Madero fue y es la continuidad de las políticas de Estado que permitieron una adecuada articulación entre los sectores público y privado", comentó Bread.
El barrio más moderno y seguro de la ciudad -salvo algún descuidista, los niveles delictivos son escasos, ya que el área está patrullada por la Prefectura Naval, con cámaras de seguridad en la calles y sólo cinco puentes de salida que forman una suerte de cerrojo infranqueable- es el menos poblado de ésta (se calcula que hoy viven en forma permanente unos 13.000 habitantes), pero el que más metros cuadrados lleva construidos en los últimos años.
Además, allí están las propiedades más cotizadas de la ciudad: en promedio, el metro cuadrado cuesta entre 3000 y 4000 dólares para la venta, mientras que los alquileres mensuales se cotizan entre 18 y 20 dólares por metro, según datos aportados por Enrique Caubarrere, gerente de la sucursal de Puerto Madero de la inmobiliaria Toribio Achával.
"La seguridad, la cercanía al corazón de la ciudad, el entorno natural y el acceso a una calidad de vida superior son las principales razones para elegir Puerto Madero para vivir", explicó Caubarrere, que trabaja en la venta de inmuebles en el barrio desde 1994 y afirma que los precios de las propiedades nunca decayeron, a pesar de las diversas crisis económicas.
"Puerto Madero siempre conserva sus valores porque el público que compra acá tiene mucha espalda y prefiere aguantar la venta antes que deshacerse de una propiedad a un menor valor", explicó el gerente de la sucursal de Toribio Achával.
Sin embargo, tanto confort se paga. Por empezar, las expensas cuestan un 30% más que en el resto de la Capital porque todos los edificios tienen amenities como piletas climatizadas y gimnasios que hay que mantener.
Precios más caros
Pero para algunos las cuentas cierran. Sobre todo teniendo en cuenta que son varios departamentos por edificio y algunos gastos adicionales, como el gimnasio, son absorbidos por las expensas. Eso sí: mejor evitar comprar artículos de limpieza o comida en los drugstores -como llaman a los almacenes de barrio- porque es probable que haya que desembolsar 40% más que en las grandes cadenas. Ante la falta de supermercados, la mayoría opta por la compra on line.
Además de los precios de algunos productos, en Puerto Madero hay quejas por el mal uso del espacio público, sobre todo en los alrededores de la Costanera Sur. "Hay carritos de venta de comida instalados desde hace años, que desde el punto de vista sanitario y bromatológico son un riesgo. Además, entre la grasa, las bolsas y los restos de la comida, lograron estropear un paseo precioso", señaló la vicepresidenta de la asociación vecinal, Mirta Fernández.
"Otros problemas son el estacionamiento libre, la prostitución frente a la Dirección de Museos porteña y una casa intrusada en avenida de los Italianos 601, donde se ejerce una actividad comercial irregular", comentó Fernández. La escuela, otro de los asuntos pendientes del barrio, ya tiene terreno donde edificarse, que fue donado por un particular en la avenida Calabria y Elvira Rawson de Dellepiane.
Fernández, además, destaca que Puerto Madero es un barrio con conciencia ecológica. "La mayoría de los edificios separa la basura. Cliba pasa determinados días a buscar cartones, plástico y vidrio", destacó.





