Holder: "Alguien muy cercano mató a Perel"
Según el agente norteamericano se complica la investigación del doble crimen de Cariló
Es el espía del momento. Salvo la renuncia del ministro de Economía, el nombre de Frank Holder aparece vinculado a prácticamente todas las noticias de impacto que aparecieron en los diarios en las últimas semanas. Holder, representante en la Argentina de la empresa de investigación estadounidense Kroll Associates, hace trabajos para el Citibank. Filma videos para Raúl Moneta. Es el gran enemigo de Mariano Perel, el financista asesinado en Cariló el mes pasado. Tras un traumático divorcio con el Exxel Group, uno de los mayores empleadores del país, Holder fue reemplazado, hace pocas semanas, como asesor de seguridad del grupo nada menos que por el ex montonero Rofolfo Galimberti, cuya biografía encabeza la lista de best sellers del verano. El abogado Luis Moreno Ocampo, representante local de Transparencia Internacional, a quien Perel supuestamente quien Perel supuestamente espiaba, también fue socio de Holder y la separación fue menos que amistosa. Holder es un espía atípico. Mientras sus colegas cultivan el bajo perfil, a él no le molesta ver su nombre en el diario. No llega a los 35 años, y en menos de 10 pasó de ser un funcionario de tercera línea de la embajada norteamericana en Buenos Aires a asesor de seguridad de varias de las principales empresas de la Argentina.
Fue protegido del ex embajador norteamericano Terence Todman, pero su sucesor, James Cheek, no dudó en pedir su traslado de la embajada.
Tras una misión en Panamá para el servicio de inteligencia de la fuerza aérea norteamericana, volvió a la Argentina para asociarse con Moreno Ocampo. Tras la separación, ambos se disputaron la representación de Kroll, empresa que terminó eligiendo a Holder.
Nunca dice que es un ex agente de la CIA y cuando se le pregunta directamente, dice que no es cierto. Pero no le molesta para nada que los periodistas lo describan de esa manera.
El se describe como un técnico que se ocupa de los aspectos legales y empresariales vinculados con la corrupción, pero que les escapa a las cruzadas morales de su ex socio Moreno Ocampo. Dice que Moneta es un cliente más y sugiere que es víctima de una campaña política. Considera casi un insulto que lo comparen con Rodolfo Galimberti.
En una entrevista telefónica con La Nación desde su hotel en Washington D.C., donde se encuentra en viaje de negocios, Holder, de muy buen humor, habló de todos los temas que, hoy por hoy, lo tienen como protagonista.
-¿A Mariano Perel y su mujer los mataron o se suicidaron? -No estoy seguro, pero por lo que he podido leer parecería un doble homicidio. Sin embargo, no dejan de llamarme la atención las demoras de los investigadores en terminar los peritajes en la escena del crimen, que serían muy útiles para tener un panorama más definitivo.
-¿Entonces quién lo mató?
-Habría que ponerse en fila. Era un hombre complicado, que terminó con problemas con todos sus empleadores. Era un prestamista que debía mucha plata, manejaba empresas del más diverso origen y pertenecía al mundillo de la inteligencia.
-¿Qué perfil podría tener el asesino?
-Difiero de la teoría de que se trato de alguien muy profesional. Dejar un mensaje confuso, impreso con anterioridad en Antfactory, fue un error gravísimo del asesino, porque da muchas pistas. (N. de la R.: la nota decía en ingles: "Soy un colaborador de los gringos del Citibank, muerto por no haber pagado el rescate del Citigroup".)
También se equivocó al no llevarse la computadora y en dejar rastros de los químicos que usó para dormirlo. Los asesinos superprofesionales no duermen a la víctima antes de matarla. Este dejó muchos rastros.
El autor material o el intelectual tiene experiencia militar y lo conoce muy bien, casi en el nivel del trato cotidiano. Es alguien muy cercano a la familia o directamente un familiar. El hecho de que haya matado a la mujer demuestra que en esto también hubo algo personal.
-La tercera víctima del crimen de los Perel sería la empresa Antfactory, cuya imagen fue destruida. ¿Puede haber en el crimen un mensaje mafioso de un competidor real o potencial de Antfactory?
-Es una buena hipótesis. Yo investigaría el mercado de los competidores, no sólo aquí, sino empresas internacionales con planes importantes para la Argentina.
Antfactory negoció para comprar Latinstocks, que terminó quebrando. También habló con el grupo Banco Provincia. Hay miles de ejemplos de situaciones competitivas.
Tampoco hay que descartar la historia de Perel. Pudo tratarse de venganza por una deuda impaga o un ajuste de cuentas de alguien que se sentía amenazado o extorsionado por la información que manejaba Perel.
-Usted trabaja para Citibank e hizo un informe negativo de Perel cuando una empresa afiliada al Citi (Citel) mostró interés en él. ¿Cómo explica que el propio Citi lo haya recomendado para ir a Antfactory, otra empresa del grupo?
-El Citi es una empresa enorme, es accionista en Antfactory, pero no gerenciador. Antfactory no nos pidió información de Perel.
Además, un estudio de Kroll demuestra que, estadísticamente, las empresas de Internet son tres veces más propensas a contratar empleados con antecedentes problemáticos que empresas de la vieja economía.
Esto se debe al enorme apuro que hay en ese mercado para desarrollar productos, el origen golondrina de los fondos y el choque cultural entre los técnicos de los proyectos y los financistas.
-A la luz de lo que hoy se sabe de las actividades non sanctas de Perel, ¿cómo hizo Perel para obtener un arreglo judicial favorable con Kroll por un informe preempleo negativo que usted preparó en 1996?
-(Por única vez, contesta con cierto disgusto.) Nosotros no perdimos ningún juicio. Por razones de política propia, nosotros decidimos arreglar. No tiene nada que ver con la calidad del informe, que ratifico en su totalidad.
Lo que ha salido en la prensa en los últimos días ha vindicado y superado nuestro informe. Salieron cosas mucho más complicadas de las que nosotros pudimos poner en un simple informe preocupacional.
El no me hizo juicio a mí, se lo hizo a mi empresa. Y no lo hizo aquí, sino en los Estados Unidos, porque allá es mucho más fácil atacar a una empresa que cotiza en Bolsa y nos podía perjudicar, aun perdiendo el juicio.
De todos modos, lo que se llevó apenas le alcanzó para pagar a sus abogados. (N de la R.: entre los documentos de Perel apareció un archivo escrito en inglés con información supuestamente comprometedora sobre la estructura comercial de Holder y Kroll. Los investigadores creen que Perel pudo usar esa información para extorsionar a Kroll Associates. En la entrevista, Holder no hizo comentarios al respecto.)
-Con todos los enemigos que tenía Perel, no habrá sido muy difícil rastrear sus antecedentes negativos.
-(Se ríe.) Digamos que no fue mi trabajo más complicado.
-¿Cómo hizo Perel para conseguir el informe que usted preparó para Citel, con el cual les hizo juicio?
-Habría que preguntarle a Citel.
-Según testigos, Perel dijo que Kroll le arruinó la vida.
-Nosotros hicimos un trabajo profesional. No me siento responsable de la depresión de Perel. En todo caso, fueron sus propias acciones las que lo metieron en problemas.
-¿Qué opina de las audiencias del Senado norteamericano por lavado de dinero?
-Las audiencias son para asesorar al Congreso de los Estados Unidos sobre cambios de legislación con respecto a "bancos cáscara" que operan con instituciones financieras de ese país.
Rescato dos cosas: primero, si hay algo más que investigar, de aquí pueden surgir elementos para la justicia argentina. Segundo, demuestra que los Estados Unidos están impulsando en el nivel mundial un sistema de prevención antilavado para países emergentes como la Argentina.
-¿El Citibank no es cliente suyo? ¿No debió aconsejarlo mejor en sus políticas antilavado?
-El Citi es cliente nuestro, de Kroll Associates, desde hace décadas. Pero la política del banco es no hacer contrataciones externas para controlar sus programas antilavado. Para eso utilizan su oficina de monitoreo mundial, con sede en Tampa, Florida.
Obviamante, hubo fallas importantes que el propio banco reconoce y es muy probable que un consultor externo les podría ser útil para "objetivizar" el proceso.
-¿Usted filmó los famosos videos de Raúl Moneta que hace poco secuestró la Justicia?
-Claro, le prestamos un asesoramiento, una ayuda técnica a nuestro cliente. No hay que politizar tanto las cosas. Si hay un juez, o un legislador, o un político corruptos, yo creo que es válido prestar asesoramiento técnico para que la constancia de ese hecho sea tenida en cuenta, aunque sea mínimamente, por la Justicia.
No es distinto Moneta de cualquier otro cliente. Yo no soy ni peronista, ni radical, ni frepasista. No soy ni la Policía Federal, ni la Justicia, ni una fundación. Yo presto asesoramiento a empresas y a organismos del Estado.
-¿Cómo va a terminar Moneta?
-No lo sé. Depende de la justicia de acá y de la de allá (la Argentina).
-Hace cuatro años fue contratado por el grupo Exxel para vigilar las empresas que habían pertenecido al grupo Yabrán. ¿Porqué rompió con el Exxel hace tres meses?
-Llegó una orden de mi jefe (Jules Kroll) de abrirnos de ese grupo, porque no cumplía con los compromisos pactados al comienzo dela relación. (N. de la R.: el compromiso principal era desprenderse de los ex asesores de Yabrán.) No se olvide de que muchos accionistas del Exxel son clientes nuestros; cuando nos pedían opinión, nos ponían ante un conflicto de interés. Al final, sólo cumplíamos con contratos de seguridad. No valía la pena seguir.
-¿Cómo se siente al haber sido reemplazado en el Exxel por Rodolfo Galimberti?
-No lo veo así. El tipo de servicios que ofrecemos nosotros no puede ser reemplazado por los que ofrece Galimberti.
-En 1995 fue socio del abogado Luis Moreno Ocampo. ¿Por qué se separaron?
-Teníamos enfoques distintos. A mí me parecía importante atender al sector privado y no comprometerse con un partido político en particular. El estudio trabajaba mucho con el gobierno de (Carlos) Menem. (N. de la R.: sobre todo para los ministros Domingo Cavallo y Armando Caro Figueroa). Yo quería enfocarme en casos, no en programas de ética pública, algo que me parecía incompatible con nuestras investigaciones. No me parecía bien que aparezcamos como paladines de la justicia. Yo tenía un enfoque técnico.
-Hace pocos días, el ex gobernador de Entre Ríos Jorge Busti lo acusó de espiarlo a pedido del actual gobernador, Sergio Montiel.
-La reacción de Busti fue un tanto desmesurada y sorprendente. Fuimos contratados por el gobernador de Entre Ríos a raíz del programa de entrenamiento que hicimos en la Oficina Anticorrupción. Nos pidió ayuda porque le parecía que los entes autárquicos no tenían un sistema de control adecuado y no tenía gente entrenada en fraude ni en crímenes complejos. Nosotros le estamos haciendo una suerte de auditoría. En algunos casos detectamos indicadores fuertes de actividades irregulares. Estoy seguro de que algunos de estos casos terminarán en la Justicia, pero la decisión será de nuestros clientes, el gobernador y el procurador provincial.
-¿Alguien lo llamó para investigar las coimas de Senado?
-No. Me hubiera gustado participar. Creo que pudimos haber ayudado, pero nadie nos consultó.
lanacionarMás leídas de Sociedad
“Todos los gauchos me llaman mamá”. La mujer de 61 años que atiende un almacén centenario en un pueblo de 11 habitantes
"Juegan con el tiempo de la gente". Incertidumbre, enojo y caos en Aeroparque y Ezeiza frente a la séptima protesta en menos de un mes
Una odisea en Aeroparque. El desesperado pedido de una hija por su madre enferma