INECO impulsa junto al tenis una campaña solidaria para favorecer la inclusión de chicos con autismo
La iniciativa recolecta pelotas en desuso durante torneos deportivos para reducir el ruido en aulas de escuelas públicas y mejorar la experiencia educativa de niños con trastornos del neurodesarrollo
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Durante este mes, una iniciativa solidaria encontró en el tenis una forma concreta de mejorar la experiencia escolar de chicos con autismo y otras condiciones del neurodesarrollo. A través de la recolección de pelotas en desuso, la campaña propone una solución simple para reducir el ruido en las aulas y favorecer entornos de aprendizaje más amigables e inclusivos.
La propuesta se llama “Démosle pelota al autismo” y fue impulsada por la Fundación INECO, junto con el torneo Road to Australia, con el objetivo de recolectar pelotas en desuso para transformarlas en herramientas de inclusión dentro del aula. Las pelotas se colocan en las patas de mesas y sillas escolares para reducir el ruido que se produce al arrastrarlas, un estímulo que suele resultar especialmente molesto o desregulador para muchos chicos con trastornos del espectro autista.

La campaña se lanzó entre el 16 y el 20 de este mes, en el marco de los partidos disputados en el Buenos Aires Lawn Tennis Club, y aprovechó una lógica ya instalada en el tenis profesional: el descarte constante de pelotas a lo largo de cada encuentro. En cada partido se dispusieron canastos de recolección a un costado de la cancha, donde los alcanzapelotas depositaban las pelotas que dejaban de usarse durante el juego.
El torneo contó con la participación de jugadores de primer nivel, como Cameron Norrie, Sebastián Báez y Francisco Cerúndolo, y funcionó como vidriera para amplificar el mensaje de la iniciativa. A eso se sumó un video de concientización protagonizado por figuras del deporte, el periodismo y el espectáculo, entre ellas Ricardo Darín, Andy Kusnetzoff, Federico Coria, Morena Beltrán y Germán Beder, que invitaron al público a sumarse a la colecta durante los días del torneo.
Detrás de la acción hay una idea clara, pequeñas modificaciones en el entorno pueden tener un impacto significativo en la inclusión educativa. Reducir el ruido ambiental en el aula no solo mejora la concentración, sino que también disminuye el estrés sensorial, favoreciendo la permanencia y el bienestar de los alumnos. En ese sentido, cada pelota recolectada se convierte en una herramienta concreta para ampliar la cantidad de aulas inclusivas en escuelas públicas.
Desde Fundación INECO destacaron que la iniciativa no se agota en el torneo y que el objetivo es sostenerla a lo largo de 2026, replicándola en otros eventos deportivos y ámbitos sociales. La campaña fue desarrollada junto a la agencia Mercado McCann, con la intención de combinar impacto social, creatividad y continuidad en el tiempo.
Los puntos de recolección de pelotas seguirán sumándose durante el año y podrán consultarse en el sitio oficial de la fundación. La expectativa es que el gesto simbólico de “darle pelota” se traduzca en más aulas adaptadas y en una conversación más concreta sobre inclusión, accesibilidad y neurodiversidad, dentro y fuera del sistema educativo.
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