La historia revive en los paseos de la Manzana de las Luces
A través de distintos recorridos de verano, el pasado se abre a los visitantes. Una alternativa diferente que acerca a los porteños a sus orígenes culturales.
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El verano porteño ofrece a sus pocos habitantes y a los numerosos visitantes diferentes alternativas relacionadas con la actividad cultural. Entre ellas una de las más implementadas son las visitas guiadas, que recorren la ciudad descubriendo rincones, callecitas y misterios.
Desde el 10 de enero, el Instituto Histórico de la Manzana de las Luces, que cumple 20 años de trayectoria, organiza seis circuitos históricos para difundir el pasado y el valor testimonial de ese conjunto edilicio.
Se llama así a la manzana comprendida entre las calles Alsina, Moreno, Bolívar y Perú.
La denominación hacía referencia "a las luces de la razón", según contó a La Nación, la directora ejecutiva del instituto, Marcela Garrido, que luego agregó " allí se encontraban las instituciones más importantes de irradiación cultural desde la época de los jesuitas, hoy declaradas todas monumentos nacionales".
Mantener vivo el pasado
Uno de los objetivos de los investigadores que integran el Instituto, es mantener vivo el pasado de la ciudad. Por ello estos recorridos intentan dar a conocer la actividad de los personajes que pasaron por cada uno de los recintos, en las distintas épocas.
La intensa misión de los jesuitas puede conocerse al recorrer sus magníficas construcciones del siglo XVII y XVIII.
La iglesia de San Ignacio, donde además subsiste parte de una primera iglesia hecha de barro, el colegio del mismo nombre, principal centro intelectual de la época, y la Procuraduría de las misiones, encargada de administrar los beneficios del comercio de las misiones y de alojar a los indígenas que venían a la ciudad, son fieles testimonios históricos.
Cambios en el tiempo
A través del tiempo, estos edificios fueron cambiando de personajes y de funciones. En el período virrienal, la procuraduría fue Tribunal del Protomedicato, encargado de luchar contra el ejercicio ilegal de la medicina; como así también, imprenta de los Niños Expósitos.
En la misma época, además, se hicieron nuevas construcciones. En el predio que ocupaba la huerta de los padres, se edificaron cinco casas de alquiler, que "redituban a la corona", según las definió Marcela Garrido.
Aún subsisten dos de ellas, en la esquina de Perú y Moreno, ya que las otras tres fueron demolidas y actualmente el predio funciona como playa de estacionamiento.
En la etapa independiente (siglos XIX y XX), hubo nuevos cambios en el predio del saber. El país comienza a crear sus primeras instituciones modernas: la Universidad de Buenos Aires, en el mismo año , en una de las casas redituantes, la Sala de Representantes de la ciudad, donde se sucedieron históricas sesiones; y también en ese sitio el primer Banco de Buenos Aires, que en 1984 se restauró uno de sus salones.
La nómina de tan importantes instituciones no puede dejar de mencionar la primera Biblioteca Pública, el Archivo General de la Nación, y el Museo Público.
En el museo "había todo un poco de todo, objetos históricos y obras de artes, casi todas donaciones", comentó Garrido.
En el solar ubicado al lado de la iglesia, fue donde se instaló el Colegio Nacional de Buenos Aires.
En sus aulas se formaron muchos de los próceres de la independencia y hombres de la generación del 80.
Uno de los seis circuitos no visita uno de estos establecimientos en particular, sino que evoca la vida del barrio en relación con este centro del saber.
"Este lugar es privilegiado por dos razones. Una porque centros similares a este sólo tienen iglesia, colegio o universidad; y el otro motivo es que en ella se encuentran cuatro períodos arquitectónicos muy importantes", explicó Marcela Garrido.
Los recorridos son guiados por profesionales capacitados, entre ellos: profesores de historia y de arte, arquitectos y guías especializados de turismo.
Túneles de historia y misterio
Los misteriosos túneles, construidos presuntamente en los siglos XVII y XVIII, a cinco metros de profundidad, son una de las atracciones más visitadas por el público.
Lo enigmático de estas construcciones es el hecho de que no exista ningún documento escrito sobre su función o su existencia.
"Se puede afirmar que son de la misma época que la orden jesuita, pero no se puede decir que los sacerdotes fueron sus constructores", explicó a La Nación, Marcela Garrido, directora ejecutiva del Instituto Histórico de la Manzana de las Luces.
Según algunos historiadores, estas arterias ocultas formaban una red, constituida por otras dos que corrían de norte a sur, y una tercera que los hacía de este a oeste, uniendo las iglesias, los edificios públicos y el fuerte.
La función, seguramente, sería la de defensa, aunque no se debe descartar la de almacenamiento de mercaderías de contrabando.
Son tres pequeños tramos los que se pueden visitar. Todos tienen su entrada sobre la calle Perú y se dirigen, uno hacia el sudeste, otro hacia el este y el tercero hacia el oeste.
"La puesta de valor y la consolidación de los tramos, en el año 1983, permitió que los mismo pudieran ser recorridos", señaló la directora.
En cambio, el túnel que tiene acceso por Bolívar, solamente puede conocerse detrás de una reja "porque se encuentra en estado primitivo", según Garrido.
Visitas guiadas para disfrutar en familia
Por las instalaciones de ATC. Los turnos se solicitan en Extensión Cultural (avenida Figueroa Alcorta 2977), o en el Telefax: 802-2727.
A las muestras de la Sede Palermo del Museo de Artes Plásticas Eduardo Sívori (Paseo de la Infanta 555). De martes a viernes de 12 a 20; sábados y domingos de 10 a 20. Miércoles gratis.
Paseo en el tranvía histórico de Buenos Aires: 15 minutos de recorrido por la geografía del barrio de Caballito, cada 20 minutos. Los pasajeros suben a bordo en Emilio Mitre y Directorio, todos los sábados y domingos de 17 a 20.30 y domingos, también de 10 a 13.
Viaje al siglo pasado en tren a vapor: el convoy de vagones con máquina antigua del Ferroclub, con destino a Capilla del Señor (85 kilómetros de la Capital). Todos los domingos parte a las 10 y regresa a las 19.30, con almuerzo incluido. Salida desde Estación ferroviaria Federico Lacroze (F: Lacroze y Corrientes).
Buenos Aires a la Italiana y Buenos Aires a la Francesa. Recorridos de dos horas y media, los domingos a partir de las 18, en la puerta del Café Tortoni (Avenida de Mayo 829).
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