Lomas de Zamora comprobó que el sistema es perfectible

¿Resulta aconsejable erradicar un sistema de estacionamiento medido que ha probado su eficacia, sin siquiera intentar perfeccionarlo?

Existe una experiencia que podría explicar por qué la decisión de eliminar los parquímetros no es la única solución posible para el tránsito. Tal es el caso de Lomas de Zamora, donde el sistema demostró que no es perfecto, pero sí perfectible. Allí, los vecinos, cansados de que les pusieran el cepo, organizaron su reclamo ante la comuna. ¿Cuál fue el final de la historia? Ante la imposibilidad de rescindir el contrato de concesión a la empresa que explota el servicio, la municipalidad decidió continuar con el estacionamiento medido, que evidenció su eficacia en las grandes ciudades del mundo. Eso sí, se le hicieron ajustes que demostraron que el sistema puede ser perfeccionado.

El 1º de julio último se eliminó la utilización del cepo como medida de inmovilización de los automóviles en infracción y de la grúa, como sistema de acarreo de coches en todo el distrito. El parquímetro no se erradicó. En cambio, se redujo la tarifa de 1,20 peso a un peso por hora y a 80 centavos en una zona promocional. Y se incorporó un sistema de parquímetro personal.

Ahora, los conductores tienen 40 minutos de gracia una vez que el medidor consumió la ficha, antes de que actúe la grúa.

"El cepo funcionaba como un elemento extorsivo, tenía una finalidad, exclusivamente recaudadora. Alguien se pasaba un minuto y ya se lo ponían. Esto irritaba a los vecinos", dijo el intendente Edgardo Di Dío.

El cambio no fue sencillo. Implicó arduas negociaciones entre la comuna local y la empresa Dakota, que tiene a su cargo la concesión del servicio bajo la denominación Sistema de Tránsito Ordenado.

"Nosotros quisimos rescindir los contratos, pero la compañía nos exigió una indemnización de 12 millones de pesos. Entonces decidimos renegociar el contrato de concesión", aseguró Di Dío. Luego de una serie de asambleas públicas, convocadas en el Concejo Deliberante local, se decidió modificar las condiciones del estacionamiento fraccionado.

Precios más bajos

Así, se bajó el precio de la tarifa hasta un peso por hora en la zona céntrica y 80 centavos en las calles de la periferia en las que rige el estacionamiento medido. El nuevo contrato también limitó el uso de la grúa al radio céntrico de Lomas de Zamora y al microcentro de Banfield.

Desde julio último, cuando un remolque se lleva un auto mal estacionado, el infractor sólo paga 57 pesos por el acarreo. Pero no abona más los 27 pesos que se le imponían como multa por la ocupación de la vía pública.

Además de los 1700 medidores de estacionamiento tradicionales que existen en el partido, Lomas de Zamora incorporó una modalidad novedosa: el parquímetro personal. Se trata de una tarjeta magnética que se adquiere por 50 pesos y que se coloca en el parabrisas, a la vista, para que el agente de tránsito no labre una infracción.

Cuando el conductor estaciona en algún punto donde rige el sistema medido, activa la tarjeta que consume sus pulsos hasta que arranca el motor del vehículo y el espacio queda libre para otro coche.

¿Las ventajas? Este sistema fracciona por minutos. Es decir que si el conductor estaciona 15 minutos para hacer un trámite, no debe abonar toda una hora. Además, si un automovilista no quiere interrumpir su jornada de trabajo y salir a ponerle una ficha al medidor, puede recargar la tarjeta por teléfono.

"Por un breve período, cuando se trabó la negociación dejaron de funcionar los parquímetros. Era imposible conseguir un lugar para el auto -dijo el intendente-. Hicimos una encuesta en la que se preguntó qué sistema preferían para estacionar. El 60 % de los vecinos señaló el estacionamiento tarifado y muchos hicieron referencia a que, cuando se dio vía libre la ciudad fue un desastre."

Por Evangelina Himitian

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