Los misterios de la montaña mágica
CAPILLA DEL MONTE, Córdoba.- Misteriosa fuente de energía para unos, playa de estacionamiento de naves extraterrestres para otros, o incomparable atracción turística por su mole de piedra que domina el valle de Punilla, lo cierto es que nadie que haya escalado el cerro Uritorco vuelve a ser el mismo.
La montaña, enclavada a caballo de las Sierras Chicas y que con sus 1979 metros domina esta ciudad serrana de 9000 habitantes, es famosa entre los cultores de la New Age y los amantes del esoterismo de todo el mundo desde enero de 1986, cuando en uno de sus faldeos apareció calcinada una superficie oval de 90 m de diámetro que fue considerada como señal inequívoca del asentamiento de un plato volador.
El fenómeno, discutido aquí entre los vecinos sin ponerse de acuerdo, provocó la afluencia masiva de visitantes. El pueblo tenía entonces unos 6000 pobladores. Se calcula que el resto llegó a estas tierras atraído por los OVNI o por el negocio que su presencia podría significar. Los extraterrestres son un tema que cada tanto cobra relevancia, como lo ocurrido en Boulogne.
Quienes se acerquen a esta magnífica localidad en busca de descanso y aire puro advertirán en la céntrica diagonal Buenos Aires (única calle techada de América latina) que proliferan los negocios que ofrecen piedras energizantes, ropa de la India propicia para la meditación, sahumerios con fragancias exóticas y literatura esotérica que va desde la medicina ayurveda hasta la interpretación marxista de por qué los extraterrestres no se dejan ver a la luz del día.
La onda, principalmente en los campings a lo largo del río Calabalumba, es orientalista y de un hippismo francamente demodé. Los chicos lucen barbas guevaristas y ellas, camisas de bambula que ocultan sus formas. Muchos dedos en V y saludos que propician la paz y la hermandad. Predomina la fragancia del pachuli y de cigarrillos, no siempre de tabaco.
El horario de los OVNI
"Nosotros no estamos ni en favor ni en contra de esta cuestión de los platos voladores. Pero nos molesta cuando la gente no viene a consultarnos por tal o cual lugar turístico, sino que pregunta como si esto fuera una terminal intergaláctica: ¿A qué hora se puede ver a los marcianos? ¿Es posible filmarlos? ¿Puedo ir con los chicos?" Así se quejó al cronista de La Nación Viviana Herrera, encargada de prensa de la municipalidad capillense, que no obstante admite que los visitantes de otros mundos son el principal gancho para los turistas de las vecinas localidades del valle.
En el pueblo, muchos coinciden en señalar a Jorge Suárez como el hombre que más sabe de este fenómeno. Llegó de Adrogué en 1976 y es el propietario de un almacén que lleva el nombre de la localidad bonaerense.
Suárez se volcó de lleno a la investigación de culturas de otros planetas el 9 de enero de 1986, cuando fue a certificar personalmente la huella del OVNI en su condición de secretario de Gobierno de la comuna.
El discurso de Suárez se contrapone con el descreimiento de Herrera. "Nuestros amigos de arriba pueden verse, siempre que haya buena visibilidad, sobre el Uritorco, entre las 21 y las 21.30. Esto es porque el cerro es una ventana a través de la cual los extraterrestres pueden acceder a la Tierra. Se trata, en rigor, de un vórtice de energía que les permite entrar y salir sin problemas", sostuvo con aire doctoral.
Para este particular rotisero y observador de naves venidas quién sabe de dónde, el Uritorco es uno de los ocho portales de ingreso que existen en el planeta. El resto se distribuye entre el Triángulo de las Bermudas, la isla de Pascua, Macchu Pichu, las Pirámides de Egipto, las islas Canarias y en el Languedoc francés.
Encuentro cercano
Suárez parece hablar con conocimiento de causa, aunque no son pocos los que creen que desvaría. El hombre debió renunciar a la función pública porque su notoriedad -almorzó dos veces con Mirtha Legrand y escribió dos libros sobre sus experiencias ufológicas- despertó las previsibles envidias de todo pago chico.
"Tuve un encuentro programado que me cambió la vida. Un médico amigo, el doctor José Ossemani, recibió telepáticamente un rumbo y un horario para la cita con los extraterrestres. Esa noche vimos una esfera muy grande con una luz brillante e intensa que viraba del azul al ámbar. La nave se detuvo en el firmamento y se aproximó hacia nosotros con una deriva hacia la izquierda, luego desapareció de repente", recordó Suárez.
-¿Desapareció porque los tripulantes apagaron la luz o porque el OVNI se introdujo en la montaña?
-No lo sé. Pero hay mucha gente que vio aproximaciones como ésa y luego escuchó un sonido metálico muy fuerte, como el de grandes compuertas que se cerraban mecánicamente y hacían "ºclong!" Suárez no quiere hablar de la mítica ciudad intraterrena de ERKS, supuesta metrópolis construida en las entrañas de la Sierra del Pajarillo, y a la que sólo acceden muy pocos mortales. Pero esto será materia de una próxima nota.
Cada vez llegan más estudiosos de los extraterrestres
CAPILLA DEL MONTE, Córdoba (De un enviado especial).- El 70 por ciento de los visitantes de esta ciudad llega con la no siempre revelada intención de avistar platos voladores en el firmamento.
Las autoridades municipales conocen este detalle. Y lo aprovechan. Las cifras ratifican el crecimiento turístico de Capilla del Monte: de las cerca de 8000 personas que llegaron durante la temporada 96/97 a los más de 10.000 que la Dirección de Turismo local calculó hasta la primera semana de este mes, hay un crecimiento que parece sostenido.
Muchos de ellos son, como se sabe, jóvenes mochileros que hacen uso de los variados campings de la zona. Daniel Carlucci (26), de Bahía Blanca, admitió que la excursión de quince días a esta ciudad serrana responde a un doble propósito: descansar al aire libre e intentar contactarse con los visitantes extraterrestres.
"Todavía no vimos nada, eso que ya fuimos varios días a una atalaya que queda camino a El Zapato, donde nos recomendaron los estudiosos de acá que suelen verse los platos voladores", dijo a La Nación el joven, que llegó a Córdoba con otros cinco muchachos de su ciudad.
El intendente Marcelo Lusianzoff, del Partido Justicialista, sabe muy bien de este entusiasmo observador. "Esta es una de las mejores atracciones turísticas en el Valle de Punilla", dijo, y ponderó, también, las posibilidades en materia de turismo de aventura.
El joven intendente agregó, además, que varios inversores extranjeros pidieron condiciones e información para comenzar la explotación de varios campos de la zona en los que se habrían descubierto vertientes subterráneas de aguas termales, de entre 50 y 80 grados, que se convertirían en un nuevo polo de atracción para la región. Y no está dispuesto a rechazarlas.
Las leyendas del Uritorco
CAPILLA DEL MONTE.- Una de las leyendas originadas al pie del cerro Uritorco, en la zona que los indios comechingones denominaban Gualumba antes de la llegada del español, refiere a una historia de amor que terminó en tragedia, a mediados del siglo XVI.
Quiso el destino que Uritorco, un apolíneo aborigen, bebedor y disipado, se enamorara perdidamente de la bella Calabalumba, hija de Uturunco, un hechicero que no veía con buenos ojos ese noviazgo. Como Uritorco desafió al anciano y se encontraba con su hija a escondidas, el brujo los maldijo. A Uritorco lo convirtió en un enorme cerro de piedra, que debe contemplar con impotencia, y por toda la eternidad, a su amada, un río de lágrimas que brota de su pecho y se pierde en el horizonte.
El río Calabalumba, a cuyas márgenes se recuestan deliciosos balnearios de aguas cuasi termales, fue escenario, en la época precolombina, de las andanzas de Juan Lupumba, un galán y salteador de caminos que se caracterizaba por caer sobre sus víctimas tan fugazmente como desaparecía entre la espesura. Lupumba, al revés de Uritorco y Calabalumba, no superó la tradición oral: ningún accidente geográfico de la Sierra del Pajarillo lleva su nombre.