Operado por un tumor, Raúl, un gato en plena recuperación busca una familia
Está en recuperación y sus cuidadores buscan para él una familia que pueda velar por su salud y le brinden una casa al resguardo del sol
Convive con 47 gatos, lleva puesto desde hace dos semanas un collar isabelino, no puede estar expuesto mucho tiempo al sol pero su alma de luchador no lo deja bajar las patas en el proceso de recuperación. Es que hasta hace un mes Raúl sobrevivía en las calles de Lanús, en la provincia de Buenos Aires, mientras un carcinoma de células escamosas invadía sus orejas y otro tanto hacía una afección en sus ojos para que el cuadro fuera aún peor. Pero el destino quiso que la vida tuviera otro color para Raúl y quien entonces lo alimentaba decidió hacer algo por él y pidió ayuda en las redes sociales. El caso llegó a manos de Elva Vilte, mamá de 2 chiquitos y que desde hace más de diez años lleva adelante desde El Campito Felino la noble tarea de rescatar, recuperar y dar en adopción a gatos en situación de calle.
"Cuando el gato llegó a mí la persona que lo había rescatado -y que no podía solventar económicamente sus cuidados porque tiene 6 perros y 10 gatos en su hogar- ya había hecho la consulta con el veterinario y el diagnóstico había sido un carcinoma de células escamosas en sus orejas. La indicación era clara y precisa: había que operarlo y retirar el tumor que se estaba extendiendo por sus tejidos", cuenta Elva. Al igual que las personas de piel clara, los gatos con áreas de piel blanca no pigmentada (son casi siempre zonas recubiertas por muy poco pelo) pueden sufrir daños muy severos tras la exposición al sol. Las zonas afectadas con más frecuencia son las orejas, la nariz y los párpados. Al principio la lesión aparece en forma de área de color rosado, quizás con algunas costras y pérdida de pelo; a medida que el tumor avanza, el aspecto de la piel se vuelve más rojo y pueden aparecer zonas ulceradas con bordes duros y elevados que luego derivan en sangrado. Y eso era lo que le estaba pasando a Raúl.
Para asegurarse que la indicación era acertada, Elva llevó a Raúl a una segunda consulta y, confirmado el diagnóstico del tumor, se le hicieron estudios de sangre para realizar la cirugía lo antes posible. "Después de la intervención se recuperó muy bien. Fue intervenido con anestesia inhalatoria, lo que mejora muchísimo el post operatorio. El primer día quedó internado en observación en la veterinaria y después lo trajimos al Campito. Además en los ojos también lo operaron por entropión, una afección que hace que el párpado se enrolle hacia adentro y que las pestañas lastimen la córnea por el constante roce con el globo ocular", explica Elva que logró que le cedieran un predio en desuso de la Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) ubicado en Belgrano y donde transita a los animales mientras se recuperan y esperan que llegue el momento de su adopción. "Es muy tranquilo, tiene buen carácter y eso ayudó a que se recuperara muy bien después de las cirugías. Tenemos que colocarle un antiséptico en sus cicatrices y controlar sus puntos que son reabsorbibles", aclara.
El lugar donde viven los 48 gatitos está acondicionado para que Raúl y todos los otros felinos se sientan cómodos. Hay algunas casitas de madera con lonas impermeables para que se resguarden del frío y la lluvia, y otras con puertas y rejas para los que necesitan cuidados especiales por alguna cirugía o control especial. Además, hay un amplio espacio verde para que los gatos corran y descansen a sus anchas. Al momento de comer Raúl cuenta con bandejas y platos de agua que le permiten manejarse sin dificultades con su collar, que no se puede sacar para evitar que se rasque los puntos y se los infecte. "Es un gatito muy cariñoso, muy dulce, nos sigue y pide mimos, le encanta que lo tengamos en upa y enseguida se pone a ronronear cuando lo acariciamos. No es muy amistoso con otros gatos peor jamás ha tenido problemas con sus compañeros de predio. Es muy solitario e independiente en cuanto a la compañía de otros gatos pero con las personas es un dulce de leche".
Raúl busca un hogar donde pueda sanar sus heridas y ser amado aunque no debe tomar sol de por vida. ¿Los motivos? Si se expone en forma reiterada y por largos períodos al sol, el carcinoma puede reactivarse y expandirse nuevamente por sus tejidos. "Está desparasitado, vacunado contra la leucemia felina, tiene la triple felina al día, castrado y hace sus necesidades en las piedritas sanitarias, algo que los adoptantes valoran mucho en un gatito adulto como él ya que le calculamos unos 7 u 8 años", concluye Elva.
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