
suicidio
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Un informe del Ministerio Público Tutelar (MPT) de la ciudad de Buenos Aires alertó sobre un dato preocupante: en la Capital hay más de una internación diaria de niños y adolescentes por riesgo suicida, y más de la mitad de ellos (55%) son menores de 15 años. Los datos surgen de un análisis de ingresos hospitalarios de 2023. Pese a que no se han compartido estadísticas de 2024 ni de la primera mitad de 2025, los investigadores del MPT afirman que esta tendencia se mantiene hasta la actualidad.
El reporte surgió por un dato que alertó a los analistas del MPT en 2023: detectaron un aumento en los ingresos por riesgo suicida -categoría compuesta por casos de ideación e intentos- en las estadísticas generales de hospitalizaciones de Salud Mental de la ciudad.
El estudio analizó las 596 internaciones hospitalarias por riesgo suicida de menores de 18 años que hubo en 2023 en la ciudad, con el objetivo de caracterizar a esta población e identificar patrones comunes.
Los investigadores detectaron que, del total de casos, un 48% corresponde a adolescentes de entre 13 y 15 años, y que el 43,6%, a adolescentes de entre 16 y 17 años, siendo esta última edad la más crítica en cuanto a frecuencia. En tanto, las internaciones por riesgo suicida de menores de 12 representaron el 6,6% del total.
La gran mayoría de las internaciones (77%) fueron de mujeres. Esta tendencia guarda la misma proporción que la evidencia internacional, donde las niñas y las adolescentes presentan mayor frecuencia de intentos de suicidio. En tanto, son los varones los que suelen tener las tasas de suicidio consumados más altas, lo que demostraría que ellos utilizan procedimientos de mayor letalidad.
“La Organización Mundial de la Salud estima que por cada suicidio ocurren entre 10 y 20 intentos. Un dato que nos interpela como sociedad y nos convoca a fortalecer las redes de cuidado y acompañamiento”, afirmó, durante la presentación del informe, la asesora general tutelar de la ciudad, Carolina Stanley. “Desde el Ministerio Público Tutelar consideramos fundamental producir evidencia empírica que permita visibilizar esta problemática y ofrecer una base sólida para la formulación y fortalecimiento de políticas públicas orientadas a la prevención y el abordaje integral de la salud mental de niñas, niños y adolescentes”, sumó.
Este informe es el primero de una serie de documentos que elaborará el Ministerio para dar seguimiento a esta situación. “Cabe destacar que los datos registrados hasta la actualidad indican que la tendencia se sostiene”, destacó Andrés Tate, médico especialista en psiquiatría y miembro del Equipo de Salud Mental del MPT.
Estos datos no son los únicos que preocupan a los especialistas en Salud Mental del país. En la Argentina, las muertes por suicidio se mantienen en alza. En 2024, 4249 personas se quitaron la vida, de acuerdo con las últimas cifras publicadas por el Ministerio de Seguridad de la Nación.
Es un número que creció en los últimos años y que preocupa a los especialistas. Las estadísticas muestran una baja entre 2018 y 2020, y luego un incremento que se mantiene constante desde entonces hasta 2024. Si se toma como referencia el primer dato publicado por el gobierno nacional, que corresponde a 2017, el crecimiento del número de casos fue del orden del 28%.
Los especialistas consideran que el aumento del suicidio y del espectro suicida -que incluye a los intentos y las autolesiones- son las caras más preocupantes de la crisis de salud mental que sacude al país y que afecta especialmente a adolescentes y a jóvenes adultos.
En 2023 los suicidios superaron por primera vez a los decesos por incidentes viales, y se convirtieron en la principal causa de muerte violenta del país, situación que volvió a repetirse en 2024. En 2023 los fallecimientos en este tipo de fatalidades fueron 3955, mientras que los suicidios fueron 4197. El año pasado, en tanto, hubo 3539 y 4249, respectivamente.
En todas las edades, señala la alerta de la OMS, los suicidios y los intentos tienen un efecto dominó en las familias, los amigos, los colegas, las comunidades y las sociedades, por lo que es importante estar atento a las señales de alerta.
Entre estas, los especialistas destacan el aislamiento y la dificultad para comunicarse, el consumo excesivo de drogas y alcohol, la ideación suicida y el uso de frases negativas, como “la vida no tiene sentido”, entre otras. La idea de que el sufrimiento no va a cesar puede llevar a conductas graves y de riesgo, explican.
La guía “Abordaje integral del suicidio en las adolescencias”, realizada por la Dirección de Adolescencias y Juventudes de la Nación con aportes de Unicef y la Sociedad Argentina de Pediatría, está dirigida a equipos de salud pero también brinda orientación a quienes trabajan con jóvenes y a las familias.



