Stardoll: la Barbie del siglo XXI

El tipo no tenía aspecto del típico nuevo millonario de la web 2.0 nacido en Silicon Valley. Y no lo era. Pero el simpático Mattias Miksche cumplía con el requisito de cierta informalidad (su chomba fucsia estridente, su acento exótico made in países nórdicos) y venía a presentar uno de los últimos sucesos de la economía online: Stardoll.

“ Para las preadolescentes ya no hay diferencia entre lo virtual, lo digital y lo real”

Se trata de una plataforma que combina la viejísima pasión de las niñas por jugar a las muñecas, el roleplaying de vestirlas y cambiarlas, con la idea de comunidad online… y el shopping. Así, con la fórmula y las herramientas de la vieja y querida Barbie, y con un entorno color rosa chicle, cosechó más de 11 millones de usuarias en el mundo: "Tenemos un target hiperdefinido: el 92% son mujeres y el 90% tiene entre 10 y 17 años". Ellas, a su vez, gastan dinero real en bienes virtuales (1 dólar cotiza hoy a 10 stardollars). Sí, dinero real.

Con una simple frase desacomodó de risa al auditorio de emprendedores y expertos de la Web 2.0: "No nos interesa hacer un sitio minimalista, limpio, estilo escandinavo…. Para eso están ustedes. Para nosotros ‘menos’ no es ‘más’. Simplemente ‘Más es más’", y explicó que en la página suman y suman colores, aplicaciones, marcas, productos.

Después, ya en charla informal, comentó sus extensiones en diversos idiomas y mercados y se dedicó a enumerar sus éxitos recientes como el estreno del Stardoll Plaza (un shopping virtual con varias primeras marcas mundiales) y las apariciones estelares de celebridades como Hillary Duff y Avril Lavigne.

También se dedicó a provocar viejos paradigmas: "Para las tweens (preadolescentes) ya no hay diferencia entre lo virtual, lo digital y lo real. En Internet tienen amigos reales, se divierten realmente… y gastan dinero verdadero".

Por Ernesto Martelli

---

Conforme a