Un premio récord en las tragamonedas

Un hombre de 65 años, apostador habitual de las tragamonedas del hipódromo de Palermo, se convirtió anteayer en millonario al ganar un premio de 2.946.969,38 pesos en una de las máquinas, con lo que se convirtió en el mayor ganador de América del Sur en este juego, informó la empresa.

El golpe de suerte se dio en las máquinas tragamonedas instaladas en la tribuna nueva del hipódromo de Palermo. Esa casa informó ayer por medio de un comunicado de prensa, algo inusual, pues casi nunca se comunica con los medios cuando la información se refiere a los slots, que el premio había sido otorgado el lunes último, a las 19.26.

Sobre el ganador sólo se conoce que se llama Juan, que tiene 65 años y que es un jugador habitual en esta sala. De hecho, según dijeron las fuentes, es usuario de una tarjeta Hapsa, una tarjeta de membresía que permite al apostador, al colocarla en la máquina, participar de juegos extra que realiza la sala para premiar a sus clientes. Son apuestas, por ejemplo, a una carrera de caballos o a un bingo, que se disputan al mismo tiempo que el apostador está jugando en los slots. Además, le permite acumular créditos según lo fuerte que apueste y utilizarlos en caso de quedarse sin dinero para seguir arriesgando.

Juan cobró su dinero y se fue. No es la primera vez que se paga un pozo millonario en las máquinas tragamonedas del hipódromo de Palermo. "El año pasado se entregó un premio de 1.200.000 pesos", dijo una fuente de la empresa.

La máquina en la que se pagó el premio mayor se llama Star Wars, el nombre en inglés de la película La Guerra de las Galaxias. En rigor, es una isla integrada por seis tragamonedas, que van sumando un pozo común con las apuestas ingresadas.

El apostador puede jugar la apuesta mínima, que es de 2 pesos, pero también puede poner la máxima, de 6 pesos, y participar así por el pozo mayor, que en este caso se venía acumulando desde hacía varios meses.

Esta máquina está instalada en la nueva sala del Hipódromo desde el año pasado, dijeron fuentes de la empresa.

Concesión polémica

El hipódromo de Palermo es un lugar concesionado por la Lotería Nacional a una empresa atribuida a Cristóbal López, un millonario santacruceño amigo del matrimonio Kirchner, con intereses en el mundo del petróleo, del juego y de la obra pública. Según reconoció en diálogo con La Nacion, posee, además, empresas de transporte, de recolección de residuos, de tecnología, de la construcción, inversiones en ganadería y agricultura, y concesionarias de Toyota y de Scania.

López afirma que no maneja las apuestas en las tragamonedas. "Nosotros no somos socios en la concesión, sino los proveedores de las máquinas tragamonedas. La concesión está en manos de Hipódromo Argentino de Palermo (Hapsa), presidida por Federico de Achával", dijo, aunque otras fuentes del mercado del juego insisten en que está vinculado directamente con el negocio.

La empresa recibió la concesión en 2001, pero en una de sus últimas medidas antes de dejar el gobierno, Néstor Kirchner se la prorrogó hasta el año 2032, cuando aún faltaban 10 años para que venciera. Lo hizo con la obligación de que instalara cerca de 5000 maquinas con el argumento de que si no instaba a la empresa a ampliar el negocio, el Estado iba a perder plata, pues parte de las apuestas van al erario.

La medida fue resistida por la oposición en el Congreso, pero de todos modos está en vigor.

La ganancia de la empresa, luego de repartir el 20 por ciento de lo que recibe entre el Estado nacional y el porteño y de pagar impuestos, es de unos 500.000.000 de pesos anuales, estimaron fuentes oficiales.

López, asimismo, reconoció que también tiene intereses en la empresa que maneja los dos casinos flotantes de Puerto Madero. Aunque sostuvo que sólo controla el 25 por ciento de ese negocio. El resto, indicó, está en manos de Hapsa y de Cirsa.

Ambos casinos flotantes funcionan también merced a una concesión de la Lotería Nacional y fueron vanos los intentos de la justicia porteña de clausurarlos, al entender que violan la ley local. Un fallo de la justicia federal les permitió funcionar.

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