Una cochera subterránea divide a vecinos de Recoleta

La construcción de una cochera subterránea para 400 vehículos en la plaza Emilio Mitre, entre Las Heras, Pueyrredón, Pacheco de Melo y Azcuénaga, divide a los vecinos de Recoleta.

El 31 de marzo pasado, el juez en lo Contencioso Administrativo y Tributario Roberto Gallardo ordenó la suspensión de esa obra por una demanda presentada por un grupo de vecinos, pues "se taló de manera indiscriminada el arbolado de la plaza". Ayer, otros habitantes del barrio reclamaron la continuidad de esa construcción. Explicaron que tienen miedo de que el lugar sea usurpado y dicen que las cocheras son necesarias en la zona.

"Nosotros somos críticos del gobierno de Macri, pero ésta es una obra que debe continuar porque es beneficiosa para el barrio. Acá necesitamos más lugares para estacionar y no se entiende por qué el juez Gallardo frenó la obra. Es un problema que una construcción tan grande se detenga porque puede ser usurpada", dijo Roberto Cancel, presidente de la Asociación Verde Barrientos, de Recoleta. Cancel, junto con una veintena de vecinos, reclamó ayer en la esquina de la plaza Emilio Mitre, con dos pancartas y un megáfono, que las obras no se detengan.

En tanto, el juez Gallardo convocó para mañana a una audiencia pública, donde las autoridades del gobierno porteño y la empresa Criba, que lleva adelante la construcción, brinden explicaciones sobre el espacio público afectado. Gallardo fundamentó su resolución en que las especies arbóreas que reemplazarían a las taladas y su metodología de plantado constituirían un peligro para la salud y la vida de las personas (algunas son venenosas si se ingieren) y cuestionó la veracidad del plan de obra y de los estudios técnicos que la respaldan.

"Si los actores en cuestión dan una respuesta comprometida con lo que harán en la próxima audiencia pública, quedará sin efecto el amparo. En cambio, si no lo hacen, continuará", dijo el juez a LA NACION.

Gallardo también frenó en septiembre pasado la construcción de las cocheras subterráneas en el parque Las Heras, en Palermo, porque el gobierno porteño no habría tomado medidas para preservar el patrimonio arqueológico que habría bajo el parque -allí existía antiguamente una penitenciaría-, como tampoco de los árboles del lugar.

En tanto, María del Carmen Arias Usandivaras, presidenta de la ONG Basta de Demoler y vecina de Recoleta, explicó los motivos por los cuales los vecinos concurrieron a la Justicia para detener las obras en la plaza Mitre. "Los vecinos que hacen este reclamo están equivocados: la empresa Criba y el gobierno han puesto a vecinos contra vecinos por el poder del dinero. En este proyecto de las cocheras se violaron todas las leyes y en julio pasado podaron los árboles que eran de 1930. Y ahora quieren reemplazarlos por arbustos. Y no es así. Por eso hicimos un amparo para que esta empresa deje de hacer lo que quiera con la anuencia de la ciudad", dijo Arias Usandivaras.

Las obras de las playas subterráneas en la plaza Emilio Mitre comenzaron el pasado 8 de julio y finalizarían en agosto venidero. La empresa Criba invertirá unos 6 millones de dólares y tiene la concesión por 20 años, con un canon de 30.000 pesos mensuales.

"Los trabajos están interrumpidos desde el 31 de marzo y la obra está avanzada en un 70 por ciento. Los motivos por los cuales se frenó son por supuestos inconvenientes en el futuro arbolado que se colocará. Pero hay errores de interpretación que se pueden chequear en todos los planos presentados", dijo Santiago Tarasido, director comercial de Criba.

Desde el punto de vista ambiental, el presidente del Bloque de Diálogo por Buenos Aires, Eduardo Epszteyn, sostuvo que "se ha destruido el patrimonio ambiental de la plaza, al violar la ley; no se puede continuar esta obra con estas condiciones". En cambio, en el gobierno porteño indicaron que las obras marchan tal cual se planearon, respetando la normativa.

Por Pablo Tomino

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