El vuelo llegó directo de Roma a horario, temprano a la mañana. Después de pasar por Migraciones, atravesar la zona de retiro de equipaje y los escáneres de Aduana, el viajero salió al hall de arribos internacionales y se encontró con su hermano, que lo había ido a buscar a Ezeiza. Conversaron hasta llegar a casa y se despidieron. A media mañana, el hombre de 43 años, que acababa de volver de Europa, se empezó a sentir mal, con fiebre, y decidió ir al médico. Tomó un taxi hasta la clínica Suizo Argentina, donde a los 20 minutos, con un barbijo y aislado en una habitación especial, era un "caso sospechoso" de la enfermedad por el nuevo coronavirus (Covid-19). A las 48 horas, era el primero confirmado del país.
Había viajado a Europa entre el 19 y el 29 de febrero. Los primeros días asistió a la Feria de la Moda de Milán, en el norte de Italia, considerado el epicentro del brote europeo de Covid-19. Luego visitó otras ciudades.
Los ministros de Salud de la Nación y la ciudad precisaron anteayer, en una conferencia de prensa, que el hombre había viajado en primera clase, vivía solo y consultó por los síntomas el mismo día del viaje.
"Toda persona que tiene fiebre y volvió de Italia es, para nosotros, un caso sospechoso", indicó Guillermo Díaz Colodrero, director médico de los centros ambulatorios de Swiss Medical, que está a cargo de la atención del paciente.
El domingo pasado, a media mañana -no por la tarde, como se había informado oficialmente-, el paciente ingresó en la guardia del centro privado en la avenida Pueyrredón al 1400. Se acercó a la recepción en la planta baja y solicitó que lo atendiera un médico. Enseguida, le indicaron que se acercara a la cabina de triage, a unos pocos metros.
Ahí, la enfermera de guardia indagó sobre los síntomas y si había estado de viaje. Cuando respondió que había vuelto de Italia, de inmediato le dio un barbijo y lo acompañó a una habitación individual en un área de observación acondicionada para este tipo de casos.
El médico que lo atendió ya lo hizo con medidas de protección, según reconstruyó LA NACION. Repasó los síntomas y los controles del triage, lo declaró "caso sospechoso" según el protocolo para el manejo de posibles casos del nuevo coronavirus y dispuso su aislamiento en esa habitación. Todo esto no demandó más de 20 minutos; el hombre no tuvo contacto con otros pacientes.
El médico indicó que se le tomaran muestras para descartar influenza. El personal del laboratorio que ingresó en la habitación para hacer los hisopados lo hizo con una mayor protección por el riesgo de contacto: antiparras, barbijo tipo N95 y guantes. El lunes, cuando ese primer análisis descartó gripe, se envió la otra muestra al laboratorio nacional de referencia de la Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud Dr. Carlos Malbrán (Anlis). A las 24 horas, las dos pruebas confirmaron que se trataba del nuevo coronavirus.
Anteayer, fue trasladado a otra clínica con un área de aislamiento porque deberá permanecer siete días hasta repetir el control en la Anlis. En la clínica, explicó Díaz Colodrero, esperan que puedan llegar nuevos casos. Siguen adecuando el protocolo de manejo de casos sospechosos para "que el paciente circule lo menos posible por la clínica".
Gabriel Novick, director médico corporativo de Swiss Medical, destacó que la preparación del personal permitió "tener un paciente en aislamiento y todos los servicios de la clínica en funcionamiento y sin riesgos para el resto de los pacientes".
Controles en Ezeiza
"Hay mucha paranoia colectiva. Recorrí todas las farmacias de Roma y no conseguí barbijos. Solo tuve miedo al percibir las toses secas arriba del avión y no poder protegerme", dijo ayer María Catalina Hernández, de 21 años, luego de aterrizar a Buenos Aires desde Italia.
A pocas horas de la confirmación del primer caso positivo de coronavirus en la Argentina, el clima de tranquilidad parece seguir siendo la constante en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza. Según el protocolo del Ministerio de Salud de la Nación, todos los pasajeros que llegan en vuelos directos de Italia son entrevistados en una posición remota por agentes sanitarios de la Dirección Nacional de Sanidad de Fronteras.
