Computación sin dolor
Interactuamos con la computadora a través de las manos y los ojos, pero si no los cuidamos los podemos dañar. Aquí, consejos para evitar lastimar nuestro cuerpo
Piense cuántas horas pasa por día tecleando frente a un monitor. Ese uso prolongado, el mirar una superficie brillante y escribir sobre un teclado, ¿le están haciendo daño a los ojos, manos y espalda?
La respuesta no es unívoca. Alrededor del uso de la computadora hay un halo de mitos y verdades médicas que, en muchos casos, han sido sacados de proporción. Si anduvo dando vueltas por un negocio de computación habrá notado la proliferación de filtros para el monitor, teclados ergonómicos como los de Microsoft, BTC y Acer, junto con almohadillas para las muñecas, estos dos últimos productos dirigidos a evitar el síndrome de túnel carpiano, una dolencia que es la niña mimada de cientos de sites dedicados a relatar las experiencias de personas afectadas por este mal.
¿Hay que dejarlo todo entonces y volver al lápiz y papel? ¿O convertirse un especialista en ergonomía? Ni uno ni lo otro.
La fuente de los dolores en muñecas, hombros y cuello "no es un factor puramente mecánico (sobreexigir un tendón o un músculo) -detalla Luis Rijavec, jefe del Servicio de Traumatología del Hospital Francés-, sino que tiene connotaciones secundarias a nivel de stress, complejidad en el manejo y uso de los programas, exigencia de los superiores respecto de los trabajadores, etcétera".
Si bien el organismo de cada individuo influye en la probabilidad de lesionarse o no, "muchas veces sucede que a un trabajador que tiene un dolor equis lo reasignan a otra tarea y rinde muchísimo más que trabajando en las condiciones anteriores -relata Carlos Zaidenberg, jefe de manos y miembros superiores del Servicio de Traumatología del Hospital Británico-, pero no es por la computadora, sino porque cambió de jefe o de sección y está en un mejor clima laboral. Por eso los tratamientos están enfocados a globalizar y contextualizar los problemas, y no a tomarlos como entidades específicas. Si uno investiga detrás de la dolencia suele encontrar que hay mudanzas, separaciones o inestabilidad emocional y laboral".
Pero si no se puede evitar esa presión (que no está circunscripta solamente al trabajo; un buen juego de PC también incluye su dosis de tensión), ¿qué hacer? En principio, y ante la duda, ir al médico. La mayoría de estas dolencias puede ser tratada y curada antes de que se transforme en algo severo. Lo repetimos: no se quede con lo que dice el texto de esta nota, no decida su propio diagnóstico y no se automedique. Vaya al médico y vaya cuanto antes: la mayoría de los daños provocados por el uso de la computadora posee una naturaleza progresiva.
Sentir las manos
El síndrome de túnel carpiano, por ejemplo, es una presión sobre el nervio mediano (el que controla los dedos pulgar, índice y mayor). El nervio va de la palma de la mano al brazo a través del túnel carpiano, una suerte de puente con una arcada de hueso y una base de tejido fibroso. Por el medio pasan el nervio y los tendones flexores y extensores de los dedos. Si los tendones hacen un trabajo repetitivo durante mucho tiempo y a gran velocidad -tipear, por ejemplo- pueden provocar una sinovitis o tenosinovitis (la inflamación del líquido viscoso que los recubre y lubrica); al inflamarse presionan sobre el nervio mediano.
Sintomáticamente, esta presión se siente como un hormigueo en los dedos, que puede degenerar en dolores nocturnos de las muñecas, pérdida de fuerza en los dedos, etcétera. En general se lo trata con antiinflamatorios, kinesiología o férulas. Si el dolor no cede se opera, pero este es el último recurso.
Aunque no es una dolencia desconocida para los médicos, los expertos coinciden en que existen otros malestares más comunes entre los operadores de una PC: cervicalgias y lumbalgias, que son dolores del cuello a la base de la espalda, junto con contracturas, calambres, sensación de pesadez en hombros y brazos, dolores agudos de cabeza, etcétera. También aparece la epicondilitis (codo de tenista), un dolor en el codo por el uso reiterado de los seis músculos externos del antebrazo que ayudan en la digitación.
El dolor entra por los ojos
Quizás usted no tipea demasiado, pero siente que después de navegar unas horas por la Web se le caen los ojos, los tiene irritados y cansados. ¿Obra del monitor? No exactamente.
Según Laura Lorenzo, coordinadora del área de docencia e investigación del Hospital Oftalmológico Pedro Lagleyze, no es que el monitor dañe la vista, sino que saca a la luz pequeños defectos oculares. "Pone en evidencia un defecto latente, pequeños astigmatismos o hipermetropías que el paciente no tiene corregidos porque para la vida normal no le traen mayores problemas -explica-, pero probablemente requiera lentes para usar la computadora, estudiar, etcétera."
Estos defectos suelen pasar inadvertidos por la elasticidad del ojo para autoadaptarse (cualidad que se conoce como mecanismo de acomodación), corregir esos defectos y hacer foco. Pero después de unas horas, los músculos involucrados se cansan y no pueden seguir compensando: allí comienza la irritación ocular. "Ajustar el foco entre el teclado y el monitor cansa -afirma Fernando Scattini, director del Hospital Oftalmológico Santa Lucía-. Pero más allá de la fatiga (que trae cefaleas, dolor e irritación ocular) no produce un daño irreversible. Por eso no es necesario tratarlo con gotas ni medicamentos, sino descansando." La legislación laboral francesa, ejemplifica, contempla unos minutos de descanso por cada 45 que pasa un trabajador frente a un monitor.
Los ojos rojos frente al monitor son también algo común porque "un alto porcentaje de la población tiene astigmatismos bajos. Y lamentablemente la cultura de nuestro país hace que la gente use los anteojos justo antes del perro lazarillo -se lamenta Lorenzo-. En otros países donde la educación en salud es mejor, uno ve niños pequeños con lentes; acá, cuando una mamá trae un niño a la consulta y se le dice que tiene que usar lentes, es como si le dijera que tiene una leucemia y le quedan tres semanas de vida. Pasa por una cuestión de costumbre, de cultura sanitaria. Los israelíes, por ejemplo, tienen un alto predominio de astigmatismo, lo mismo que los orientales. Y allí usar anteojos no es mal visto".
Para los mayores de 40 años -cuando el mecanismo de acomodamiento se deteriora y comienza la presbicia-, los anteojos tal vez tengan que ser especiales: ni para ver de lejos ni para ver de cerca, sino de distancia media.
En el mercado circulan filtros para poner sobre la pantalla, que dicen proteger al usuario de radiaciones y campos electromagnéticos producidos por el tubo de rayos catódicos del monitor: la Organización Mundial de la Salud afirma que los rayos X producidos son tan débiles que no llegan a pasar el vidrio de la pantalla, y que la radiación ultravioleta es menor a la que recibimos en un día de invierno, por lo que no recomienda el uso de estos filtros más que para evitar reflejos que podrían molestar al ojo. Igual, los monitores nuevos suelen tener pantallas con tratamiento antirreflejo.
Los remedios preventivos
Si bien muchas de estas dolencias son causadas por el stress y la presión en el trabajo, lo más probable es que usted no pueda cambiar de trabajo sólo porque le duelen las muñecas. Lo que sí es posible hacer es tener en cuenta algunas cosas que le evitarán complicaciones.
Los médicos consultados recomiendan que el espacio de trabajo tenga un diseño ergonómico. Esto implica un lugar bien iluminado, con luces que no estén ni detrás de la pantalla (porque encandilan) ni delante (se reflejarían en el monitor), sino a los costados, en una misma línea con la pantalla, y que no sean de tubo fluorescente. Si tiene recetados anteojos para trabajar frente a la computadora, úselos.
Ubique el monitor delante suyo, a un brazo o más de distancia, y evite tener que girar el cuello para ver la pantalla. Su altura debería estar apenas debajo de la línea de su mirada, para mantener relajado el cuello. Si habla mucho por teléfono, los médicos recomiendan usar un audífono con micrófono (como los que usan los pilotos) para evitar doblar el cuello sobre un hombro, que suele acarrear contracturas.
Busque una silla de altura regulable y ajústela de tal manera que al tipear los codos queden doblados en un ángulo de 90 grados, con los hombros relajados.
Los brazos deben estar en posición convergente (las manos en el centro del cuerpo), con las muñecas rectas; un teclado curvo ayudará a lograr esta postura, aunque no todos ofrecen una inclinación variable. Más que las muñecas, debería tener un apoyo en los antebrazos, para relajar los codos. Si tiene un apoyamuñecas, fíjese que sea de un material blando; en la base de los antebrazos hay tejidos que podrían dañarse por la presión prolongada. No aporree el teclado, use las dos manos para presionar una combinación de teclas ( Ctrl+N , por ejemplo) en vez de estirar los dedos de una mano sobre el teclado, y no apriete el mouse hasta matarlo.
La espalda debe estar recta, pero no rígida, apoyada contra el respaldo (no encorvada hacia delante ni demasiado reclinada). Como en esta posición algunos grupos musculares trabajan más que otros, se recomienda mantener el tono muscular haciendo ejercicio regularmente. Si no logra sacarse de encima la tensión, pruebe con ejercicios de relajación antes, durante y después del trabajo.
Nuestro cuerpo no está diseñado para usar una computadora, pero hasta que la computadora se adapte a nuestras limitaciones todavía hay cosas que puede hacer para evitar lastimarse.
En la Web, información y software
En Internet hay muchos datos sobre problemas y lesiones ocasionados por movimientos repetitivos y por el uso de las computadoras. Algunos sitios son bastante alarmistas, pero el Typing Injury FAQ ( http://www.tifaq.org ), el Repetitive Strain Injury Help site (sitio sobre lesiones por fatiga repetitiva, http://www.rsihelp.org ), el servicio de salud en línea del Estado de Nueva York ( http://www.noah.cuny.edu ) y una página del Massachusetts Institute of Technology ( http://www.web.mit.edu/atic/www/rsi/mitrsi.htm ) tienen información honesta y completa.
El primero de los sites, además, tiene un listado de software gratuito y shareware que, una vez instalado, avisa al usuario cuándo ha pasado demasiado tiempo trabajando y recomienda pausas, ejercicios de relajación de las manos y los brazos, etcétera.